viernes, 2 de febrero de 2024

y ayer terminé de leerme las "cartas revolucionarias" de diane di prima, recién publicadas por la visor, y son una maravilla...

a ver, que ya me hizo ilusión sólo de ver que las habían publicado... además como la última vez que intenté leer a diane di prima tuve que dejarme el libro a mitad (el único libro que me he tenido que dejar a medias en mi vida, pero no por el libro, sino por mí, que no era el momento... y ahora que lo escribo estoy pensando que igual es el momento (ahora no, porque acabo de leerla, pero en un par de meses o tres, quizás) de retomarlo y terminarlo...)

en fin... que me han encantado las cartas revolucionarias... 

como la primera, la mítica carta en la que diane di prima dice:


Carta revolucionaria N.° 1

Ahora comprendo que lo que está en juego
soy yo misma, no tengo más dinero
para pagar rescates, no tengo nada que romper o canjear
excepto mi vida, mi espíritu sustraído, esparcido en trozos
sobre la mesa de la ruleta; recupero lo que puedo,
no tengo otra cosa que empujar bajo las narices del maître de jeu,
nada que tirar por la ventana, ninguna bandera blanca,
esta carne es lo único que puedo ofrecer para rematar la jugada
con esta cabeza apremiante, sus ocurrencias, mi movimiento
mientras nos deslizamos sobre este tablero de go,
avanzando siempre 
(eso esperamos) entre líneas.

o la tercera carta, en la que diane da instrucciones muy concretas y hasta una lista de la compra:


Carta revolucionaria N.° 3

Haced acopio de agua; procurad llenar la bañera
en cuanto la cosa empiece a ponerse fea: en el distrito 4
cortaron el agua un día entero durante los disturbios de Newark;
o mejor aún, acostumbraos 
a dejar la bañera limpia y llena cuando no la uséis,
cambiad el agua una vez al día, eso debería bastar
para lavarse, para tirar agua por el inodoro cuando sea necesario,
y para cocinar, si estáis en un apuro, aunque también
es buena idea guardar algo de agua embotellada:
buscad unas garrafas de veinte libros y dejadlas llenas
para cocinar
  
haced acopio de comida: los alimentos secos como el arroz
y las alubias se conservan fácilmente y cunden más;
LA SAL ES MUY IMPORTANTE: es salud y energía
y también es curativa, guardad unos cuantos kilos de sal,
y también unas latas de atún, porque somos unos malcriados,
y así no nos desanimamos y mantenemos la ilusión 
de una "dieta equilibrada", una cierta "ingesta de proteínas";
recordad que las tiendas pueden estar cerradas durante un tiempo
y quizás los camiones no puedan entrar en vuestra zona
durante algunas semanas, pero con eso
estaréis tranquilos hasta nuevo aviso
   
con 10 kilos de arroz integral
       10 kilos de harina integral
       10 kilos de harina de maíz
       10 kilos de granos buenos, de soja o frijoles
        2 kilos de sal marina
        2 litros de aceite del bueno
   
las frutas desecadas y las nueces
añadirán nutrientes y una sensación de lujo
a esta dieta, una calabaza o un coco
pueden durar hasta seis meses en un lugar fresco de vuestro piso
   
recordad que estamos acostumbrados a comer menos
que el "americano medio", lo llevaremos bien:
antes de sentir que tenemos hambre
los demás estarán ya muertos de hambre
porque comen carne y beben leche a diario,
y la ayuda  llegará, hasta el día en que ya no llegue ayuda 
y entonces estaréis solos
   
haced acopio de cerillas, ya no se os da bien
eso de frotar un palo con otro,
la yesca es útil, si sabéis usarla,
no contéis con estufa de gas, calentador de agua
o luz eléctrica,
tened una parrilla y carbón, un ENCENDEDOR
siempre es útil, lámparas de queroseno y velas,
aprended a mantener el calor con la respiración, 
recordad la bendita costumbre americana del acopio


o la carta número diecisiete, en la que dice:


Carta revolucionaria N.° 17

Tendremos que apretarnos todos
un poco el cinturón;
NO habrá
un Cadillac ni una casa de 40.000 dólares 
para cada uno;
sencillamente 
el planeta no lo soportaría
   
pero habrá comida
suficiente, las "necesidades básicas"
estarán cubiertas; tendremos que tirar
los lujos por la borda 
   
hasta el más pobre de nosotros
tendrá que renunciar a algo
para vivir en libertad

también me gusta mucho la número veinticinco, en la que no sé si diane se puso práctica o paranoica:


Carta revolucionaria N.° 25

Identificad cada salida
de vuestras casas, adónde da cada callejuela 
de vuestras manzanas, con qué patios traseros conectan,
qué paredes se pueden escalar, qué arbustos
soportarían el peso de una persona adulta.
Construid en alguna de vuestras paredes un escondite
donde quepa una persona, aseguraos de saber qué vecinos
os dejarán colaros por su puerta trasera y salir
por el jardín de adelante mientras el Tipo está aparcado
frente a vuestras casas, o haciendo todo trizas,
aseguraos de saber qué vecinos no estarán en casa,
qué sótanos estarán abiertos, a quién podéis llamar
en vuestro barrio para que os haga los recados,
supervise la manzana, planee vuestra escapatoria 
mientras esperáis inquietos dentro y alguien
vigila vuestra casa...

y antes de cortar y cerrar (ays!) copiaré también la carta número cuarenta y seis... porque me parece importante...


Carta revolucionaria N.° 46

Y a medida que aprendáis la magia, aprended 
a creer en ella.
No os "sorprendáis" cuando funcione, socavaréis 
vuestro poder.

espectaculares las cartas revolucionarias de diane di prima...


y en una de sus cartas (no recuerdo en cuál) diane citaba el libro tibetano de los muertos... libro que tengo en el ebook hace meses y que he empezado a leer varias veces, pero que no me decidía a seguir leyendo... así que después de haber disfrutado tanto con sus cartas revolucionarias, decidí que era una señal el hecho de que ella citara un libro que tengo guardado en mi ebook y me lo leí anoche...

y no sé qué esperaba, pero sé que fuera lo que fuera lo que esperaba, no pasó... no tuve una revelación, no entendí su muerte ni nada parecido... no tuve una iluminación (sí, sé que le pido demasiado a la lectura), pero sí que es cierto que al terminarlo, mientras me fumaba un cigarrillo en la cocina, mirando de reojo el reloj, porque hacía mas de una hora que yo tendría que haberme ido a dormir, sentí una sensación de paz muy agradable... y no sé explicar el porqué... sólo sé lo que sentí anoche... así que le doy las gracias a diane di prima... por lo inspiradoras que son sus maravillosas cartas revolucionarias y por "recomendarme" que me leyera el libro tibetano de los muertos... 


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