miércoles, 28 de agosto de 2024

(lecturas vacacionales. vol. iii)

y después del poemario de clara lair, me leí "las propiedades de la sed" de marianne wiggins, uno de esos días que decía que compré y que me guardé para las vacaciones (por aquello que decía la szymborska de que el verano es un buen momento para leer novelones (ella lo decía de otra manera, pero viene a ser eso...)

y es una maravilla, un novelón, una locura... las guerras del agua, los campos de concentración en estados unidos durante la segunda guerra mundial, un millonario y su hermana en un rancho (maravilloso cuando los hermanos descubren que son ricos), y la comida, y el amor, y las curiosas casualidades... y además el saber que la autora sufrió un ictus antes de acabar el libro, y lo que le costó (y le ayudó) terminarlo...

y repito que es una maravilla, un novelón, una locura... una novela coral, que cuenta una parte de la segunda guerra mundial sobre la que no había leído: el internamiento en campos de concentración de ciudadanos de origen japonés después del ataque de pearl harbor...

la historia de la familia rhodes, mezclada con la historia... espectacular, de verdad...

hay un momento de la novela que me gusta especialmente, así que lo copio aquí, y es que marianne wiggins dice, por boca de uno de sus personajes que...

"En la facultad de Derecho había aprendido que llegaba el día en que te pedían que pronunciaras un discurso. Y también un día, con ocasión de la muerte de un amigo o de uno de tus padres, o del nacimiento de tu hijo, o de tu primer enamoramiento, necesitarás encontrar las palabras para describir lo que sientes, para comunicar la plenitud de lo que percibes como eso indescriptible que llevas dentro, un torbellino o un fuego o una niebla o, simplemente, la forma de tu propia alma. Levántate y cumple. Y en esos momentos no querrás equivocarte. No querrás bucear en tu interior y salir a la superficie sin palabras. Querrás, porque te lo debes a ti mismo, moldear algo de la nada, ser capaz de extraer sentido del silencio, el ser del no ser. El lenguaje debería encender en la mente la mecha de la imagen, prender la cerilla que da lumbre a la vela, mover a la acción, al pensamiento. El lenguaje debería ser llamado a prestar declaración antes de que termine el noviazgo; debería cantar a los cuatro vientos, prestar juramento, profesar su credibilidad."

lo dicho, una maravilla...


y después del novelón de la wiggins, me leí (o debería decir que me seguí leyendo) la "antología poética" de thomas hardy, la que ha sacado hace poco alba...

(y aclaro lo de seguir leyendo, porque esta antología de alba, me la compré porque estoy segura que de que él me la habría regalado, como me regaló todas las antologías de alba cuando estábamos juntos... además, leí en algún sitio (juraría que un libro de la jeanette winterson) un poema de hardy que me quedé para mis distintos tonos de color negro, así que me imaginé que en esta antología encontraría poemas para mi duelo... pero, como ya me había pasado antes en alguna ocasión, mi lector de ebooks (sí, definitivamente estoy enganchada a la lectura digital), no abría bien el libro (me pasa a veces con los de poesía y por eso sigo comprando la poesía mayoritariamente en papel) así que me lo he ido leyendo en el móvil en esos momentos de espera (autobuses, cafeterías, salas de espera y demás) que me pillan sin un libro a mano por lo inesperados... y me lo terminé una tarde en el chalet de mis padres, mientras mi sobrino nuevo dormía la siesta...)

una maravilla conocer a hardy (del que confieso no haber leído apenas nada) y sus poemas (de los que a parte de alguno para mis distintos tonos de color negro, me he quedado unos cuantos para mi antología de pájaros...)


y después de la antología de hardy, me leí "bajo una estrella cruel" de heda margolius kovály, que empieza así:

"Tres fuerzas modelaron el paisaje de mi vida. Dos de ellas aplastaron a medio mundo. La tercera era muy pequeña y débil y, en realidad, invisible. Era un pajarito tímido, escondido entre mis costillas, unos pocos centímetros por encima de mi estómago. A veces, en los momentos más inesperados, el pájaro se despertaba, alzaba la cabeza y sacudía las alas como en éxtasis. Entonces, yo también alzaba la cabeza, pues en ese preciso instante sabía a ciencia cierta que el amor y la esperanza son infinitamente más poderosos que el odio y la furia, y que en algún lugar más allá de la línea de mi horizonte estaba la vida, indestructible, siempre triunfante.
La primera fuerza fue Adolf Hitler; la segunda, Iósif Vissariónovich Stalin. Ellos hicieron de mi vida un microcosmos en el que se condensa la historia de un pequeño país en el corazón de Europa. El pajarillo, la tercera fuerza, me mantuvo con vida para poder contar esta historia."

y la historia es digna de ser contada... heda escapa de un campo de concentración en un traslado, consigue llegar a praga, y descubre que no tiene dónde esconderse... los amigos ya no son amigos, ella no quiere poner en peligro a nadie, y aunque hay gente buena que la ayudará, será todo muy complicado...

y entonces praga será liberada, terminará la guerra, se reencontrará con su amor de antes de la guerra, se casará con él, y creerá en el comunismo, hasta que el comunismo le arrebate a su primer marido... y otra vez lo mismo, los amigos no serán amigos, ella no querrá poner en peligro a nadie, pero para entonces ya tendrá un hijo, y por ese hijo tendrá que aguantar y que luchar...

una maravilla... bueno, no, una vida muy jodida... sobrevivir a los nazis para que te asesinen los comunistas no deja de ser jodido... y además está ese vacío (esos dos vacíos) cuando necesitas ayuda y no hay nadie que te ayude, no por maldad, sino por miedo...

la segunda guerra mundial y la posguerra en praga... que me ha encantado leer este libro y conocer a heda margolius kovály...


y después de las memorias de heda margolius kovály, me leí "el fantasma de las palabras" de louise erdrich (porque aunque él no me la descubrió, me regaló una de sus novelas para uno de mis cumpleaños?... es más que probable...)

y en "el fantasma de las palabras", louise erdrich mezcla libros y librerías con la cárcel, las segundas oportunidades, los fantasmas, las tradiciones, el amor, la maternidad sin haber sido madre, y el confinamiento y la desescalada, y el coronavirus y el asesinato de george floyd y las manifestaciones, el gas pimienta, la ciudad en llamas y los hospitales...

un novelón... una maravillosa mezcla, en la que los libros ayudan a sobrevivir, y son puentes, y cadenas... y he sonreído al comprobar que la erdrich y yo compartimos lecturas y algunos favoritos, y he anotado algunos libros que necesito leer después de leer este libro...

que me ha encantado mucho... y ya tengo otro libro de la erdrich, porque de verdad que me encanta leer a esta mujer...


y después del libro de la erdrich, retomé el tomo de poesía completa de la lumen de alejandra pizarnik, y me releí "la última inocencia"... 

(y me reencontré con uno de los poemas que durante el mes que pasamos en el hospital se convirtió en uno de esos estribillos que me repetía a mí misma sin darme cuenta... el canto que dice que "el tiempo tiene miedo / el miedo tiene tiempo / el miedo // pasea por mi sangre / arranca mis mejores frutos / devasta mi lastimosa muralla // destrucción de destrucciones / sólo destrucción // y miedo / mucho miedo / miedo.")

gradísima la pizarnik... que maravilla es volver a leerla siempre...



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