martes, cumplo treinta y seis años y te escribo desde el despacho...
martes y aunque me gustaría escribir algo especial porque el día se
supone que lo es... la verdad es que este cumpleaños me pilla poco
inspirada y con pocas ganas de celebrarlo... será el luto, será que
recuerdo un cumpleaños de hace mas de veinte años que quizás no debimos
celebrar... será que este año no he tenido crisis existenciales debido
al hecho de sumar un número a mi edad... será que después de lo que pasó
la semana pasada me parece que no tenemos nada que celebrar... o que
quizás celebrar algo estando como están las cosas no sería apropiado...
el caso es que como te decía, aunque me gustaría escribir algo especial,
la verdad es que no tengo nada especial que teclear...
así que miro el orden del día y te sigo contando de esa antología de
relatos de mujeres en lengua inglesa publicada por la editorial cátedra
con el título de fin de siècle...
y en esta quinta (y penúltima entrega) te hablaré de sui sin far (que en
realidad se llamaba edith maude eaton) (1865-1914), escritora de padre
inglés y madre china... y de su precioso relato, mrs. fragancia primaveral...
en el que nos cuenta los problemas que pueden traer unos versos cuando
no se acaban de entender, o cuando se cree ver en ellos, algo que no
es...
cuando mrs. fragancia primaveral llegó a seattle por primera vez, no sabía ni una sola palabra de la lengua americana. cinco años después su marido, refiriéndose a ella dijo: "ya no le quedan más palabras americanas por aprender".
sui sin far (mrs. fragancia primaveral)
y también te hablaré de charlotte perkins gilman (1860-1935), y de su relato: despedida...
con ese principio en lugares tan distintos bajo un mismo techo... sobre
las complicaciones que puede traer cambiar las cartas de sobre... y con
ese final que he de decir que me dejó sonriendo por ser un final feliz
tan diferente del happy end al que estamos acostumbrados...
en su alcoba de alfombras suaves, gruesos cortinajes y mobiliario suntuoso, mrs. marroner sollozaba tendida en una cama ancha y suave.
(...)
en su alcoba sin alfombras, de cortinas finas y mobiliario escaso del último piso, gerta petersen sollozaba tendida en una cama estrecha y dura.
charlotte perkins gilman (despedida)
y para terminar (que tengo mil cosas que hacer y digo yo que aunque sea
mi cumpleaños, visto que nadie más las hará, tendré que ponerme con
ellas ya), te hablaré de gertrude colmore (1855-1926) y de su genial
relato (uno de los que más me han gustado, seguramente por su final
inesperado) que se titula, la mujer del rincón...
relato cortísimo en el que en un compartimento de tren varios
personajes hablan de la trata de blancas y sobre el sufragio femenino,
con un final (no me canso de decirlo) de esos que te recuerdan porque
hay quien dice que los relatos (a diferencia de los cuentos) deberían
tener finales inesperados...
-recomendar? -contestó la mujer quedamente-, eso no es de mi incumbencia. pero si desean saber lo único que podría terminar con la trata de blancas, se lo diré: poner a la mujer al mismo nivel que el hombre, ponerla donde el hombre no la mire como si se tratara de un animal que puede utilizar y con el que jugar, darle la oportunidad de cuidarse a sí misma, darle el voto.
gertrude colmore (la mujer del rincón)
y ahora corto y cierro... que vuelve a sonar el teléfono...
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