y conseguí salir de "la frontera", de can xue el sábado por la noche...
en realidad el plan era terminarlo el sábado después de comer, pero en la frontera los tiempos son distintos, y apenas avanzaba en la lectura... yo tenía que ir a mi librería favorita (esa que está en la esquina de parís con valencia) a recoger el pedido que pasé el fin de semana pasado, pero quería acabarme el libro de can xue, pero no había manera... así que a falta de unas diez páginas me fui a mi librería favorita (que en circunstancias normales, diez páginas me suelen costar entre diez y quince minutos, pero teniendo en cuenta que llevaba media tarde para leerme las veinte páginas anteriores, en parte porque, como ya he dicho, en la frontera los tiempos son distintos, y en parte, porque como no estaba entendiendo nada, cuando no me distraía con el móvil, me distraía fregando los platos...).
y aunque mi intención era terminarme "la frontera" antes de empezarme otro libro... en el autobús de vuelta me empecé a leer "duelo sin brújula", de carme lópez mercader (la viuda de javier marías)
(porque la semana pasada, mi primo, el que trabaja conmigo, me mandó un artículo sobre la publicación de este libro (y del de rebecca west) porque sabe que estoy enganchada a los libros de duelo en general, y a los escritos por viudas en particular, y por eso hice el pedido, y porque el autobús iba desviado, y luego estuvo diez minutos en la parada de regulación, y tenía muchas ganas de leer el libro de carme lópez mercader...)
y aunque mi intención cuando me lo empecé, era leerlo en el autobús, y luego dejarlo al llegar a casa y terminarme el de can xue, la verdad es que una vez ya en casa, seguí leyéndolo, y no lo solté hasta que lo terminé... porque es una maravilla maravillosa y dolorosa...
(recuerdo cuando murió javier marías, porque pensé en wne, claro, en la pena que le habría dado... además, esto ya lo he contado, precisamente de javier marías era el último libro que él se empezó a leer en el hospital, y que como, pobrecito mío, no pudo acabar, me terminé yo por él en el primer verano de su ausencia... también sobre javier marías eran algunas de nuestras discusiones más animadas... él aseguraba que el marías, que era uno de los suyos, aunque yo no lo supiera era uno de los míos (cosa que curiosamente constaté al leerlo), y que me encantaría leerlo... yo le decía que el marías no me caía bien, y él aseguraba que lo confundía con otro o que había habido algún tipo de malentendido, porque estaba seguro de que si me lo leía me iba a encantar, incluso más que a él, porque el marías y yo compartíamos más lecturas, según decía...)
(y diré que empecé a llorar en el autobús ya con la dedicatoria, porque ella se la dedica a su bien... curiosa casualidad... (me encantaría preguntarle si es también por un verso de joyce...))
dice carme lópez mercader al principio del libro que: "Este pequeño libro es lo último que se va a publicar en la editorial Reino de Redonda, creada por Javier Marías, con quien compartí este proyecto y con quien compartí la vida."
y explica su proyecto editorial y sus porqués...
y poco después empieza: "Primero llega la muerte y después el duelo, la desolación infinita.
Casi siempre acompañada de dolor, así como de la pena y la tristeza más absolutas, de desconcierto, incredulidad, consejos y opiniones. También de intentos de consuelo, sin excepción destinados al fracaso.
Nada nos prepara para la pérdida, y menos aún para una devastadora, por más que la razón nos diga que es una posibilidad. Y la realidad es que, si llega, no sabemos cómo enfrentarla."
sí, sí, sí... todo cierto... asentía yo en el autobús... y no, no, no, nada nos prepara para esto, no...
y sigue un poco más adelante diciendo: "Terra incognita, así es como se denominaban en los mapas antiguos los territorios desconocidos, que, por serlo, los cartógrafos llenaban de seres imaginarios. «Más allá hay dragones», advertían. Es decir, monstruos.
En la terra incognita del duelo también nos los vamos a encontrar. A veces los que surgen de nosotros mismos y otras llegados de lugares extraños e insospechados. Pero a todos nos vamos a tener que enfrentar solos, sin mapa, y, a diferencia de lo que Javier, mi marido, decía que guiaba su escritura, también sin brújula.
