una dama extraviada


 

hace treinta o cuarenta años, en una de esas poblaciones grises -aún más grises hoy que entonces- que jalonan la línea del ferrocaril de burlington, se alzaba una casa cuya fama alcanzaba de omaha a denver en virtud de su particular atmósfera de elegancia. una fama que se extendía, para ser exactos, entre la aristocracia del ferrocaril de la época: entre todos los caballeros directamente vinculados al ferrocaril o relacionados con alguno de los negocios "de tierras" que habían surgido al abrigo de éste. (...) entre viaje y viaje por la línea, y si no les urgía el negocio, el pasatiempo predilecto de los hombres de la burlington era apearse del expreso y pasar la noche en algún hogar atento donde su importancia fuese reconocida con finura; y no había hogar más atento que el del capitán daniel forrester, en sweet water.


así empieza willa cather su novela una dama extraviada... un regalo inesperado, porque fue antes de mi cumpleaños y porque no conocía a willa cather...


en la contraportada del libro, los editores cuentan que scott fitzgerald le escribío una carta a la autora, precisamente en referencia a esta historia y a gatsby, que se publicó un par de años mas tarde, con cierta preocupación por algunas similitudes que podrían hallarse entre ambas novelas e inspirar ciertas sospechas de plagio... ella le dijo que no se preocupase... y es que dicen por ahí que era esta novela la que fitzgerald tenía en mente cuando escribió su maravillosa historia...


volviendo a willa, te diré que, curiosidades de la vida, el otro día encontré por casualidad en la caja de la casa del llibre otro de sus libros y en él descubrí que algunas de las diosas de mi panteón particular va y resulta que la admiraban, como eudora welty, katherine anne porter o alice munro...


y volviendo a esa dama extraviada, la señora forrester, de la que la misma willa cather dice que "cuando lo miraba a uno, no cabía sino rendirse a su hechizo", te diré que me ha encantado... que me rendí a su hechizo ya desde las primeras palabras de su historia, y que con el final, se me llevó un suspiro...


quizás porque las historias de desengaños tienen un algo... quizás porque en el dialogo final consigue contar tanto que no puedo menos que dar las gracias por semejante descubrimiento y regalo...


gracias, gracias, gracias por descubrirme esta historia y a willa cather... una nueva diosa para mi panteón particular... claro...


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