sobre jane eyre (otra vez...)

martes y te escribo desde el despacho... con el tiempo contado porque creo que en breve me pedirán que salga a caja, lo que sinceramente, no me va a venir bien, porque tengo demasiadas cosas que hacer... pero circunstancias mandan, así que sonreiré y saldré a la caja... 

martes y yo hoy venía a contarte que estuve releyendo jane eyre de charlotte brontë... y porqué, te preguntarás, me dio por releerme este libro... pues muy sencillo: lo vi en la estantería del pasillo unos días antes y me apeteció volver a leerlo; hace ya más de diez de años que lo leí por última vez; y después de encadenar tres lecturas maravillosas (el bukowski, la clark bremer y el modiano), una no se puede arriesgar a una decepción, y las relecturas, si algo tienen, es que no decepcionan... así que cuando acabe el modiano, me fui directa al pasillo a buscar este libro... 




no era posible salir a pasear aquel día. durante una hora por la mañana habíamos caminado por entre los deshojados arbustos: pero después de comer (cosa que la señora reed hacía temprano cuando no tenía visita) el viento frío del invierno acumuló tan sombrías nubes y empezó a caer una lluvia tan penetrante, que no había que pensar siquiera en salir a hacer un poco de ejercicio.

esto me alegraba porque a mí nunca me han gustado los paseos largos y mucho menos cuando la tarde es fría y húmeda; me desagradaba volver a casa al anochecer con los dedos de las manos y los pies entumecidos, contrariada por las recriminaciones de isabel, el aya, y también humillada por la convicción de mi inferioridad física con respecto a elisa, a juan y a georgiana reed.

charlotte brontë (jane eyre)



y así comienza charlotte brontë a contarnos esta historia... la historia de la pobre jane eyre (juana, en mi traducción), huérfana al cuidado de su cruel tía, la señora reed, y martirizada por sus primos, que desde pequeñita se tiene que acostumbrar a que la maltraten y la difamen...  

y aunque cierto es que sabía como acababa esta historia, he vuelto a sufrir por la pobre jane, y he vuelto a odiar con toda mi alma a la señora reed, que es mala, mala, mala...

y he vuelto a pasar miedo en esa habitación oscura en la que jamás se debería encerrar a una niña; y he vuelto a lowood, y a su frialdad, y he vuelto a odiar al señor brocklehurts, y a llorar por la pobre elena burns, y a alegrarme de que exista alguien como la señorita temple; pero sobre todo he vuelto a thornfield, donde he vuelto a sentir todo lo que se siente en thornfield... la alegría, el miedo, los celos, el frío en el corazón y algo que admito que no sentí las veces anteriores: y es, esta vez, el personaje de la señora rochester, tenía matices que antes no tenía (será culpa de jean rhys y de su ancho mar...).

y sí... lo admito, me he vuelto a enamorar del señor rochester; y me ha vuelto a conmover el gesto de st john rivers y de sus hermanas, y como la casualidad le da a jane la manera perfecta de darles las gracias...

una maravilla... tanto que sé que la volveré a releer, porque hay libros a los que es inevitable volver...

y ahora corto y cierro... 

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