Porque una de las muchas cosas malas que enseguida vamos a descubrir del duelo, es que se trata de un desierto sin puntos de referencia que nadie puede recorrer por nosotros y sólo a duras penas con nosotros.
Y cuando al cabo de los días recuperemos algo del intelecto que se nos ha escurrido con el mazazo y el dolor, se nos va a revelar otra cosa asimismo desconcertante: que, en adelante, en esa existencia vaciada van a convivir dos realidades, la nuestra, la de los que hemos sufrido directamente la muerte de nuestro muerto, y la de todos los demás.
Separados por un abismo que parece imposible de salvar."
ay, sí, conozco esas dos realidades y ese abismo... sí...
dice también carme lópez mercader que "No esperaba que fuese a ser fácil, en eso no me engañé ni un minuto, pero tampoco que el dolor fuese a ser tan feroz. Que me fuera a embargar por completo hasta el punto de casi impedirme pensar.
Dolor en estado puro, y completamente inútil, porque, por más que se lo experimente, sentirlo nunca conseguirá borrar la causa."
yo tampoco esperaba que fuese a ser fácil, desde el diagnóstico sabía que me iba a doler, que me iba a doler mucho, que iba a ser terrible, pero tiene razón en que no me esperaba que fuera tan feroz, como dice ella, tan salvaje como me suelo decir yo...
dice poco después: "Pienso mucho en los dolientes que he conocido y que en mis actuales circunstancias adquieren otra dimensión. Debo confesar que antes de esto sólo tenían una, sobre todo las viudas, una plana y sin apenas consistencia.
Para mí eran sólo mujeres tristes a las que se les saltaban las lágrimas de manera intempestiva. «Ay, mi Tal», decían a veces algunas, incomodando con su tristeza a todo el mundo.
Ahora entiendo que tenían su propio curso de pensamiento subterráneo en medio de la normalidad que discurría a su alrededor."
y carme lópez mercader me explica así a mí misma esa manía que tengo desde hace tres años de nombrarlo a destiempo... me gusta eso del propio curso de pensamiento subterráneo en medio de la normalidad que me rodea...
dice también que "Los primeros días, muchos días -tantos que a veces se convierten en muchos meses-, piensas en bucle, sin dar crédito, con la mente colonizada por esa catástrofe tan absoluta y terrible que para ti siempre es como si acabara de suceder. «Está muerto», te repites horrorizada, intentando entender que es verdad."
ay, sí, seguía asintiendo ya en casa... totalmente cierto... conozco ese estribillo de los primeros días, de los primeros meses, que tres años y medio después, me sigue sorprendiendo (cada vez menos, eso también es cierto) en determinados momentos...
me gusta también cuando dice que "Sé casi todo lo que Javier diría de todo, por lo que todavía me parece oírlo opinar o comentar esto o aquello"
y continúa: "Seguramente alguna vez aprendamos a vivir con la ausencia, a llenar la vida con cosas que antes no teníamos o recuperar otras que sí teníamos, pero lo que nunca vamos a hacer es olvidar. Y ese no olvidar es como una roca inamovible que ya para siempre va a estar en nuestra existencia, en la que la ilusión de movimiento la produce sólo lo que gira a su alrededor."
y carme lópez mercader no sabe hasta que punto le agradezco sus palabras... me consuela... me consuela pensr que seguramente alguna vez aprendamos a vivir con la ausencia, pero me consuela sobre todo que diga que lo que nunca vamos a hacer es olvidar...
asiento también al leer que "El duelo tiene muchas cosas malas.
Rectifico. El duelo es malo de manera absoluta, completa y sin resquicios.
Ya, ya sé que se dice que el padecimiento tiene su parte positiva, que enseña, curte, fortalece. Pero les voy a revelar un secreto: para conseguir todo eso no hace falta pasar un duelo, vivir un hundimiento de tal magnitud que no parece hecho a la medida del ser humano. Porque, atención espóiler, pasarlo mal no es la única manera de aprender o hacerse fuerte, o mejor persona, o más desarrollado, o lo que sea que se pregone."
esa sensación la tengo yo desde el principio...
sonreí cuando leí: "«Cómo estás?» Es la pregunta más temida y la que probablemente más vamos a oír en los meses que siguen a un fallecimiento.
