ya he terminado de leer "por qué ser feliz cuando puedes ser normal?" de jeanette winterson... frase que, por cierto, es de la señora winterson, su extraña madre adoptiva...
así que jeanette ha conocido a su madre biológica, y curiosamente se ha ofendido cuando ésta ha criticado a la señora winterson... pero es que sólo uno mismo puede hablar mal de su propia familia... tú puedes estar criticando a tus padres o a una de tus hermanas, soltando sapos y culebras por la boca, sin ningún recato, con una de tus amigas, pero tus amigas sólo pueden asentir o negar con la cabeza... poco más... porque como en medio de tu diatriba se les ocurra decir: pues sí, tu hermana/madre/padre/abuela/primo/tía/tío/sobrina/sobrino es cualquieradelascosasquetúmismahasdicho, tus iras cambian como el viento y ya no estás enfadada con quien sea de tu familia con quien estuvieras enfadada, ahora es tu amiga, que imprudentemente, ha osado darte la razón... porque todos sabemos que eso no se puede hacer...
yo siempre digo que sólo hay dos personas en el mundo que pueden criticar a mis hermanas... y son, obviamente, mis hermanas mismas, una sobre otra... el resto del mundo no puede decir nada... por mucho que yo haya contado previamente, por muy enfadada que esté, o por muy acertada y constructiva que la crítica pueda ser...
en fin... aclarado este punto, que admito que me ha hecho mucha gracia (jeanette winterson se pasa todo el libro contándonos barbaridades de la señora winterson, así que no es de extrañar que su madre biológica, después de leer "fruta prohibida" se permita opinar sobre la madre adoptiva de su recién reencontrada hija... pero como digo, me parece lo más normal y natural del mundo su reacción...), tengo que agradecer haber leído este libro... porque es una maravilla... es una preciosidad... es duro y complicado, pero a la vez es luminoso...
no es un pobre de mí, como podría haber sido; es un esto fue así, y así fue como logré sobrevivir (a la locura propia y a la ajena, a la soledad, a la extrañeza, a la pena y a la búsqueda de la felicidad...)
además, lo de que empezó a leer los clásicos de la literatura inglesa en orden alfabético (de la A a la Z), su descubrimiento de la poesía por unos versos de eliot, y eso que dice de que "lo que nos ofrece la literatura es un idioma suficientemente poderoso para contar cómo son las cosas" y que "no es un lugar donde esconderse. es un lugar donde encontrar", me encanta... quizás porque siempre he encontrado cosas en los libros... quizás porque ahora esos encuentros me parecen magia...
también la entiendo cuando dice que "los libros, para mí, son un hogar. los libros no hacen un hogar, son un hogar, en el sentido de que hacemos como con una puerta, abrimos un libro y entramos. en su interior hay un espacio diferente y un tiempo diferente", un espacio diferente y un tiempo diferente, que cuando nuestro tiempo y nuestro espacio son inhabitables podemos habitar y nos dan de alguna manera su amparo...
y también que "cuanto más leía, más unida me sentía a través del tiempo con otras vidas y mis afinidades eran más profundas. me sentía menos aislada. no estaba flotando en mi barquito en el presente; había puentes que llevaban a tierra firme. sí, el pasado es otro país, un país que podemos visitar y una vez allí podemos llevarnos las cosas que necesitamos", quizás porque además de agradecer a mi familia y a mis amigos que me estén acompañando, también me siento agradecida a ali smith, por ejemplo, y a karin boye, por hacerme compañía en el hospital, y por darme las palabras para su funeral... o a anna starobinets, porque su dolor me entretuvo del mío... o a rosa montero, por contarme su duelo... o a anna blandiana, o a else lasker-schuller, o a louise glück... por nombrar solo algunos de los autores, vivos o muertos, que me han reconfortado en estos meses de duelo...
o que "en los días malos, simplemente me aferraba a una cuerda cada vez más fina. esa cuerda era la poesía. toda la poesía que aprendí cuando tenía que guardar una biblioteca en mi interior ahora me ofrecía una cuerda de salvación."
(yo me recito versos, como me recitaba versos durante el confinamiento... me recito versos de elizabeth barrett browning, de anna ajmátova, de marina tsvietáieva, de christina rossetti, de auden, de cummings, de emily dickinson, de alejandra pizarnik, de alfonsina storni... y eso, de una manera extraña me reconforta... me reconforta que ya estén escritas las palabras que deletrean lo que siento en este momento...)
como me reconfortan las palabras de jeanette winterson cuando en un momento dado del libro dice que "freud, uno de los grandes maestros de la narrativa, sabía que el pasado no es algo fijo como sugiere el tiempo lineal. podemos volver atrás. podemos recoger lo que se nos cayó. podemos arreglar lo que otros rompieron. podemos hablar con los muertos."
claro que podemos... yo lo hago casi todo el tiempo...
que me ha encantado leer "por qué ser feliz cuando puedes ser normal?"... lo que no sé es que se puede ser cuando sabes que no puedes ser ni feliz, ni normal... al menos de momento... pero eso ya lo iré viendo...
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