sobre porqué herta müller hoy hubiera preferido no encontrarse a sí misma...

estoy citada. el jueves a las diez en punto.

cada vez me citan más a menudo. el martes a las diez en punto. el sábado a las diez en punto. miércoles o lunes. como si los años fueran una semana.

ya me sorprende que, despues del verano tardío, pronto sea otra vez invierno.

herta müller (hoy hubiera preferido no encontrarme conmigo misma)


y así empieza herta müller a contarnos esta historia narrada en primera persona; la historia de una mujer joven que va en el tranvía camino de su interrogatorio (otro más) porque en un momento dado se le ocurrió la idea de esconder notitas en la ropa que en su fábrica se confeccionaba para ser vendida en el resto de europa, para ver si consiguiendo un marido, podía escapar de la dictadura...

un viaje en tranvía, porque al final el libro se reduce a ese viaje en tranvía, mientras la narradora rememora su vida de manera desordanada, dándonos retazos que poco a poco iremos uniendo, entendiendo, o cambiando de significado a medida que el tranvía avanza y el momento del interrogatorio se va acercando...

y es que, como la propia herta müller dice: "algunas cosas se vuelven malas sólo al comentarlas. me he acostumbrado a callar a tiempo y, no obstante, en general es demasiado tarde, porque durante un rato quiero afirmarme."

pero en una rumanía bajo la dictadura de ceaucescu, hay que aprender a callar a tiempo... hay que aprender a no afirmarse... a olvidarse de una misma, porque la locura te ronda, y no hay garantías de poder esquivarla...

y nos habla del trabajo en la fábrica, de su infancia, de como los platos de la mesa se fueron reduciendo, de la desaparición de una amiga que intentó escapar, de un error en un viaje que tuvo consecuencias desproporcionadas, del miedo, de la paranoia, de la muerte y la poca esperanza que queda cuando los interrogatorios se repiten y las cosas no hacen más que empeorar continuamente... y del amor... claro... todo con ese lirismo que suele impregnar la prosa de esta autora, a la que desde que leí por primera vez, después de que ganara el nóbel, no he dejado de buscar, encantada de que el nóbel suela conllevar la traducción de obras que de otra forma, no sé si se hubiesen traducido al castellano...

"mi corazón latía de un lado a otro, atado a unos hilos finísimos. quería permanecer con la cabeza depejada, pero la felicidad no me daba tiempo. "

una maravilla este hoy hubiera preferido no encontrarme a mí misma... y una maravilla ese final que tuve que releer un par de veces para asegurarme de que entendía lo que insinuaba la autora...


y es viernes (por fin) y te escribo desde el despacho... 


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