anne sexton

admito que no había oído hablar de ella... o tal vez sí, pero no retuve su nombre... el caso es que hace unas semanas, buscando algo que no recuerdo por internet, leí un artículo que hablaba de la próxima publicación en castellano de sus poemas completos, y de su amistad con sylvia plath... leí cinco poemas suyos, y supe que quería leer mas... y como sus poemas completos aún no están a la venta, busqué por internet para ver que había traducido al castellano...


vive o muere, es el título del poemario con el que ganó el pulitzer de poesía (en el que hay un poema dedicado a la muerte de la plath)... así que esa misma tarde (porque soy un poco obsesivo-compulsiva) como tenía que ir a un sitio y la fnac me pillaba de paso, lo estuve buscando sin resultado... al día siguiente, sin poder dejar de pensar en que quería ese libro, me pasé por la casa del llibre, y aunque tampoco lo tenían, me dijeron que lo podía encargar; así que encargué el libro y esperé, hasta que me llegó un mensaje al móvil informándome de que ya tenían el libro, y que podía pasar a recogerlo...


así que al día siguiente, dando un rodeo, porque admito que la casa del llibre no me venía de camino para ir a ver a la abuela a la residencia, me pasé por allí y lo recogí... y tras pasar la tarde charrando con la abuela, en el autobús de vuelta a casa empecé a leer los poemas de anne sexton...


empecé a leerlos y me atraparon como pocos libros me han atrapado... me atraparon tanto que casi me paso de parada (sin el casi, ya que no me bajé en la mía sino en la siguiente, y hasta llegué a pensarme seriamente no bajarme de aquel autobús, dar otra vuelta completa, y así acabar de leer los poemas)


ya en casa, terminé de leer el poemario... y después de fumarme un cigarrillo, me leí el prólogo (escrito por una de sus amigas íntimas, precisamente con esa con la que comió antes de volver a casa, meter el coche en el garaje, dejar el motor y la música encendidos y suicidarse) y la introducción a la edición en castellano en la que te cuentan un poco su vida y como empezó a escribir poesías por consejo de su psiquiatra... y volví a leerme de nuevo todos sus poemas...


pocas veces me ha pasado eso de leerme un libro dos veces seguidas... eso de acabar un libro tan fascinada que sin llegar a cerrarlo, vuelves a empezarlo... creo que me pasó la primera vez que leí la señora dalloway de virginia woolf y cuando leí el ariel de sylvia plath... y también lo hice con la primera antología que leí de alejandra pizarnik (ya sabes, la de la extracción de la piedra de la locura)


ahora... esperando que salgan sus poemas completos para ir a comprarlos... yo, que admito estar poco puesta en novedades editoriales, me descubro esperando con ilusión el momento de poder ir corriendo a la librería...


...


y aunque sé que el post es largo, te dejo uno de sus poemas para que la leas... te dejo un autorretrato... uno de los últimos poemas de este libro que sigue encima de la mesa del salón, porque no me decido a separarme de él todavía...






yo en 1958

qué es la realidad?
soy una muñeca de yeso: poso
con ojos que se abren sin necesidad de día o tarde
sobre alguna persona lacada y sonriente,
ojos que se abren, azules, metálicos, y se cierran.
soy casi un trasplante de gran almacén?
tengo pelo, ángel negro,
relleno de ángel negro para peinar,
piernas de nylon, brazos luminosos
y algo de ropa de anuncio.
  
vivo en una casa de muñecas
con cuatro sillas,
una mesa de imitación, un tejado plano
y una gran puerta de entrada.
muchos han venido a esta pequeña encrucijada.
hay una cama de hierro,
(la vida se expande, la vida apunta)
un suelo de cartón,
ventanas que se abren a la ciudad de alguien,
y poca mas acción.
  
alguien juega conmigo,
me mete en la cocina donde todo es eléctrico,
esto es lo que la señora rombauer dijo y sigo?
alguien simula conmigo-
estoy emparedada, inmóvil por su ruido-
o me deja sobre su cama como castigo.
creen que yo soy yo!
su calor? su calor no es un amigo!
registran mi boca buscando sus copas de ginebra
y su pan rancio de mendigo.
  
qué es la realidad
para esta muñeca sintética
que debería sonreír, que debería cambiar marchas con denuedo,
debería abrir de golpe las puertas en sano desorden,
y no ha conocido la ruina o el miedo?
pero lloraría,
enraizada en la pared
que una vez fue mi madre,
si pudiera recordar cómo
y si tuviera las lágrimas que anhelo.
junio de 1958 - junio de 1965 

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