martes y te escribo desde la caja... tranquila, como todos los principios de mes en los que no hay que cerrar un trimestre... y es que ayer terminé la facturación del sábado, y además hice transferencias y senté facturas... los gastos, como siempre, me los dejé para hoy; y es que aunque me he hecho muy de "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy", también he descubierto que no pasa nada si te dejas cosas para mañana, sobretodo las que no te gustan nada...
así que martes y hoy te hablaré de mi regalo de cumpleaños: tú no eres como otras madres de angelika schrobsdorff (y hago constar aquí que escribo el apellido de esta autora, ya sin mirar... aunque me ha costado aprendérmelo, lo admito), libro del que tuve noticias leyéndome uno de esos suplementos femeninos de los sábados, y que me apunté para buscarlo, pero que no tuve que buscar, porque me lo regalaste por mi cumpleaños...
un novelón en el que angelika schrobsdorff nos cuenta la vida de else, su madre, una judía alemana, que se siente más alemana que judía, que como el título indica no es como otras madres... y es que, como la propia else dice en una de las cartas del final del libro ella no perteneció a su época y eso no es fácil... una mujer que decidió tener un hijo con cada hombre que amó (y lo cumplió, tuvo tres hijos con tres hombres distintos, y sólo con dos de ellos se casó...) en una alemania que se va volviendo hóstil poco a poco (el libro abarca desde antes de la primera guerra mundial, hasta unos años después de la segunda), y en la que, llegado un punto, solo queda huir...
un novelón en el que he encontrado uno de esos temas que a veces me obsesionan (y que he vuelto a encontrar en el libro que me estoy leyendo, y del que ya te hablaré en su momento), como es la necesaria complicidad de las buenas personas las personas normales en la alemania nazi...
y es que como cuenta angelika schrobsdorff en un momento de la novela...
un día después de la noche de los cristales rotos se publicó el decreto según el cual el conjunto de los judíos alemanes debería abonar una prestación de desagravio por valor de mil millones de reichsmark y eliminar sin demora los daños causados por el pogromo. siguieron, en rápida sucesión, ocho decretos más, entre ellos, el que prohibía a los judíos regentar negocios y empresas artesanales y asistir a teatros, cines, conciertos y exposiciones, así como transitar a determinadas horas por determinadas zonas. o aquellos que establecían que los niños judíos ya no podían frecuentar escuelas alemanas, ni los estudiantes judíos las universidades del país. además, se les retiraban las licencias de vehículo y los carnets de conducir y se les obligaba a vender sus empresas y a entregar sus joyas y títulos de valor.
else tomó la decisión de abandonar alemania.
angelika schrobsdorff (tú no eres como otras madres)
y me hace preguntarme también hasta que punto somos nosotros, complices necesarios de una situación como la que tenemos en estos momentos, y como nos juzgara la historia...
la novela?... simplemente maravillosa... así que gracias por la parte que te toca...
corto y cierro... mañana si puedo, vuelvo...
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