sobre la ambición de carolina valencia...

y ya es jueves, y te escribo desde el despacho...


valencia ya está casi cortada del todo...


y yo no tengo nada que contarte hoy...


podría contarte que tengo la caja por hacer y que hace frío, lo sé porque hemos ido al banco a por cambio y nos hemos quedado heladas por el camino... podría decirte que mi hermana la pequeña ayer me hizo el favor de ir a correos, porque a mí no me daba tiempo... o que anoche me acosté tarde enfrascada como estaba en lo que estaba haciendo... pero hay días que las palabras se niegan a ordenarse, y hoy es uno de esos días...





así que te contaré que la semana pasada estuve leyendo ambición, una antología de carolina valencia editada por la editorial torremozas... carolina valencia, que fue una poetisa española de finales del siglo diecinueve... el libro de la torremozas incluye el prólogo de doña emilia pardo bazán, al primer libro de poemas de la autora... un prólogo que me ha encantado, como los poemas que contiene la antología...


y me vas a dejar que te copie aquí el poema que da título a esta antología... porque esa ambición, creo que la tengo parecida...






ambición



de cuanto noble y grande el mundo miente

en sus ficciones de placer vacías,

dos cosas sólo amé profundamente

como ama el trovador sus melodías;



dos cosas sólo ambiciona mi alma

con ansia, con ardor, con fe sincera,

como ambiciona el lidiador la palma

tras la batalla prolongada y fiera:



de la existencia en el camino incierto

sólo anhelé por gloria de mis días,

un oasis en medio del desierto

y un arpa de sonoras armonías:



un oasis de paz y de ventura

donde vivir sin penas ni pasiones,

y un arpa en que cantar mis ilusiones

con tonos de dulcísima ternura.



porque es muy grato al corazón doliente

dejar correr sin inquietud las horas

mientras se aduerme el alma dulcemente

al compás de mil cantigas sonoras.



cantar la luz, la noche, las estrellas,

la hermosa soledad del bosque umbrío,

de favonio las tímidas querellas,

el murmurante resbalar del río.



el alba que risueña se levanta,

la misteriosa tarde que declina,

la luna que serena se adelanta

por la argentada esfera cristalina.



la grave majestad del mar en calma,

la belleza y fragancia de las flores,

los recuerdos dulcísimos del alma,

la ilusión, la esperanza, los amores.



y con mi tosca lira celebrando

cuanto de hermoso el universo encierra,

pasar como los pájaros cantando

sin tocar en el polvo de la tierra.

carolina valencia





y ahora, corto y cierro...




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