martes 15 de febrero de 2022

el fin de semana estuve leyendo "el médico rural" de balzac, una maravilla de novela, en la que primero el médico rural le cuenta la historia de como ha cambiado el pueblo del que es alcalde al militar que va a visitarle, y las historias de algunos de los vecinos, después le cuenta su triste historia, y a cambio, el militar le cuenta la suya, que también es triste... el final me pilló desprevenida, la verdad, pero la novela es una maravilla maravillosa...

después me leí el "manifiesto de ruinas y destellos" de gladys ilarregui, el último premio carmen conde de la editorial torremozas (a la que ya he renovado mi suscripción, uniendo este gasto a mis excesos del mes de febrero, pero como es un gasto anual, creo sinceramente que no debería incluirlo en los gastos de este mes en libros... pero aún así no deja de ser un gasto, así que descarto comprarme este mes el anillo que tengo que comprarme de su parte (me dijo en el hospital que tenía que elegir un anillo de pandora, y ya lo he elegido, pero me da tantísima pena ir a probármelo que lo voy posponiendo...) y sólo estamos a mediados de mes...)

el libro de gladys ilarregui me encantó... el único pero es que es cortito... voy a copiar un poema como muestra...


El cubrebocas / The Mask

Entonces, tomé la lámpara, la más pequeña, y fui, en
puntas de pie, hasta el armario. Busqué el libro, sigilo-
samente, pasé hoja por hoja; hasta que todo empezó a
temblar como si estuviera por llegar la muerte, y todo
se quedó inmóvil como si ya hubiese llegado.

Marosa di Giorgio

Esta tarde sin la máscara en la boca pensé en los besos
de las almohadas, los besos de las flores, los besos dados en los libros
apretados y amarillos como esas escenas donde la dicha corre
y en un mundo sin bocas y sin labios, las máscaras parecen ahogar
esos deseos de vivir, tan fuertemente apretados contra el pecho
como un osito dormido, como un punto de separación entre dos
mundos, (darnos las palabras) (darnos las bienvenidas sin labios)
(darnos las risas sin sonrisas) invisibles de los labios,
como quien los pone en remojo como un arroz, una ciruela
como si fueran a vivir debajo del agua, como un alga marina,
como una cosa del pasado.


 (yo he pensado mucho en los besos últimamente, este poema me ha recordado todos los besos no dados... todos esos besos que las mascarillas me hicieron no dar, y como los días del hospital sin las mascarillas seguramente habrían sido más pródigos en besos... sin ese tener que quitarle su mascarilla y quitarme la mía, y volver a recolocarlas las dos, como si besarnos no estuviera del todo permitido...)

que me ha encantado el "manifiesto de ruinas y destellos"...


y aún era domingo cuando me empecé a leer "no y mil veces no" de nina lykke (el año pasado conocí a nina lykke gracias a su "estado del malestar", que me gustó tanto, que en contra de nuestras costumbres, se lo presté a él, porque me apetecía mucho que se lo leyera, y no había ninguna celebración cerca (aunque luego resultó que el año pasado celebramos san valentín, cosa que no solíamos hacer...) así que cuando vi que gatopardo había sacado otra novela suya, pues me la tuve que comprar, aunque de sobra sé que leer a autoras que leí cuando aún era feliz no hace que la sensación vuelva, no dejo de intentarlo cada vez que la ocasión se presenta...) y de momento me está encantando...

ingrid que cree, que sabe, que se ha / nos hemos equivocado... que intenta seguir en automático, hasta que la vida que lleva deja de ser la vida que lleva y entonces, pobreta, pues no sé qué hará, porque anoche me quedé a mitad novela...

entiendo lo de ir en automático, porque llevo meses así... por eso creo que el único personaje que me gusta de momento es el de ingrid... su marido es gilipollas y la tal hanne, pues de momento me parece una golfa... pero hasta que no termine la novela no voy a opinar del todo...

y ayer sobreviví... puto san valentín... aunque no éramos de celebrar san valentín, no deja de ser uno de nuestros aniversarios (teníamos varios)... febrero está siendo complicado precisamente por eso, porque teníamos varios aniversarios... la semana pasada hizo doce años que quedamos a tomar café y no pasó nada... me dirás que es curioso, pero es que los comienzos fueron complicados... los dos éramos muy tímidos, y esa combinación alarga mucho las cosas (casi dos años pasaron desde que me dijo que tenía ganas de besarme y que nos besamos...)

además me he dado cuenta de que ahora mismo tengo la misma edad que tenía él aquel febrero de hace doce años... que manera tan distinta de tener cuarenta y tres años... 

divago, así que lo dejo aquí... 

y que si alguien sabe cuando empieza a ser esto soportable me vendría bien saberlo, por no agobiarme...



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