sobre los últimos cuentos de isak dinesen...

y es viernes (por fin!) y te escribo desde el despacho... y por la hora que es, no hará falta que te diga el diíta que llevo... pero es viernes, así que me da igual todo (es mentira, no me da igual todo, de hecho estoy peor que ayer, y esperando que las cosas empeoren aún un poco; pero también estoy un poco en plan escarlata, ya sabes: en plan ya-lo-pensaré-mañana, que es sábado; y, porque no decirlo, en plan: que-sea-lo-que-dios-el-destino-la-casualidad-o-la-nada-existencial-quieran porque a mí ya no me quedan fuerzas ni voluntad... pero me gusta como queda eso de me da igual todo, así que no lo borro), e intento no pensar...

así pues viernes, y ahora que he acabado con la postfacturación, con la caja, con los mails y con las tareas pendientes, abro este editor y tecleo, que es un gran remedio contra los nervios...

tecleo y hoy te cuento que después de la bendita memoria de la jong me leí otro de los libros que llevaban meses (puede que años) por casa, escondido en el armario donde guardo los libros... los últimos cuentos de isak dinesen...

y dice la dinesen que: 




historias se vienen contando desde que existe el habla, y sin historias la raza humana habría perecido, como habría perecido sin agua.

isak dinesen (el primer cuento del cardenal)



y no sé si la raza humana habría o no perecido sin historias, lo que sí que tengo más claro que el agua (que diría mi abuela) es que se habría aburrido mucho...

y la dinesen es una gran maestra en ese raro arte de contar historias... y sobretodo en el arte de contar historias dentro de otras historias... y en estos últimos cuentos he encontrado los cuentos de albondocani, en los que hay historias de gemelos que sobrevivieron al fuego y que podrían ser el otro, hombres que pasan la noche en la cárcel como garantía para el hombre que van a traicionar, maridos obsesionados con lo que pasó una noche, amigos que regresan y que cuentan historias de amor... nuevos cuentos góticos, que nos hablan de cosas que una no debe ver y de conjuros que no sabes lo que pueden conllevar cuando los haces... y nuevos cuentos de invierno, que nos hablan de venganzas trazadas con mucho tiempo, pero que no sabemos si en realidad sucedieron, la temporada en copenhague y sus amores, y del encuentro entre un poeta y un rey en un lugar, cuanto menos, poco recomendable...

y ahora corto y cierro, que tengo que hacer unas fotocopias y sólo yo sé hacerlo...


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