lunes y te escribo desde el despacho, con la caja hecha, y el correo
abierto, impreso y entregado a quien corresponda, que soy yo misma, ya
que todos los correos que he abierto en lo que va de mañana, tenían que
ver conmigo y con mis distintas rutinas...
lunes, respiro hondo, y aunque apenas he dormido, y creo que se me ha
metido algo en los ojos, te diré que he llegado a la conclusión de que
las cosas que están fuera de mis posibilidades, están fuera de mis
posibilidades... que no puedo cambiar ciertas decisiones por mucho que
me empeñe... que puedo seguir boicoteando con retrasos, pero que al
final será lo que será y no podré evitarlo (ni consiguiendo ordenar
todas mis palabras para que expliquen como arderá troya si el caballo
entra en la ciudad...), así que me resigno... y me digo a mí misma que
como no puedo hacer nada, al menos he de dejar de darles vueltas a las
cosas... porque soluciones no voy a encontrar, y esto de calcular todas
las posibilidades y como afectaran a cada uno de los protagonistas, la
verdad es que está acabando conmigo... ya que no puedo evitar el
desastre, al menos voy a cambiar mi actitud, e intentaré evitarme una
ulcera a mí misma, y una crisis de ansiedad (que me ronda desde hace
días).
(eso es lo que digo ahora, y de verdad que estoy más tranquila desde que
he decidido dejar de controlar las cosas y dejar que pase lo que tenga
que pasar, ya que no está en mis manos decidir si entra o no la
desgracia en esta casa... respiro hondo y noto como mi migraña se atenua
y el nudo de mi estomago se afloja... claro que me conozco lo
suficiente como para saber que patidora-controladora que vive en mí
volverá a agitarse dentro de un rato... pero, tengo de asumir, que eso
tampoco puedo controlarlo...)
en fin... lunes y yo venía a contarte que anoche estuve viendo candidata a millonaria (que no sé que tendrá que ver con hands across the table,
que es el título original), esa en la que carole lombard es regi allen,
una estecien que tiene muy claro que lo que debe hacer es casarse con
un millonario... y primero conoce a allen macklyn (ralph bellamy) que es
millonario, encantador y está en una silla de ruedas por un accidente
de aviación... y después a theodore drew III (fred macmurray) que la
invitará a cenar, y que le confesará dos cosas: primero que está
comprometido con otra, una rica heredera llamada vivian snowden (astrid
allwyn); y después que no sólo no es millonario, sino que no tiene
dinero... y el barco que fred macmurray tendría que coger para ir a las
bermudas parte sin él... y hasta aquí puedo leer...
te diré que la lombard está preciosa, y muy graciosa (sobretodo en esa
escena en la que le hace la manicura y le hace polvo las manos al pobre
fred macmurray, y en la escena de la operadora...), que marie prevost
(la mejor amiga de la prota) y sus cálculos numerológicos, me
encantaron... que contra todo pronóstico el fred macmurray no sólo
enamoró a la lombard, sino que me enamoró también a mí (aunque si he de
ser sincera, me encanta más el señor bellamy...), y que esa moneda que
cae de canto me parece el final perfecto para esta maravillosa comedia
que me ayudó a sobrevivir a un domingo que acabó, quizás, demasiado
pronto...
una maravilla...
y ahora corto y cierro... que tengo que volver a mirar el correo,
guardar las facturas y los listados, enviar un presupuesto que me acaban
de dejar encima de mi mesa, y creo que tomarme otro café porque estoy
que me caigo de sueño...

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