sobre la maestra annuzza...

jueves, que es casi viernes, y te escribo desde la caja... y como estoy algo nerviosa, intento teclear, a ver si a fuerza de ordenar palabras, consigo tranquilizarme...

y es jueves, y hoy quería hablarte del último libro que me has regalado: la maestra annuzza de elvira mancuso (autora siciliana de principios del siglo pasado a la que he de admitir que no tenía el placer de conocer hasta el fin de semana pasado...)

  


cuando se supo en pietraperzia que pascuale el cansabueyes era el novio de annuzza la de la tía calogera alias la comerremiendos se desató un coro de murmuraciones.

-un joven tan bien parecido -suspiraban las mozas, despechadas al verse postergadas por aquella niña, según ellas, seca y negra como un tizón.

-un joven tan rico, y tan buen hijo además! -protestaban las madres, indignadas contra la tía calogera, que se las había arreglado para meter en casa a un yerno de aquella categoría, ella que a la hija ni siquiera podía darle una camisa andrajosa.

-un acomodado, hijo y pariente de renteros! -murmuraban serios los hombres, recordando que el padre de annuzza había sido un pobre campesino que trabajaba a jornal, y la madre vivía desde hacía muchos años cosiendo, tejiendo y sirviendo para las vecinas.

elvira mancuso (la maestra annuzza)


y así empieza esta historia: pascuale, un buen partido, se enamora y decide casarse con annuzza, huerfana, pobre y caprichosa; a la que su madre convence de que, dadas las circunstancias, no puede decir que no... y annuzza acepta, y se desatan las envidias, que suelen traer habladurías; y para complicarlo todo todavía un poco más, annuzza pone una condición para la boda, y es que quiere acabar sus estudios para ser maestra antes de casarse... y pascuale (que es un pedazo de pan), acepta, y como annuza es pobre, él corre con los gastos de la escue y del internado... y si las envidias y las habladurías ya se habían desatado con el anuncio del compromiso, el hecho de que el bueno de pascuale corra con los gastos de annuzza y de su madre, lo que hace es dispararlos... y entonces llegan a oídos de pascuale las barbaridades que se dicen por el pueblo, y pascuale se pelea por el honor de su prometida (honor, que está intacto) y lo meten en la cárcel... 

y hasta aquí puedo leer...

sí te diré (o más bien te repetiré) que elvira mancuso consigue algo que no es fácil, y es que, pese a no soportar a la protagonista (annuzza es caprichosa, mentirosa, orgullosa, manipuladora, desagradecida, soberbia y un poquito estúpida), entiendes que es una injusticia lo que el pueblo hace con ella...

voy a intentar explicarme: cuando a una protagonista bonita, buena, dulce y virtuosa, le suceden cosas injustas en una novela, es normal que nos rebelemos: no nos gusta que les pasen cosas malas a las personas buenas, y la literatura está llena de ejemplos que parten de este supuesto; por otro lado, cuando a los "malos" la vida (el destino, la casualidad o la nada existencial) los pone en su sitio, nos solemos alegrar (y en este momento, estoy pensando en la muerte del enano de la tienda de antigüedades).

y lo que consigue elvira mancuso en esta novela, es que pese a que la protagonista ni es bonita, ni es buena, ni es dulce, y podríamos decir que es virtuosa, pero sólo en cierta acepción del término, entendemos que no es justo lo que el pueblo le hace... porque si bien es cierto que buena, buena, la chica no es, también es cierto que quizás, en parte, lo que pasa al final sea más culpa del entorno que de ella... porque, aunque es verdad, que annuzza no se porta bien, no se merece lo que se dice de ella... y son quizás esas habladurías las que van complicando las cosas...

una novela dura, complicada y nada amable, que admito que no me resulto fácil leer (una de esas novelas que duelen) pero que me mereció la pena, porque como te decía, no es fácil hacer lo que la mancuso consigue hacer...

el final? como un bofetón... uno de esos finales rápidos, salvajes y brutales, que tienes que releer varias veces para asegurarte de que has entendido bien lo que acabas de leer...

una maravilla, así que gracias...

y ahora corto y cierro, que la tienda se está llenando, yo sigo en la caja, y si me interrumpen una vez más, yo no sé lo que podría pasar...

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