sobre viernes y un poema de margaret atwood...

viernes (por fin!) y te escribo desde el despacho... con la caja hecha y el correo abierto, impreso y entregado... y además he tenido que ir al banco a por cambio y a recibir clases de informática... y todo esto con una amiga que ha venido a verme al despacho y a la que le han dicho donde estaba desayunando con el jefe y a la que me he llevado de un lado a otro, porque hoy la mañana está siendo intensa y yo no tenía tiempo de otro modo...





viernes y la verdad verdadera es que no tengo apenas nada que contarte... quizás que estuve leyendo la puerta, poemario de margaret atwood... quizás que ahora no sé si me gusta más la atwood cuentista, la atwood ensayista o la atwood poetisa... quizás que planeo buscar alguna de sus novelas (cuando pasen los reyes magos, que no quiero tentar a la suerte, y además te he prometido no comprar mas libros...) para ver que me parece la atwood novelista... quizás que quiero volver a escribir poesía, pero que no encuentro ni el momento ni las fuerzas... quizás porque hace meses que las palabras no me bailan alrededor, y los versos no resuenan en mi cabeza como estribillos inventados de canciones que parece que conoces hace años...


viernes y lo mejor que puedo hacer creo que es copiarte uno de los poemas de este poemario... uno que me pareció perfecto para los tiempos que corren... quizás porque yo también me pregunto si no hay esperanza... quizás porque me gustó el final...






solían preguntarme...



solían hacerme todo tipo de preguntas:

encontraré un buen marido?

me haré rica?

se pondrá bien el bebé?

y así una y otra vez.

ahora siempre me preguntan lo mismo:

no hay esperanza?

lo preguntan una y otra vez.

aunque el cielo azul está azul como siempre,

y las flores tan floridas,

aguardan ahí con la boca abierta,

los brazos les cuelgan inútiles

como si la tierra fuera a desmoronarse,

como si no hubiera un refugio seguro.

por supuesto, les digo.

odio decepcionarlos.

por supuesto que hay esperanza.

está ahí, en aquel pozo.

hay un suministro inagotable.

inclínate sobre el borde, la verás

ahí abajo.

parece plata.

se parece a ti

con el sol detrás de la cabeza,

como si el cerebro te ardiera.

la cara está negra y desdibujada,

pero es sólo una ilusión óptica,

es la esperanza.

se conjuga en el futuro.

no te engañes.



margaret atwood (la puerta)








y ahora corto y cierro...


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