los días felices según beckett

acto I

extensión de hierba reseca que se eleva en el centro en forma de pequeño montículo. pendientes suaves caen hacia ambos lados del escenario y hacia el porscenio. corte brusco en la parte posterior hasta el nivel del suelo. simetría y sencillez máximas.

luz cegadora.

telón de fondo, trompe-l’oeil, muy convencional, que representa un cielo sin nubes y una planicie desnuda encontrándose en el horizonte.

enterrada hasta más arriba de la cintura y en el mismo centro del montículo: winnie. mujer regordeta de unos cincuenta años, bien conservada, preferentemente rubia, brazos y hombros desnudos, corpiño muy escotado, senos abundantes, collar de perlas. aparece dormida, con los brazos apoyados en el suelo y la cabeza sobre los brazos. a su lado, a la izquierda una gran bolsa de compras negra, a su derecha una sombrilla plegable, plegada, la punta del mango asomando por la funda.

detrás, a su derecha, durmiendo en el suelo y oculto por el montículo: willie


así empiezan los días felices de samuel beckett... winnie enterrada hasta más arriba de la cintura en el centro del montículo, y a su izquierda la gran bolsa de compras de la que irá sacando y metiendo todo tipo de cosas (incluyendo una pistola) y a la derecha la sombrilla plegable, plegada (con el mango mas largo de lo normal)... y willie durmiendo al fondo...


y como siempre que leo a beckett, va desapareciendo lo absurdo para dejarme una sensación de desesperanza, en la que a veces aparecen destellos de esa misma esperanza perdida (no me sé explicar mejor)


porque winnie enterrada hasta más arriba de la cintura en el centro mismo del montículo nos mantiene pendientes de ella... sacando y metiendo cosas de la bolsa... abriendo y cerrando la sombrilla plegable... y hablando con willie, que aunque no contesta, está ahí, para que ella no sienta que habla sola... capaz de calificar esos días como felices por los pequeños detalles que diferencian unos días de otros... sonriendo siempre en las mismas frases, que quizás (sólo quizás) le recuerdan días más felices que estos...


desolador y esperanzador a un tiempo... una maravilla volver a leer a beckett y sus días felices...


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