rebusco la cita de hilde domin, que me dice sobre el libro que me acabo de releer (me leí hace ya muchos años la poesía completa de la mistral, pero en aquel entonces no había leído todavía a hilde domin y no conocía la historia...) que con esa frase "amenazó la Mistral a su amante infiel. No le esparcieron su polvo sobre la cara. Ella se hizo famosa y la amortajaron en un panteón porque un revisor de tren que diariamente le vendía el billete a una pequeña maestra de escuela, la engañó. "Desesperación". Poemas desesperados. Él murió joven, se suicidó por otra. Gabriela, muy vieja. Jamás lo olvidó, a pesar de que al final le fallaba la memoria."
(sé porqué no he leído a la mistral tanto como creo que debería haberla leído: su fé me incomoda... y sé porque no me han llegado sus poemas del dolor como deberían haberme llegado: por el rencor que esconden...)
así que después de la "desolación" de gabriela mistral, retomé la lectura del segundo tomo de los diarios de virginia woolf, cuya ligereza me sienta bien, he de admitirlo... incluso me sienta bien cuando en la intimidad de su diario critica a sus amigos y conocidos...
virginia ya está acabando de escribir "el cuarto de jacob", así que creo que tendré que empezar a buscarlo, porque no recuerdo en qué estantería podría estar... también creo que debería seguir con lo de las estanterías del pasillo, pero me da tanta pena pensar en pedirlas y terminar de montarlas que de momento voy amontando los libros que me voy leyendo en la mesita del salón (que tiene encima casi tres meses de lecturas)
(tengo la sensación de no poder terminar las cosas que se quedaron a mitad... empecé a montar las estanterías del pasillo en abril... dos estanterías de un total de ocho... pero pasó lo que pasó, y el proyecto se paró... y sé que en algún momento tendré que ir pidiendo las estanterías que faltan y que tendré que montarlas y ponerlas en su sitio y llenarlas de libros, pero de momento no puedo... como no puedo terminar de pintar la cocina que ahora mismo está a medio pintar... como no puedo continuar la novela que estaba escribiendo (o que estaba intentando escribir) por mucho que me relea lo último que escribí... ni seguir leyendo el libro que empecé a leerme el fin de semana que él se fue a urgencias y se quedó ingresado... ni ponerme la ropa que compré pero que no había estrenado... claro que tampoco es algo que me preocupe en exceso... creo que es normal... si dentro de un año sigo con las estanterías sin montar, y con la cocina a medio pintar, igual me empiezo a preocupar...)
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