lunes (perdón, jueves) y te escribo desde el despacho... con la caja por
hacer y el correo abierto, borrado (porque de los más de cuarenta
correos acumulados en este día y medio que no hemos trabajado, sólo
había un par de mails útiles y el resto era spam de todos los colores),
impreso y entregado...
lunes (quería decir: jueves) y un año más hemos sobrevivido a las fallas
(aunque anoche una no sabía si estaban quemando las fallas o si nos
atacaban...) y esta mañana la ciudad ha amanecido con las calles sin
cortar, lo que después de dos semanas con las calles cortadas, la verdad
es que se agradece, no te digo más...
lunes (no sé que me pasa, pero es que hoy parece cualquier cosa menos un jueves) y yo venía a hablarte de rob roy, la novela de walter scott...
y es que el principio de mes ya sabes que fue extraño (sigue siendo
extraño todo, pero poco a poco las cosas van pareciendo más normales...)
y no estaba yo muy bien... y después de leerme tres relatos de la
antología esa que me estoy leyendo poco a poco, volví a encontrarme sin
saber que libro empezar a leerme... y entonces me acordé de que en noche
y día, la novela de la woolf, el padre de la protagonista, cuando ésta
se pone histérica le dice que debe leer algo para tranquilizarse... por
ejemplo sir walter scott, y le propone el anticuarioo la novia de lammermoor...
la novia de lammermoor ya me la había leído, y en ese momento no tenía el anticuario (digo en ese momento porque como ya te conté, tengo el anticuario encima
de mi mesa del despacho hace un par de días, porque siendo como soy
obsesivo-compulsiva no podía menos que buscarlo... no?), pero sí que
tenía por casa, rob roy de walter scott, así que pensé que no podía desaprovechar semejante consejo; lo saqué del armario y empecé a leérmelo...
me ha pedido usted, mi querido amigo, que dedique una parte de los ocios con que la providencia ha bendecido los últimos años de mi vida, a consignar, por escritos los azares y dificultades por que hube de pasar en el principio de ella.
walter scott (rob roy)
y así empieza scott a contarnos esta historia... el que habla es frank
osbaldistone, que nos contará lo que le sucedió cuando le dijo a su
padre que no quería trabajar en el negocio familiar (frank quería ser
escritor), y su padre le envió a casa de su tío, sir hildebrando, en
northumberland, donde a parte de conocer a sus primos, frank conocerá a
diana vernon (prima de sus primos) de la que se enamorará, claro... pero
ella, además de católica (él es protestante), está prometida a uno de
sus primos, lo que lo complica todo demasiado...
y en el los planes de su padre no sólo entra envíar a frank a vivir con
su tío, sino que pide que a su vez le envíen a alguno de sus sobrinos
para que ocupe el puesto que frank ha rechazado... y el elgido es
rashleig (que es malo, malo, malo).
el caso es que hay un robo de unos papeles, y se acusa a frank... pero
gracias a las declaraciones de un desconocido, frank se libra... de lo
que no se librará es de tener que ir a escocia, donde el mismo
desconocido (rob roy, claro) le ayudara en su proyecto de salvar el
negocio de su padre, porque rashleig (que es malo, malo, malo) ha robado
documentos y pagarés que amenazan con hundir el negocio de quien confió
en él...
y no te cuento más... bueno, mención especial he de hacer del baile
nicolas jarvie... uno de esos secundarios de lujo, que me ha encantado
mucho...
el final?... simplemente espectacular... porque te diré que conforme se
habían ido enredando las cosas, no sabía yo como iba a conseguir walter
scott que me gustase el final, y ya me veía a mí misma llorando
desconsolada, pero no... el final me encantó...
así que sí... una maravilla el rob roy de sir walter scott...
y ahora corto y cierro, que además de secretaria ando metida a
traductora, traduciendo del inglés (con san google que todo lo sabe y
mis escasos recuerdos de las clases del colegio) un contrato, que se
supone que tenemos que entender antes de firmar...
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