desengaños amorosos

 

para el primer día del año quedaron, en la primera parte de mi "entretenido sarao", concertadas las bodas de la gallarda lisis con el galán don diego, tan dichoso en haber merecido esta suerte, como prometían las bellas partes de la hermosa dama, y nuevas fiestas para solemnizarlas con más aplauso.



así empieza maría de zayas sus desengaños amorosos... la segunda parte de su sarao (que yo, para no variar, he leido antes de haber leido la primera)


y te contaría en que consiste, pero casi mejor dejo que lo cuente ella... ya que lisis tras este primer sarao cae enferma, y después, una vez sana tras su convalecencia, al volver el sol de su hermosura a recobrar nuevos rayos, apenas la vió don diego con entera salud, le pidió a su madre que cumpliese la palabra de darle a lisis por esposa... comunicó la discreta señora con su hermosa hija lo que don diego le había propuesto, y la sabia dama dio a su madre la respuesta que se podía esperar de su obediente proceder, añadiendo que, pues se allegaban los alegres días de las carnestolendas y en ellos se habían de celebrar sus bodas, que tenía gusto de que se mantuviese otro entretenido recreo como el pasado, empezando el domingo, para que el último día se desposase, y que le diese licencia para que lo dispusiese...



concedida facultad para ordenarlo, se dispuso de esta suerte: en primer lugar, que habían de ser las damas las que novelasen (y en esto acertó con la opinión de los hombres, pues siempre tienen a las mujeres por noveleras), y en segundo, que los que refiriesen fuesen casos verdaderos, y que tuviesen nombre de desengaños (en esto no sé si los satisfizo, porque como ellos procuran siempre engañarlas, sienten mucho se desengañen). fue la pretensión de lisis en esto volver por la fama de las mujeres (tan postrada y abatida por su mal juicio, que apenas hay quien hable bien de ellas). y como son los hombres los que presiden en todo, jamás cuentan los malos pagos que dan, sino los que les dan.



y así maría de zayas y sotomayor hace que las damas invitadas a la fiesta nos vayan contando desengaños, a la manera de bocaccio en el decameron o margarita de valois en su heptámeron... desengaños que te resumiría, pero que dejaré que sea la misma maría de zayas la que lo haga mediante la voz de lisis con sus palabras...






(...) no es justo que yo fie de mi dicha, porque no me siento más firme que la hermosa doña isabel, a quien no le aprovecharon tantos trabajos como en el discurso de su desengaño nos refirió, de que mis temores han tenido principio. considero a camila, que no le bastó para librarse de una desdicha ser virtuosa, sino que, por no avisar a su esposo, sobre morir, quedó culpada. roseleta, que le avisó, tampoco se libro del castigo. elena sufrió inocente y murió atormentada. doña inés no le valió el privarla el mágico con sus enredos y encantos el juicio; ni a laurela el engañarla un traidor. ni a doña blanca le sirvió de nada su virtud ni candidez. ni a doña mencia el ser su amor sin culpa. ni a doña ana el no tenerla, ni haber pecado, pues solo por pobre perdió la vida. beatriz hubo menester todo el favor de la madre de dios para salvar la vida, acosada de tantos trabajos, y esto no todas le merecemos. doña magdalena no le sirvió el ser honesta y virtuosa para librarse de la traición de una infame sierva, de que ninguna en el mundo se puede librar; porque si somos buenas, nos levantan un testimonio, y si ruines, descubren nuestros delitos.



y aunque el libro vaya de desengaños, he de decirte que a mí no me ha desengañado... y es que me ha encantado conocer a esta mujer, que ya escribía allá por el siglo diecisiete...


una maravilla...

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