viernes, 17 de octubre de 2025

anoche terminé de leer "ahora" de brigitte giraud... sí, otro libro de duelo... sí, sigo enganchada a los libros de duelo, me vienen bien, me sienta bien leerlos, me reconfortan, me acompañan, me enseñan cosas y hacen que me sienta menos sola...

y aunque ayer ya copié el principio, lo vuelvo a copiar para poner en contexto el libro... y que dice brigitte giraud:

"Esta noche se ha muerto Claude. Yo lo quería.
Mi vida se detiene y empieza al tiempo. Para no nombrar el suceso digo «antes» y «ahora»... Antes, como si se tratase de un país, de un extenso territorio exuberante, mi continente. Antes, por supuesto, era algo blanco, luminoso, ingrávido, evidente. Antes era algo terso, emocionante a veces; éramos inmortales y cínicos. Estábamos vivos. La muerte de los demás no nos transtornaba"

entiendo lo que dice de que su vida se detiene y empieza al tiempo... yo también digo antes y ahora (y antes de y después de también...), y la entiendo... ay, cómo la entiendo...

brigitte se fue a parís a firmar unos libros y cuando volvió, su marido estaba en un quirófano porque había tenido un accidente de moto... en "ahora" brigitte giraud nos cuenta los primeros días, desde el accidente y la sala de espera al funeral...

"Está una de pie y mira. No puedo decirle que estoy aquí. No supo que yo iba a estar aquí, viva; y él, muerto. Así que no sabe una cuánto tiempo se tiene que quedar. Si toda la noche o tres minutos. Por primera vez una no le pilla el sentido a las cosas. Ya no existe el sentido. Quedarse, irse, todo da igual. En adelante está una sola para tomar decisiones. Hace lo que los demás esperan que haga. Y en vez de ponerse a chillar, a destrozarlo todo, a partirles la cara a los médicos -que ya se han ido-, se queda ahí, sin reaccionar. Da las gracias, se disculpa, es un cúmulo de esos buenos modales que le han inculcado toda la vida."

el sinsentido, la incomprensión, la búsqueda de sentido cuando ya nada tiene sentido, cuando las preguntas han dejado de tener respuestas correctas o incorrectas... y la educación... claro...

dice también brigitte giraud, en un momento que me hizo llorar:

"Claude no me ha esperado. No me ha dicho adiós. No me ha esperado y no salgo de mi asombro. Se ha muerto mientras yo no estaba, cuando yo había dado media vuelta. No lo entiendo. No lo entiendo. Ni una palabra, ni una última palabra para mí, un ademán, un abrazo."

mi amor tampoco me esperó... es esa la sensación... yo no estaba en el hospital, yo estaba trabajando, abriendo correos, haciendo la caja... sobretodo entiendo eso que dice la una última palabra... nadie sabe la de veces que he estado a punto de llamar a su hermano (que fue el último que lo vio consciente) para preguntarle (cuatro años después) si de verdad, de verdad, de verdad, no le dijo algo para mí, no sé, un dile que la quiero... claro que de sobra sé que no, que él no sabía lo que iba a pasar, y si no sabía lo que iba a pasar no pudo haber unas últimas palabras... pero aún así yo tampoco lo entiendo... lo siento, pero sigo sin poder entenderlo...

dice también brigitte giraud un poco más adelante que:

"Si te paras por el camino la has jodido. Seguir adelante, aunque no se sepa ya en qué dirección. Seguir moviéndose con lo que se mueve. No detenerse, nunca, para no pudrirse. A eso se le llama instinto de supervivencia. De repente, se le viene a una encima el instinto de supervivencia. Sí, de él se trata. Nos toma a su cargo, nos impide morirnos. Trabaja en la sombra; no le hemos pedido nada. Es algo automático. Y, no obstante, no vemos razón alguna para levantarnos por la mañana. Pero nos levantamos pese a todo, hilvanamos los minutos no tenemos más ambición que la de llegar a la noche. Y, por la noche, la de llegar a la mañana. No somos ya sino una unidad de tiempo que la actividad obnubila."

conozco la sensación... esa voz que te dice que no te pares, que sigas, lo de seguir trabajando el día de su muerte, lo de respetar los horarios más allá de todo sentido de la lógica... lo de levantarse de la cama sin no verle la razón, pero aún así levantarnos de la cama... cada día, todos los días de la semana, incluso los domingos... y me gusta eso de una unidad de tiempo que la actividad obnubila... 

la fase de negación fue una de las cosas que más me fascinó en su momento... esa negación pura aún sabiendo la verdad... esa esperanza como dice brigitte giraud...

