miércoles y te escribo desde la caja esperando que lleguen los refuerzos porque ayer apenas cené, y me duele la cabeza, así que necesito algo de comer y un café con enantyum...
...
y ya he vuelto, y aunque la cabeza me sigue doliendo, reabro este editor hoy para contarte que me estuve leyendo el año de 1993, de josé saramago...
y es que me dió mucha pena aquello que dijiste de que nadie leía ya a saramago, así que después de los poemas de mary oliver, estuve buscando por mis estanterías, y encontré este librito que me llegó de regalo hace años con un pedido de la casa del libro y decidí leérmelo...
las personas están sentadas en un paisaje de dalí con las sombras muy recortadas por causa de un sol que diremos parado
cuando el sol se mueve como ocurre fuera de las pinturas la nitidez es menor y la luz sabe mucho menos su lugar
josé saramago (el año de 1993)
y así empieza este cuento-parábola-aviso premonitorio, en el año 1993 en el que algo ha pasado, aunque no se nos llega a contar del todo... pero se nos dan pistas, como en el capítulo que te copio a continuación...
el interrogatorio del hombre que salió de casa después de la hora de recogida comenzó hace quince días y aún no ha acabado
los inquisidores hacen una pregunta cada sesenta minutos veinticuatro horas por día y exigen cincuenta y nueve respuestas diferentes para cada una
es un método nuevo
creen que es imposible que no esté la respuesta cierta entre las cincuenta y nueve que se dieron
y cuentan con la perspicacia del ordenador para descubrir cuál de ellas es y su relación con las demás
josé saramago (el año de 1993)
ciudades vacías, toques de queda, tribus que montan guardia durante la noche por si los atacan, animales modificados genéticamente para atacar a los seres humanos, y batallas que acaban en violaciones, que quizás no acaben como estaba planeado...
sin sentido y sin razón que si te paras a pensarlo no lo son tanto... porque en un momento dado dice saramago que...
está determinado que hoy se librará una gran batalla y no obstante el número de muertos previsto así se hará
nunca la certidumbre de los muertos evitó una guerra mucho menos en 1993 cuando los escrúpulos no son prisión e impedimento
no los tienen los perseguidores a los perseguidos se aconseja que no los tengan
josé saramago (el año de 1993)
y tristemente creo que esa certidumbre tampoco evitaría una guerra en el año de 2016...
que ha sido un placer volver a leer a saramago...
corto y cierro...
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