sobre los poemas de carmen martín gaite...

miércoles (que podría parecer un lunes, o un viernes corto, o un sábado extraño... cualquier cosa menos un miércoles) y te escribo desde el despacho... con la caja de ayer y de antes de ayer por hacer, unos cuantos correos electrónicos que responder, y creo que un par de albaranes por meter... pero la verdad es que no creo que hoy me cunda mucho la mañana... y es que es lo que tienen las fallas, que te guste o no, el ambiente se te acaba pegando... y andamos todos un poco descentrados...

miércoles y sigo tirando del hilo de mis lecturas hoy para hablarte del libro que me dejaste: los poemas de carmen martín gaite... y es que, como bien sabes, lo pedí a esa librería que está en la esquina de parís con valencia, pero estaba descatalogado y no había manera de encontrarlo, y entonces te lo conté, y tú me dijiste que lo tenías por casa, una de esas casualidades que me encantan...

así que te diré que gracias por prestármelo, porque la verdad es que el libro me ha encantado... y es que tenía curiosidad por leer la poesía de esta mujer de la que hace mucho tiempo, ya me enamoraron sus prosas...

y antes de cortar y cerrar, porque creo que tengo que salir un ratito a caja, me vas a permitir que te copie un poema a la luna llena... porque aunque hoy no hay luna llena, ya sabes que yo soy un poco lunática lunera... y me encantan los poemas a la luna llena...



luna llena

fuera del mundo, ausente,

mellada contra andamios,

has nacido otra noche

con tus venas azules,

igual que un globo inflado,

luna llena.

globo inflado te llamo,

otros rostro de muerta,

nave, farol, pandero,

o blanca rebanada

o novia o meretriz

te llamaron por turno.

a tu luz se acogieron deslumbrados,

tristes y balbucientes

los poetas,

frioleros y turbios,

estremecidos, los enamorados.

te invocaron sin tregua

a lo largo de un río subterráneo

de palabras marchitas

que viene desde safo y rosalía

a morir en mi boca.

jugamos a invocarte,

levantamos antorchas de mentira

que sólo manosean tu vestido de tul.

y tú, intacta y desnuda,

te escapas, luna llena,

subiendo apenas perceptiblemente,

navegando la noche con oblicuo reflejo,

como si nos oyeras, como si nos miraras.

nadie te alcanzará,

ni por tu hueco abierto a incógnitos paisajes

ha atravesado nadie.

tú rozas con tu luz la otra ladera.

carmen martín gaite


y ahora corto y cierro... mañana no vendré, pero el viernes, si puedo, vuelvo...

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