recuerdos de papel (sobre círculos)

 

no recuerdo cuando fue... lo que sí sé es que fue por mi culpa... mi madre nos apuntó al círculo de lectores y ahí seguimos desde entonces...

y es que a la niña le gustaba leer... como decía mi madre por aquel entonces... y la niña no tenía medios para pagarse el vicio... era joven y no fue hasta años después que conseguí que me asignaran una paga de la que quitaba un piquito cada semana y así, poco a poco, me iba haciendo con un pequeño capital que en cuanto podía invertía en libros...

el caso es que fue un regalo... un maravilloso regalo... porque cada dos meses nos traían una revista llena de títulos a casa y tenía permiso para pedir un libro (dos si eran baratitos)

recuerdo cuando era mas jovencita como me leía la revista entera... me leía todos los resumenes que traía, marcando las esquinas de las páginas en las que había algún libro que me interesara... intentando reducir a un libro aquella selección... comparando los resumenes, los títulos y los autores, para tomar una decisión complicada: que libro pediría aquel mes, para poder leerlo al mes siguiente.

y al círculo he de agradecerle las crónicas vampíricas de mi adorada anne rice... las fui pidiendo mes a mes... rogando para que no se agotasen... y la trilogía de las brujas mayfair, también de la rice, que me hizo querer ser bruja, claro...

y casi todos los libros que tengo de isabel allende... y unos cuantos de garcía márquez...

y gracias a una colección del círculo descubrí a jean rhys (y ese ancho mar que compartimos) y a djuna barnes y su bosque de la noche, que me llevó a sus poemas y eso de que yo tengo palabras para todas las tristezas...

fue por una colección del círculo que leí el relato soñado, y descubrí a marguerite yourcenar por su anna soror... y también fue gracias a cículo como conocí a edith wharton y su edad de la inocencia...

te hablo de lecturas tan lejanas como mi adolescencia...

tuve épocas... una vez recuerdo que me dió por leer los libros en los que luego se habían basado películas... así leí morir joven, y durmiendo con su enemigo... también tuve una época en la que me fascinaban las escritoras de habla hispana, y leí amor, curiosidad, prozac y dudas, y como agua para chocolate y el albergue de las mujeres tristes...

gracias al círculo de lectores leí por primera a anna ajmátova y a marina tsvietaieva, que años después volví a encontrar juntas en el canto y la ceniza y que quizás por eso en mi memoria, siempre están las dos juntas...

sigo ojeando la revista, pero ya no soy la misma... ahora no me leo los resúmenes... tengo claro lo que leo y lo que no leo... soy mas de autores que de títulos... pero si te soy sincera, me sigue haciendo ilusión cuando llega la revista y mi madre me dice en el despacho que la mire a ver si quiero algo... porque pese a mi edad y a que ya tengo un sueldo que gastar en mi vicio, la verdad es que ella me sigue comprando ese libro cada dos meses, que encargas por catálogo y que te traen unos días después al despacho... esos libros de tapas duras que pese a todo yo sigo sin comprarme muy a menudo, y que ella me regala cada dos meses... como hacía cuando era pequeña y no tenía qué gastar en libros... mi madre me sigue patrocinando este vicio, esta manía o como quieras llamarlo... y yo admito que me encanta que ella me siga ayudando...



No hay comentarios:

Publicar un comentario