y después del libro de concha méndez, me leí el último de sigrid nunez, "los vulnerables", una maravilla maravillosa...
y el libro empieza así:
""Era una primavera vacilante."
Me había leído el libro hacía mucho tiempo y, salvo esta frase, no recordaba casi nada de él. No podría hablarte de las personas que aparecían en el libro ni de lo que les había sucedido. No podría haberte contado (hasta más tarde, después de buscarlo) que el libro comenzaba en el año 1880. No es que fuese importante. Cuando era joven creía que era importante recordar lo que ocurría en cada novela que leía. Ahora sé la verdad: lo que importa es lo que experimentas al leerla, los estados de ánimo que evoca la historia, las preguntas que te vienen a la mente, no tanto los hechos ficticios que se describen. Esto te lo deberían enseñar en el colegio, pero no lo hacen. En cambio, siempre hacen hincapié en lo que recuerdas. De no ser así, cómo podrías escribir una crítica? Cómo lograrías aprobar un examen? Me cae bien el novelista que confesó que lo único que se le quedó grabado después de leer Anna Karenina fue el detalle de una cesta de picnic con un tarro de miel dentro. Lo que se me ha quedado grabado todo este tiempo tras leer Los años fue cómo empezaba, con esa primera frase, seguida de una descripción del tiempo."
y es que un libro que empieza con una cita de la woolf, a mí ya me tiene ganada... pero es que si encima la nunez me habla de algo que llevo sintiendo un tiempo (que no recuerdo exactamente lo que leo, sino que lo que guardo son más bien sensaciones...), pues no se puede pedir más...
y es que en "los vulnerables", sigrid nunez me ha contado su confinamiento... en nueva york, con un loro, y con un extraño compañero de piso inesperado...
las calles vacías, la sensación de que pasear iba contra las normas, la distancia de seguridad, el no saber cómo hacer las cosas normales... y citas, y lecturas, y la escritura, y la autoficción, y las preguntas sin respuestas y los recuerdos que nos asaltan... que me ha fascinado...
dice en un momento dado:
"Era mucho más seguro, nos dijeron, que nos trajeran directamente a la puerta de casa la compra y cualquier otra cosa que pudiéramos necesitar o desear. (Qué confinamiento?, rezaba un tuit viral, que lo describía más bien como «la clase media se esconde mientras la gente de clase trabajadora les lleva cosas»."
(yo, que como trabajadora esencial (cosa que cuatro años después sigo sin entender) tuve que dar servicio y atender a desconocidos que venían a comprar pilas, bombillas y demás; a la vez que no podía ver a mi pareja o a mi hermana, porque no era legal, entiendo esa versión del confinamiento... te digo más, yo en aquellos dos meses, no pedí nada por internet... no compré libros, no pedí comida para llevar, no compré ropa y nada que no fuera esencial, y a hacer las compras esenciales (comida y farmacia) iba yo, andando... en fin... sigamos...)
también dice sigrid nunez en un momento del libro que:
"Parecía dar igual en qué centrase mi mente: siempre era presa de pensamientos intrusivos. Y aquí se me presenta un dilema: describir o no describir esos pensamientos. No quiero describirlos, pero tampoco quiero que pienses que es por pereza. La verdad es que este es uno de esos raros momentos de la escritura en los que no le veo ventajas a ser específica. No basta con que te diga que esos pensamientos, que podían surgir en cualquier momento y a veces lo hacían hasta una docena de veces por hora, eran perturbadores? Breves pesadillas de vigilia. No estoy hablando de escenas retrospectivas de algo que hubiera vivido realmente; de hecho, rara vez aparecía yo misma. Era más bien como si un vasto catálogo de posibilidades violentas e inhumanas se hubiera alojado en mi mente, y en contra de mi voluntad siquiera pasando sus páginas. Una especie de libro de Pandora."
(conozco la sensación... creo que ya he contado alguna vez que yo durante el confinamiento estaba más enfadada que asustada... estaba enfadada porque no era capaz de entender el arresto domiciliario por un lado, y por otro, lo de tener que trabajar... en mi cabeza eso no funcionaba bien... yo no podía ver a mis sobrinos, ni ver a mi abuela, pero podía venderle una web cam a cualquiera que viniera hasta la tienda... como decía, creo que lo he contado alguna vez, miedo sólo tuve una noche, más o menos cuando ya llevábamos un mes de confinamiento (en aquellas dos semanas que yo llamo el confinamiento duro), en la que me vine abajo, en la que las imágenes de los males que iban a sobrevenirnos me abrumaron y no podía parar de llorar porque estaba convencida de que íbamos a morir todos, y además no íbamos a poder despedirnos... pero eso fue una noche, un momento puntual, como digo, yo en el confinamiento estaba más sorprendida y enfadada que asustada... la verdad es que conozco esa sensación de siempre, esas breves pesadillas de vigilia me son habituales... imágenes vívidas de cosas que ni han pasado, ni tienen porque pasar, pero que me hacen pasar un miedo tremendo... sobre todo desde la muerte de wne, y desde que nació mi sobrino nuevo...)
y me pasa un poco como a la médico voluntaria a la que la nunez le presta el apartamento y con la que habla en un parque (recuerda cuando sólo se podía quedar en los parques...) que dice que:
"Si todos los habitantes del planeta hubieran aceptado llevar mascarilla y mantenerse a dos metros de distancia unos de otros durante un periodo de tiempo determinado -y corto-, el Covid no habría tenido ninguna oportunidad, afirmó. Ahora es demasiado tarde, y son los más vulnerables los que no tienen ninguna oportunidad."
yo también lo creo...
que me ha encantado volver a leer a sigrid nunez, y que el tema del confinamiento, me sigue fascinando...
y después del libro de la nunez, como era domingo, me acordé de que me estoy leyendo a esos señores que ganaron el nobel a los que no tengo el placer de haber leído, y como en breve darán el nobel, pues me leí "los intereses creados", de jacinto benavente...
una comedia de equívocos de lo más entretenida, y que además (cuidado, spoiler!) acaba bien...
así que encantada...
y como el sábado por la tarde, en el bus que me traía del partido de fútbol me empecé a leer la "sonata mulattica", de rita dove (es que el sábado por la tarde fue muy entretenido, me fui a mi librería favorita a recoger un pedido, y le conté a una de mis amigas que voy a publicar un libro, y se alegró un montón, y me dijo que la mantenga informada para pedirlo en cuanto salga... y después me fui al fútbol con unos amigos, porque mi padre está de viaje... y el valencia ganó, así que bien, gracias... y después del partido quedé con mi sobrino el mayor, que ha venido este finde de permiso, total, que salía de casa a eso de las cuatro y algo y volvía sobre las diez de la noche... que para lo poco que me gusta salir de casa sola, he de decir que no está nada mal...), pues después de la obra de teatro del jacinto benavente, me la terminé de leer...
una maravilla, también el libro de la rita dove...
y anoche me empecé a leer "acción de gracias" de richard ford (la tercera parte del periodista deportivo), pero hoy ha salido a la venta el último de la ali smith, y ya me lo he comprado... así que igual interrumpo la lectura del de richard ford (sólo me he leído el primer capítulo), y me empiezo el de la ali... no sé... ahora a mediodía decidiré qué hacer...
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