sobre las cartas desde parís de janet flanner...

viernes ya, y te escribo desde el despacho... en una tregua que parece que me da esta mañana, de prisas, de destiempos y de llamadas de teléfono...


viernes ya, en una semana rara en la que con un día menos hay que hacer las mismas cosas que haríamos en una semana normal... además la tarde de ayer fue poco o nada productiva a nivel laboral... y llegué tarde a casa, lo que quieras que no, siempre me descentra... y he pasado mala noche, y me duele un poco la cabeza...





pero aquí estoy, una mañana más (intentando encontrar las palabras, que dirían los piratas), así que hoy te hablaré de janet flanner y del libro parís era ayer (1925-1939), mi último (o quizás debería decir penúltimo) descubrimiento...


y aunque no había oído hablar de janet flanner, que fue una escritora y periodista, que durante los años en que según hemingway parís era una fiesta, escribió una columna para el new yorker, que se llamaba carta desde parís, en la que con un estilo muy fluido (muy de carta), iba contando cosas del parís de aquellos años; me la nombró sylvia beach en sus memorias sobre su librería shakespeare and company, y con el libro de la beach abierto en el regazo, busqué con el móvil algo de ella traducido al castellano, lo encontré, y pedí que me lo trajeran al despacho... porque ya sabes que soy un poco obsesivo-compulsiva, y cuando me dan esos arranques, me dejo llevar, no lo puedo evitar...


así que como te contaba, encontré el libro parís era ayer, que reune algunos de sus artículos para el new yorker, escritos entre el año mil novecientos veinticinco y el mil novecientos treinta y nueve... y empecé la semana santa, leyéndolo...






los recuerdos son los restos invisibles que perduran en nuestras vidas de lo que está escrito en pasado. ha pasado ya más de medio siglo desde que, allá por los albores de los años veinte, parís comenzó a formar parte de los recuerdos de un pequeño contingente de jóvenes expatriados norteamericanos, más ricos que la mayoría en ambición creativa y bastante modestos de bolsa. casi todos nosotros habíamos cruzado el atlántico en tercera clase rumbo a francia, en barco, claro, pues por entonces tan sólo lo sobrevolaban unas cuantas aves migratorias. nos instalamos en los pequeños hoteles de la orilla izquierda de parís, cerca de la place saint-germain-des-pres, un lugar perfectamente equipado con un gran café llamado les deux magots.

janet flanner (parís era ayer. 1925-1939)





y te diré que me recordó a los artículos de la señora prólija de maeve brennan, quizás porque eran para el mismo periódico, quizás por el tono... te diré también que en ocasiones me recordó también a dorothy parker, por el sentido del humor que tiene, por esa manera de decir las cosas... y como me pasó también con las dos damas que te nombraba, el libro me atrapó en cuanto empecé a leerlo... y volví a ese parís que a fuerza de leerlo, se me antoja a veces mas real, que mis rutinas del despacho...


en la introducción (de la propia janet flanner) y en los artículos, la autora nos va contando noticias y cotilleos de esos años... nos habla de hemingway, de la librería de la señorita beach, de djuna barnes, del salón de la barney, de liane de pougy y de su divorcio, del aniversario de la muerte de la dama de las camelias (la de verdad), de las adaptaciones de las películas de zola, de una novela de colette, de la condesa de noailles, de edith wharton, de marie curie... y de tantas cosas que sería imposible nombrarlas todas... también de la amenaza de la guerra, que en los últimos artículos, cada vez es mas real, hasta que la guerra se declara, y janet flanner deja parís para volver a casa...


una maravilla... porque estas recopilaciones de artículos me encantan... y porque de sobra sabes que ese parís (que no sé si era una fiesta o si era ayer) me tiene fascinada...





y ahora corto y cierro... que habrá que ir cerrando el mes...


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