martes y te escribo desde el despacho... y aunque en vez de abrir el
editor debería estar haciendo todo lo que me proponía hacer ayer, pero
que el día me impidió hacer, antes de que el martes se complique y no
pueda hacer mis cosas; he decidido asumir que los días al final hacen lo
que quieren hacer, y hacer yo lo mismo... así que abro el editor y me
rebusco las palabras una mañana más.
me rebusco las palabras, hoy para contarte que me estuve leyendo hace unos días el molino junto al floss de
george eliot (o mary anne evans, como prefieras), libro que llevaba ya
un par de años por casa, pero que como es una edición antigua, y de
letra pequeñita, no me decidía a leer... pero tanto la atwood como la
beauvoir me habían hablado de este libro últimamente (la primera en su
ensayo sobre la deuda; y la segunda en la primera parte de sus
memorias), así que hace unos días, aprovechado los días de sol, decidí
que era el momento de rescatarlo de la estantería y leérmelo...
sobre una extensa llanura se desliza hacia el mar el río floss encajonado entre verdes riberas, y a su encuentro se precipita la marea ascendente, refrenando su marcha con impetuoso abrazo. sobre esta poderosa corriente, barcos negruzcos cargados con talones de abetos fragantes aún, de redondos sacos de semillas oleaginosas o de reluciente y oscuro carbón, se deslizan hacia el pueblo de saint-ogg, que muestra sus viejos tejados rojizos y estriados y las anchas arcadas de sus muelles tendidos entre una suave colina cubierta de vegetación a la orilla del río, cuyas aguas aparecen teñidas de suave púrpura bajo los fugaces rayos del sol de febrero
george eliot (el molino junto al floss)
y así empieza esta maravillosa novela, en la que george eliot nos
contará la triste historia de maggie tulliver, a la que conocemos en ese
molino a orillas del floss (que su padre perderá al cabo de unos
capítulos debido a las deudas), cuando es apenas una niña que espera que
su hermano vuelva de la escuela... y conoceremos también a su hermano
tom (personaje que no he conseguido soportar en toda la novela), a su
padre, el señor tulliver (que me cae muy bien) y a su madre, la señora
tulliver (que no me caía bien hasta casi el final, cuando contra todo
pronóstico decide irse con ella), y también a las tías y los tíos por
parte de su madre (que se creen que pueden opinar sobre cualquier cosa
pero que no son capaces de ayudar cuando toca... aunque la tía glegg al
final se convirtió por sorpresa en uno de mis personajes favoritos de la
novela) y también a la tía moss (la hermana del padre, que es un
encanto) y a lucy (la prima perfecta, que aunque es un personaje que en
teoría no debería gustarme, la verdad es que me gusta), y a philip
walken (el hijo del archienemigo del señor tulliver) y a stephen guest
(el pormetido de la preciosa lucy) y a bob jakin (que cuando aparece con
un montón de libros para maggie, la verdad es que me llegó al corazón
de manera directa...)
y como te decía el padre de maggie se arruina y pierde el molino, y tom
se propone pagar sus deudas y recuperarlo... y la pobre maggie no para
de decepcionar a su hermano, cuando ella lo único que quiere es que él
la quiera... y entonces maggie va a pasar unos días a casa de su prima y
el prometido de su prima se enamora de ella y ella de él, pero maggie
es buena, y además está philip, que la quiere... y entonces pasa algo
que compromete a maggie, y el pueblo entero cree que es una perdida
cuando en realidad no lo es, pero ya sabes como eran las cosas allá por
el mil ochocientos sesenta (que fue cuando se publicó la novela), y
entonces llega el final y me llevé tal disgusto que tardé varias horas
en leerme el último capítulo... cierto es que luego pensándolo, la
verdad es que la evans no tenía otra manera de terminar esta novela...
cierto es también que de alguna manera extraña es un final feliz muy
trágico (sé que suena contradictorio, pero es la mejor manera de
intentar definirlo), así que después de varios días, superado el trauma,
puedo decir que aunque hubiera preferido que mary anne evans hubiera
encontrado otra manera de terminar la novela, no había otra manera, ya
que hay personajes como maggie que tienen un destino que cumplir, aunque
nos duela.
y antes de cortar y cerrar, te voy a copiar otra cita de la novela... no creo que haga falta que te explique el porqué...
a veces maggie pensaba que se habría contentado con la lectura de fantasías. si pudiese tener todas las novelas de walter scott y los poemas de byron! entonces quizás habría hallado suficiente felicidad para soportar la tristeza de su vida actual.
george eliot (el molino junto al floss)
y ahora corto y cierro... que son las once de la mañana y digo yo que algo útil tendré que ir haciendo...
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