"Todavía seguimos con la esperanza de que podemos despertarnos de este sueño? Vamos a despertarnos, verdad? Nos hemos portado bien hasta ahora, hemos interpretado nuestros papeles de forma impecable. Que nos digan que ya se acabó." 

y ese portarse bien, hacerlo bien, hacer lo que toca, para ver si así, al final, hay un premio y todo es mentira y solo era una prueba absurda y macabra y todo vuelve a la normalidad... sí, conozco esa sensación, ese pensamiento de que si lo haces todo bien, igual todo este desaparece y no es verdad y me despierto...

me cuenta también brigitte giraud:

"Pienso en el funeral. Quiero hablar. Quiero decir algo ante la asistencia. Tengo que hacerlo, contar ante testigos lo que fue mi vida con él. Decir a la familia, a sus padres, a mis padres, decir delante de nuestro hijo que teníamos una vida feliz. Ahora que soy la única que lo sabe, si desapareciera, si perdiera la cabeza, si me diera una amnesia, quién lo sabría? Parece ridículo hablar de felicidad cuando ya no existe, aceptar su realidad a posteriori. Descubro hoy que era feliz. Siento vértigo."

yo ya he contado en algún sitio la locura que me supuso tener que encontrar las palabras que quería que dijeran en su funeral... yo sabía que en ese momento no las tenía, lo tuve claro desde el principio, ni me plantee escribir yo misma nada porque hasta varios días después de su muerte fui completamente incapaz de escribir nada... yo buscaba una cita, un poema, algo de lo leído que dijera lo que sentía (que al final es uno de los motivos por los que leemos...), además yo buscaba una cita concreta, un poema de auden que joan didion quería que leyeran en el funeral de john (el mismo poema de auden que ni joan ni yo pedimos que leyeran, pero que leyó julia coria (me enteré hace poco en su libro "todo nos sale bien"), en el funeral de fabián... pero luego, cuando encontré el poema de auden no era eso, bueno sí que era eso, pero era demasiado eso, no sé cómo decirlo... así que estuve buscando un poema de cummings, el de llevo tu corazón (lo llevo en mi corazón), pero no, tampoco... solo meses después traduje el poema por mi cuenta y entonces dijo lo que quería que dijera, pero no en la traducción de la que disponía en ese momento, y en ese momento yo no estaba para ponerme a traducir nada... al final pedí que leyeran un poema corto de karin boye, el último poema que yo le había leído a él unos días antes en el hospital, y que me sigue pareciendo perfecto y acertado (y del que me sigo queriendo tatuar un verso, pero aún no sé en qué parte del cuerpo).

el caso, que la entiendo... la entiendo porque yo escribí, sigo escribiendo, precisamente por eso, para contar lo nuestro ahora que soy la única que lo sabe... ahora que soy la única que queda para contarlo...

y también la entiendo cuando un poco más adelante dice:


"Pero en realidad a quien quiero dirigirme es solo a él, con quien llevo varios días sin hablar; es a él a quien tengo que decirle cosas, cosas concretas." 

ay! sí, un montón de cosas concretas...

y sigue diciendo:

"Tengo esa responsabilidad. No decir algo convencional, algo cojo, algo fuera de lugar. Estar a la altura de nuestra historia de amor, a la altura del dolor. No contar el dolor, aprender a escribir de forma sencilla, sobretodo muy sencilla." 

creo que yo estoy intentando algo parecido...

y me encanta cuando dice:

"Esa es la pregunta. Se presenta como una evidencia. La hacemos cuando ya es demasiado tarde. Quién es de verdad ese hombre que acaba de dejarme? Me tomé el trabajo de entender? Si hubiera entendido, habría podido evitar? No pude evitar lo que ha ocurrido. De qué vale pasarse veinte años queriendo a alguien si no es una capaz de evitar algo así? Está muy bien eso del amor, pero por lo visto no protege de nada. Así que eso quiere decir que el amor no es nada del otro mundo: no impide la muerte. Da la impresión de que estoy haciendo un descubrimiento. Pues sí; estoy descubriendo algo inconcebible y obsceno." 

yo tampoco pude evitar lo que ocurrió... yo también lo descubrí con auténtico estupor: mi amor no lo salvó... y es jodido (muy jodido) seguir viviendo después de semejante descubrimiento...

que me ha encantado conocer a brigitte giraud, que me la dolido y reconfortado mucho su precioso libro... que ahora ya forma parte de mi grupo de apoyo al duelo imaginario/literario y que ya tengo localizados otros dos libros de ella traducidos al castellano...


y después de "ahora", aunque lo me pedía el cuerpo era seguir con algún otro libro de duelo (tengo varios por casa, como confesé hace unos días), al final me empecé "amarilla" de marta sanz (porque marta sanz era una de las suyas?... probablemente) y de momento me está gustando... 



No hay comentarios:

Publicar un comentario