Es normal. Qué nos va a preguntar si no la gente que se interesa por nosotros?
Y sin embargo a mí ha llegado a sacarme calladamente de mis casillas.
Mal, estoy mal. Cae por su propio peso. Pero no lo quiero estar diciendo cada vez que me pregunten, y tampoco fingir que estoy bien, porque ni lo estoy ni soy capaz de fingirlo.
Cuál es pues la alternativa? Ya lo he dicho, que nadie pregunte nada. Que me ignoren."
(si pudiera hablar con carme lópez mercader, le diría que he tenido la misma sensación, me he enfrentado al mismo problema, el cómo estás? y cómo contestar correctamente, creo que es una de las pesadillas de toda viuda (aunque yo sigo sin saber si soy viuda), pero leyéndola me acordé de una situación aún peor y más surrealista que me hizo sentir aún más vulnerable que el cómo estás? y fue su ausencia deliberada... sí, hace ya tiempo, una cena de esas a las que no quería ir (manía que he descubierto que comparto con carme lópez mercader, la de no querer salir a cenar), con dos de mis mejores amigas... llegué y ellas ya estaban sentadas, se levantaron, me dieron dos besos y siguieron hablando de lo que sea de lo que estuvieran hablando sin preguntarme cómo estaba... no sé si a alguien más le ha pasado, imagino que sí, pero esa ausencia es llamativa... el cómo estás? es casi automático, igual que el bien, gracias, lo es... pero si tú te vuelves incapaz de contestar como toca, acabas provocando que no te pregunten... lo que genera una situación extraña e incómoda, porque durante toda esa cena fui consciente de que podía hablar de lo que quisiera, pero no de cómo estaba... lo que te lleva a plantearte lo pesada que has debido ser para que dos de tus mejores amigas eviten preguntarte cómo estás? para no tener que escuchar tu dichosa respuesta... en fin...)
al hilo de esto dice poco después carme lópez mercader: "Durante el duelo pasa asimismo una cosa extraña que no sé si es real o imaginación mía, pero creo que es real, porque se repite con diferentes personas y en distintas circunstancias.
Llega un momento en que quien ha muerto es como si dejara de existir. Sigue presente como idea, como nombre, como ser querido o amigo que ya no está con nosotros, pero he visto que cuando menciono el cráter que ha dejado en mi vida, o digo que ésta tiene un antes y un después de esa muerte, apenas me dejan terminar y me acabo arrepintiendo de haber abierto la boca."
cierto... no llores, no hables, no muestres tu dolor porque hay cosas que no queremos mirar, porque el dolor duele y es obsceno (eso llegas a sentir) pronunciar su nombre o pretender decir lo que te está pasando...
hay un momento precioso del libro en el que carme lópez mercader cuenta que "Cuando hacía pocos días que Javier había muerto, mientras dormía noté que me pasaba un brazo por la cintura, él también dormido a mi lado. Y por unas décimas de segundo creí que estaba allí, porque verdaderamente noté el peso de ese brazo. Hasta que, para mi desconsuelo, mi lucidez logró despertarme."
y también es precioso cuando dice: "«Mi espíritu está dentro de ti y el tuyo dentro de mí», le dice en una película un anciano indio a una mujer blanca, por razones que no vienen al caso.
En el duelo casi nada consuela, pero a veces una frase como esta te da un pequeño saliente para descansar en la escalada de la roca.
Es una frase breve y, sin embargo, contiene todo el mundo en ella. Porque el espíritu es el otro. Su esencia, todo su ser del que el nuestro se ha ido impregnando a lo largo de los años."
y precioso es también el final, cuando carme lópez mercader dice: "Y aunque en este texto creo que ha quedado suficientemente claro que carezco de espacio mental o capacidad para estas cosas, he de reconocer que desde ese momento no puedo dejar de sentir a Javier conmigo a todas horas. Una presencia que me ha dado paz, aunque también me esté causando quebraderos de cabeza.
