sábado

sábado y sí... sigo trabajando... sigo en la caja... que los sábados son raros y hoy parece que me toca caja...


sábado y trabajando... y muerta de sueño, para qué negarlo?... el café parece que no acaba de hacerme efecto... pero la parte positiva es que esta tarde cerramos (como cada sábado) así que podré descansar un rato en el sofá... que no está mal... pero sólo un rato, que tengo cosas que hacer, aunque admito que me quedaría en el sofá encantada hasta mañana...


y como es sábado, intento retomar el hilo de mis recuerdos de papel, pero admito que no sé por donde seguir mis tecleos... te hablaría de los libros debols!llo, que son una de mis últimas debilidades... esos libros baratitos con el lomo de color marrón... pero no... hoy no encuentro las palabras para seguir hilando esos recuerdos de sábado por la mañana...


hoy he desayunado con los titulares en prensa de la fórmula uno que ya ha invadido la vieja ciudad y con los jugadores de la selección que esta noche juega cuartos de final... y ese todos con la roja me tiene algo cansada... y me viene a la cabeza lo de pan y circo (solo que el pan se nos acaba, pero parece que la fórmula sigue funcionando, porque parece que la euforia es contagiosa, vease sino ese anuncio de la cocacola en el que se rompen los titulares que hablan de la crisis para poder tirarlos a un campo de mentiras y animar a un equipo que parece que si gana nos hará olvidar todos nuestros problemas)


todos nuestros problemas, que no son pocos y que si te soy sincera no sé como se van a solucionar... sólo te digo que puede que palahniuk tuviera razón en su novela nana, cuando decía que el gran hermano, lejos del que vaticinó orwell, no se dedica a vigilarnos, sino a tenernos todo el día entretenidos para que no nos paremos a pensar...





divago... lo sé, pero no puedo evitarlo... aunque será mejor dejarlo, porque empiezo a verlo todo tan negro que dentro de un momento no le encontraré sentido a estos absurdos tecleos...





sábado... y desde que he empezado a escribir este post las interrupciones han sido tantas que en vez de en la caja, ahora te escribo desde el despacho... voy a tomarme el segundo café de la mañana, esperando que me haga mas efecto que el primero... y con tu permiso, antes de darle a publicar, voy a copiarte un poema de clementina arderiu (poetisa de principios de siglo) que encontré en el segundo tomo (de mil novecientos uno a mil novecientos treinta y nueve) de la antología de poetisas españolas editada por la editorial torremozas (editorial a la que también tendré que dedicarle uno de mis recuerdos de papel un día de estos)


porque a mí, hay días en que lo único que me apetece es un poco de poesía... y porque espero... aunque no sé exactamente qué...






una mujer espera

mundo que gira. reloj.
es desde siempre la espera
tan sólo femenina?
la clara certeza inmediata
no cuenta?

no sirve el dolor ni el remedio.
no sigue
-muy lenta- la implacable ruda?
un clima a cada alegría.
para cada dolor ¡cuánta fuerza
nos falta!

bajo un cielo transitorio,
que pesa,
o en el soleado llano que fulgura,
seremos - es más fuerte que nosotros-
la eterna vestal que suplica
y espera.  
clementina arderiu  


No hay comentarios:

Publicar un comentario