sobre rutinas y consejos...

martes y aquí seguimos... en el despacho, claro... y ya casi he terminado con la facturación (me queda hacer unas remesas pero como son para agosto y a veces es un lío eso del mes de agosto, porque nosotros cerramos unos días, y algunos clientes también, y los proveedores y demás, pues los cobros y los pagos en el mes de agosto se complican un pelín... así que esperando hasta finales de semana para dar tiempo por si alguien tiene alguna queja, ruego o réplica...


así que a medias... y con la caja por hacer... y con la sensación (otra vez) de que no sé que hago aquí tecleando, con el editor abierto y buscándome las palabras y algo que contarte...





te contaré que estuve leyendo la segunda parte de ese libro de los cuentos de willa cather, el de juventud y la radiante medusa... ocho historias maravillosas de las que si te soy sincera no sabría con cual quedarme... la historia de amor entre un joven pintor y una promesa de la opera que termina con un agujero en la pared tapado y una nota de despedida dentro de una bata a modo de recuerdo... los amores y desamores de una gran diva a la que exprime su familia... una babucha dorada que acabará en una caja de seguridad... un escándalo inventado contado a su protagonista años después... el caso de paul que ya te conté aquí... un concierto de wagner... el funeral de un escultor, en el que el pueblo critica lo que escapa a su entendimiento... y esa muerte en el desierto en la que el parecido entre dos hermanos jugará un papel importante...


y me vas a dejar que te copie un trocito de uno de los cuentos... son los consejos del médico a una cantante de ópera...






recuerde, dos horas en la cama después de comer con todas las ventanas abiertas. lea algo entretenido, pero no emocionante; algún autor británico sencillito; nada abandonné.

willa cather (escándalo


y es que me hizo gracia lo de leer algo entretenido, pero no emocionante... la verdad es que esta mujer me tiene fascinada con sus cuentos... todo un arte ese de contar historias cortas... todo un arte el de hacer que parezca fácil...


ahora esperando que llegue la hora, para cerrar y poder irnos a comer a casa... para después de comer retomar los cuentos de willa cather... la tercera parte... al menos en ese ratito que queda antes de tener que volver a bajar a trabajar... para durante un rato olvidar las facturas, los pagos y los cobros, las consultas teléfonicas, los mails que hay que responder y los albaranes por meter; la crisis, los recortes y las subidas varias...


y corto y cierro que el teléfono vuelve a sonar y yo tendré que ir planteándome lo de hacer algo útil, que mira la hora que es y yo aquí sigo... dispersándome...




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