Me compadezco bastante de mí misma, de hecho diría más, me doy un montón de pena, porque soy consciente de que quiero tanto estar con él que hasta estoy dispuesta a suspender la incredulidad y aceptar la presencia de un fantasma a mi lado para lograrlo."
yo también me compadezco de ella, y de mí, porque me pasa algo parecido...
una maravilla de libro, una maravilla preciosa... y que lamento mucho su pérdida... y que tengo que leer más al marías (por ella, que ahora forma parte de mi grupo de apoyo al duelo imaginario/literario y por wne, claro...)
y después del maravilloso, precioso, consolador y reconfortante libro de carme lópez mercader, me leí las diez páginas que me quedaban (y el índice de personajes con la esperanza de encontrar la clave para entender la novela de can xue) de "la frontera", y aunque no sería capaz de decir de qué va (ni ya puestos a confesar, si los personajes están vivos o muertos, si son de verdad o las pesadillas unos de otros, o una panda de pacientes de psiquiatría escapados de un sanatorio en distintas épocas... sí, todas estas hipótesis y un par más he llegado a barajar...) sí que puedo decir que me lo he terminado... que lo mío me ha costado...
y después del larguísimo libro de can xue, por aquello de acción/reacción, me leí varios libros cortos...
así que pasé la mañana del domingo con colette... retomé el cuarto tomo de sus obras completas, y me leí "entre la multitud", una recopilación de artículos en los que estuve con colette en la cámara de los diputados, en un desfile militar, en una visita al congreso (en la que colette me hizo un estudio de las mujeres que allí acuden), en el desfile con motivo de la visita de los reyes de inglaterra a parís, en un juicio por asesinato, en un suceso entre el gentío en el que fuimos arrastradas por la multitud, en otro juicio, en una noche de elecciones, en el final del tour de francia, dando un paseo en dirigible, y después dando un paseo en globo, en un combate de boxeo, en una visita a la universidad popular, en el cementerio de montmartre, en una fiesta de fin de año, y en una conferencia... una mañana de domingo de lo más entretenida...
después tuve comida familiar en casa de mis padres, con mi primo el médico, su mujer, mi sobrina la mayor, mi hermana la mediana y mi sobrino nuevo (y mis padres, claro), y mientras mi sobrino nuevo dormía la siesta, a su lado me empecé a leer "el perfeccionista en la cocina", de julian barnes (de mi grupo de apoyo al duelo imaginario/literario... el que me dijo que estaba adecuadamente triste...), y he de decir que me lo pasé pipa con julian barnes en la cocina...
(además me encantó el detalle de que julian habla en el libro de "la mujer para la que el perfeccionista cocina" que es m, su mujer, que cuando escribió el perfeccionista estaba viva, y aunque parezca mentira, eso me emocionó mucho...)
y me reí, bajito, porque tenía a mi sobrino durmiendo la siesta al lado, mucho con las aventuras y desventuras de julian barnes en la cocina...
y me lo terminé ya en casa... y ya por la noche me leí "voces", de claribel alegría (también de mi grupo de apoyo al duelo imaginario/literario) que es una maravilla (como siempre lo es leer a claribel), y además de unos cuantos poemas para mi petit palais y mis apuntes para esa antología de poetas en castellano, me quedé también un par (o tres) para mi antología de pájaros, y éste que copio aquí, para bud, que dice:
SeñalesAllí donde tú estásno llegan mis señalesaún asíte seguiré buscandote seguiré nombrandohasta que llegue el díaen que yo mismaseatu señal.
y que iba a colgar en mi instagram, pero visto que últimamente las reacciones no son las que me espero (juro que cuelgo los poemas que cuelgo porque me gustan y no para incomodar a nadie en concreto), creo que voy a dejar de poner poemas allí por un tiempo...
(no quiero ser la pesada oficial, que diría mi querida carme lópez mercader...)
una maravilla las "voces" de la gran claribel alegría...
y aún me dio tiempo antes de irme a dormir de empezarme "quién mató a bambi?", de monika fagerholm... y de momento, muy entretenida...
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