sobre la casa en parís de elizabeth bowen...

jueves (que es casi viernes, y más esta semana, que viene con fin de semana largo para las chicas como yo, que trabajamos los sábados y que este sábado, podremos dormir hasta tarde) y te escribo desde el despacho, con el tiempo justo, porque en diez minutos tengo que salir a caja, a pasar allí gran parte de la mañana...

jueves y tirando de mi particular hilo de ariadna, te contaré que estuve leyendo la casa en parís de elizabeth bowen... 



una mañana grasienta y gris de febrero, antes incluso de que las contraventanas estuviesen abiertas, iba henrieta sentada junto a la señorita fisher en un taxi que salió derrapando de la gare du nord.

elizabeth bowen (la casa en parís)


y así empieza la bowen a contarnos esta historia en tres partes (presente, pasado y vuelta al presente), en una mañana grasienta y gris de febrero en la que henrieta llega a parís de paso para ir a ver a su abuela, y tendrá que pasar el tiempo entre trenes, en esa casa de parís; la casa de la señora y de la señorita fisher, en la que además de ella, hay otro niño, que espera conocer, precisamente ese día, a su madre...

y la historia es a la vez un día y varios años... un día del presente en el que esos dos niños que no se conocen se encontraran en esa casa en la que la señorita fisher cuida de su madre enferma, y en la que años antes vivió la madre que el niño está a punto de conocer, y donde se desencadenó el drama, que no voy a contarte, pero que, entre otras consecuencias, hizo que la señora fisher enfermara, y que las cosas sean en el presente como son...

y en medio de este día, que gracias al pasado, entenderemos mejor, está henrieta, una niña, testigo involuntario de lo que pasa en esa casa en parís, y en las vidas de unas personas que no volverá a ver más...

y dice la bowen en un momento dado que "el amor es, por sí mismo, una razón incuestionable para determinados comportamientos"... y no te voy a decir que no, y más después de haber leído esta historia de amor, que esconde a su vez tres historias de amor distintas, con sus diferentes clases de amor, según sus protagonistas...

una maravilla, esa casa en parís, que ha tenido el poder de hacerme querer volver a retomar esa historia en cinco partes que llevo tiempo intentando contar...

y ahora corto y cierro, ya desde la caja (porque a mitad post, he tenido que salir del despacho, estoy en la caja y si me interrumpen una vez más, igual se me cruza un cable, cosa que prefiero evitar...)

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