martes y te escribo desde la caja... y tengo tanto sueño que aunque me acabo de tomar el primer café del día, necesito ya el segundo para no quedarme aquí dormida...
martes y hoy te contaré que después del archipiélago me acabé de leer la hija de burger de nadine gordimer... y digo acabé de leer, porque éste fue el libro que me compré en la cuesta del moyano cuando me encontré con que tenía que volver a valencia y que ya me había terminado el libro de la nothomb que llevaba en el bolso para que me hiciese compañía en el tren... y este libro de la gordimer hacía tiempo que quería comprármelo... así que cuando lo encontré por apenas tres eurillos, ni me lo pensé (ni seguí mirando), y me lo empecé a leer en una cafetería de la estación de atocha y seguí leyéndolo en el tren; pero al llegar a casa lo abandoné por el archipiélago gulag... y al terminar el archipiélago gulag, pues seguí leyéndolo...
entre los que esperaban delante de la fortaleza había una colegiala con uniforme marrón y amarillo; llevaba un edredón verde de cuya presilla colgaba una bolsa de agua caliente de color rojo. por allí solían pasar algunos autobuses y los pasajeros que se asomaban habrán notado la presencia de una colegiala. fíjate, una colegiala: debe de tener a alguien dentro. de cualquier manera, quién es esa gente? incluso desde lo alto de un autobús, que avanzaba a bandazos cuando el semáforo se ponía verde, el grupo que esperaba no debía de parecerse a los visitantes habituales de la cárcel, pasivos y humildes alrededor de la cuesta del terreno de césped municipal.
nadine gordimer (la hija de burger)
y (como te habrás imaginado) la colegiala con uniforme marrón y amarillo que espera delante de la fortaleza, es la hija de burger; y el edredón verde y la bolsa de agua caliente de color rojo son para su madre que está encarcelada desde la noche anterior...
una novela sobre lo que somos, y lo que no podemos dejar de ser aunque lo intentemos; y de como existe quizás una especie de predestinación, no tanto del destino, sino de la educación y de como nos han ensañado a ver la vida desde pequeños... porque cuando una es hija de quien es, da igual que se mantenga alejada de la causa, que consiga salir del país y que intente vivir una vida "normal" en el sur de francia en casa de la primera mujer de su padre... al final acaba siendo lo que tenía que ser... aún (quizás) sin querer...
que me ha encantado... claro...
y ahora corto y cierro, que han tocado una de las conexiones del ordenador de la caja, y las letras salen borrosas, y así, la verdad, es que no hay manera de teclear en paz...
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