jueves y te escribo desde el despacho... y en lo que va de mañana ya he
sentado las nóminas, la paga extra y los atrasos... también tengo la
caja hecha, y el correo abierto, impreso y entregado... y el albarán que
me faltaba para ponerme con las intracomunitarias ya me lo han pasado
al cajón de abajo, por lo que pretendo acabar con ellas, en lo que queda
de mañana, y mandárselas al gestor, para que haga lo que tenga que
hacer con ellas...
lo que tengo es un sueño que me caigo, porque lo de ir al futbol a las
diez de la noche entresemana, no es muy sano... así que por culpa de las
televisiones (que son las que mandan) yo no paro de bostezar y sigo
teniendo frío (y es que en enero en valencia a esas horas hace una
humedad que tampoco es sana).
en fin, jueves, y yo te contaré que terminé de leerme voces proféticas,
esa antología de relatos de escritoras estadounidenses de entresiglos
(XIX-XX), que durante el mes de diciembre, me fui leyendo relatillo a
relatillo...
y en esta última entrega me leí el relato de alice dunbar-nelson (autora a la que ya tuve el placer de conocer en la antología fin de siécle), titulado la hermana josefa...
la hermana josefa pasaba las cuentas del rosario de manera mecánica, los dedos entumecidos por el ejercicio cotidiano. el pequeño órgano hizo sonar un lúgubre «o salutaris», mientras ella, tocada de blanco, seguida arrodillada en el suelo dando sospechosas cabezadas. la superiora dirigió una feroz mirada hacia el cuerpo cansado e inmediatamente una repentina sacudida hizo que la joven hermana volviese en sí, al tiempo que los ojos de la superiora dibujaban una beatifica sonrisa.
alice dunbar-nelson (la hermana josefa)
que empieza así, y que nos cuenta la insatisfacción de la pobre hermana
josefa, huérfana metida a monja por las circunstancias de la vida, que
descubre su falta de vocación por una mirada en la iglesia, y que no
podrá evitar fantasear con la idea de escapar de la vida que lleva...
que si escapa?... eso no te lo puedo contar... lo que si te puedo contar
es que me encantó este relato...
y también me leí dos relatos de zitkala-sä (también llamada: gertrude bonnin), escritora sioux a la que no conocía...
el primero, el sioux de corazón blando,
que nos cuenta la historia de un joven sioux al volver a su poblado
después de ser educado con el hombre blanco... un relato impresionante
sobre el daño que pueden hacer las cosas sacadas de contexto, y que nos
enseña que no es bueno intentar cambiar las costumbres de todo un
pueblo, ya que al final eso puede provocar precisamente lo que se
pretendía evitar...
y el segundo, titulado la prueba...
noche de otoño en la pradera. la brisa hacía aletear las solapas de la tienda en forma de cono por las que se escapaba el humo. desde el cielo en el que resplandecía una miriada de puntos de fuego, una gran estrella brillante se asomaba por el agujero de la tienda por el que se elevaba el humo entre las temblorosas solapas para ver a dos indias dakotas que hablaban en la oscuridad.
zitkala-sä (la prueba)
en el que una de esas dos indias dakotas (la abuela) que hablan en la
oscuridad, le contará a la otra (su nieta) la historia de una prueba que
le dio un esposo cuando acababa de perder a otro...
así que sólo me queda decirte que ha sido un placer leer esta antología
de relatos de escritoras estadounidenses de entresiglos... y cortar y
cerrar... que ya estamos a día ocho, y yo no me acabo de centrar del
todo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario