viernes (aunque no me atrevo ni a decir: por fin!...) y te escribo desde el despacho... y aunque parezca increible, dadas las circunstancias (sigo poco centrada y de jefa (no jefecilla, no: jefa) en funciones, he terminado con la postfacturación antes de las doce...
así que antes de ponerme a pensar por donde seguir, he decidido abrir el editor y teclear un poco...
aunque hoy poco tengo que contarte... quizás que hace unos días me empecé (y digo empecé porque este es uno de esos libros que me da por leerme poquet a poquet...) a leer la escuela de wallace stevens. un perfil de la poesía estadounidense contemporánea... una antología de poetas estadounidenses contemporaneos... y teniendo en cuenta el título, el primer poeta no podía ser otro que wallace stevens, claro... del que te voy a copiar un trozo del poema las auroras de otoño...
VII
acaso existe una imaginación que desde el trono,
ya cruel ya benévola, justa
o injusta, pueda, a mitad del verano,
imaginar el invierno? al morir las hojas,
sigue su curso hacia el norte, replegándose,
caprichosa, luminosa y cristalina, dueña
de la más alta noche? acaso la ornan
y exaltan estos cielos, el blanco creador del negro,
arrojada por extinciones, o tal vez, planetas,
incluso la tierra, o un paisaje en la nieve,
excepto si necesaria por vía de majestad,
en el cielo, como corona y cábala de diamantes?
nos atraviesa, todos nuestros cielos atraviesa,
extinguiendo uno a uno nuestros astros,
dejando, donde nos encontramos y miramos, donde
unos a otros nos miramos y cuidamos,
un trémulo residuo, frío, inevitable,
excepto por aquella corona y cábala mística.
pero no osó arriesgar en su propia oscuridad.
transmutará el destino en capricho mejor.
y así, su arrojada tragedia, su estela
y forma y doloroso hacer logren descubrir
lo que ha de deshacerla y pueda al fin
alcanzar una pálida comunión bajo la luna.
wallace stevens
así que sí, ya estoy pensando en buscar mas poemas de wallace stevens, porque sus auroras de otoño me han encantado... y también estoy pensando retomar esta antología, uno de estos días... porque la verdad verdadera es que creo que en estos días extraños lo que mejor me va a venir es doblar la dosis habitual de poesía...
corto y cierro.
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