y es viernes (por fin!) y te escribo desde la caja, una vez más... y
además, hoy (por aquello del más difícil todavía) cogiendo todas las
llamadas de teléfono...
(estoy pensándome hacer oposiciones para entrar en el circo, porque creo
que tengo más que sobrada experiencia en hacer malabares, andar por la
cuerda floja y balancearme en un trapecio sin mirar hacia el suelo...
cierto que en sentido metafórico, pero digo yo que también contará...
no?)
en fin... después de la enésima interrupción (no te lo creerás, pero
para escribir estas pocas líneas llevo mas de media hora) te diré que yo
venía a contarte que estuve leyendo a julia hartwig, poetisa polaca a
la que conocí gracias a un artículo (que si no recuerdo mal fue del
país) y de la que leí dualidad hace unos meses... y me quedé prendada, claro... pero no había nada más de ella traducido al castellano...
pero como ya sabes que soy rara hasta en las búsquedas que hago de
libros por internet (tengo varios nombres que voy metiendo en los
buscadores de internet, por si aparece alguna novedad editorial (que ya
sabes que ando poco puesta en novedades editoriales), o por si aparece
alguno de esos libros descatalogados que me encantan tanto...), pues en
una de esas búsquedas sin apenas esperanzas, encontré esta antología
titulada hablando no solo para uno mismo, de julia hartwig, y tuve que pedirla... no me quedó más remedio...
y es que no sé que tendrán las polacas, pero entre la hartwig y la
szymborska, a mí me tienen conquistada (por no hablar del conrad).
y como las interrupciones arrecian, y yo hoy no tengo paciencia (la he
ido gastando durante la semana, y a viernes como estamos no me quedan
reservas), te voy a copiar uno de sus poemas: el olvido... aunque solo sea para decir que suscribo el último verso...
el olvido
se secó la pluma la esperanza es como una vela blanca
bajo la cual bulle el mar y no se seca
tú eres como mi mano siempre conmigo y en mí
corro tú trazas en mí signos confusos
que no quiero leer no me atrevo no soy capaz
entonces impotente me voy yendo por la madurez muestro desprecio
en otro tiempo también hubo mar al mediodía susurra así
cada día al mediodía recordará una pasada enfermedad
no me acuerdo que feliz la flor la hoja por la hoja
vivir impunemente presentir pero no descender al fondo
se secó la pluma el recuerdo es como una vela endeble
bajo la que el mar bulle y no se seca
la corona de este mar es mi pena perfecta
en las altas luces un barco en medio de la noche oscura
hojas de un libro cortadas entonces giró la cabeza
este barco es a la vez un día de difuntos y un festín
tan cercanas entre sí las fiestas de carnaval y del ayuno
se secó la pluma aves alimentadas por la esperanza
sobre el mar susurra volando y suplica cobijo
sobre la oscura boya de tristeza que se aleja
tu rostro apaga la vela y enciende el sol
julia hartwig (hablando no solo para uno mismo)
y como aún no sé leer polaco, seguiré buscando por los varios buscadores
que ofrece internet, con la esperanza de que no tarden mucho en volver a
traducir a esta increible mujer...
corto y cierro...
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