hoy no tengo ninguna cita... solo una sensación...
la sensación de que con los años he perdido algo (diría candor... pero no me gusta esa palabra) quizás mis ojos ya no son los que eran y mi mirada ha perdido transparencia o fe... vete tú a saber.
que a qué viene esto?
pues he estado releyendo vanina vanini y los cenci, dos de los relatos de stendhal de sus crónicas italianas... y creo que he perdido algo que no sé definir...
las crónicas italianas me las leí hace siete u ocho años, en el tren que iba de bologna a siracusa... unas veinte horas de viaje... así que había tiempo para leer, para mirar el paisaje, volver a leer, fumarse un cigarro, dos o tres, seguir leyendo, sacar el termo con café... leer un rato y desesperarse... es que a mi ex le daba miedo el avión y por eso cuando ibamos a casa de sus padres ibamos en tren... he dicho que eran veinte horas de viaje?
sé que quizás para un viaje en tren cruzando italia es un poco demasiado obvio llevarse las crónicas italianas de stendal, pero que le voy a hacer... soy un tanto ridícula... a china me llevé a gao xingjian, a chicago a hemingway y a parís a zola y a baudelaire... si, lo sé... pero no puedo evitarlo...
así que en uno de mis primeros viajes en tren cruzando italia de bologna a siracusa, pasando por firenze, roma y napoles hasta llegar a sicilia me leí la triste historia de la preciosa vanina vanini junto con el resto de crónicas italianas...
acabé llorando (bueno, la verdad es que me pasé medio relato llorando) sufriendo y llorando en el tren... suspirando... porque stendhal siempre me ha hecho suspirar sin darme cuenta...
pero esta vez... no sé... me dejó el libro patri, el de los dos relatos de stendhal... así que los releí... pero no han habido suspiros... ni angustía, ni lágrimas... si, está muy bien escrito, muy stendhal (y stendhal siempre es un placer leerlo), pero los suspiros han desaparecido...
será que estos siete años se han llevado esa parte de mi que sabía suspirar? esa parte que se bebía a stendhal sin pensar? porque esta vez la historia me ha dejado indiferente... bueno, no tanto como indiferente, pero quizás si fría... como si la leyera desde lejos... desde la parte de las que saben que el amor no tiene porque triunfar, y mas con mentiras...
esta vez no he sido capaz de entender a la protagonista... de entender eltodovaleporamor... la parte positiva es que he alucinado con la calidad de stendhal, con su manera de contar historias, de complicar la trama pero a la vez explicandola de manera sencilla, como si fuera fácil contar las historias así... con esas letras, esas palabras, ordenadas de manera impecable... sin dejar de ser stendhal en ningún momento... digamos que la parte técnica se perdió entre mis lágrimas la primera vez que la leí...
sigo adorando a stendhal... como no?... solo que creo que de momento no releeré la cartuja de parma... me quedo con mis recuerdos de fabrizio... y esa sensación sin contrastar de que ese amor podría ser de verdad... ese que prefiere quedar preso por no perder al objeto amado... aunque ya no lo crea, quiero seguir suspirando, y quizás esta nueva manera de mirar las letras se lleve esos recuerdos del lago di como y de los amores maravillosos que un día suspirando creí posibles...
será la edad?
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