a qué, miserable de mí, grito largamente a sordas piedras, a insensibles olas, a ásperas selvas, emitiendo de mi boca vano clamor? pues lepsieo privó de fe a mis palabras cubriendo de mendaces rumores mis predicciones y la veraz sabiduría profética de mis oráculos, porque fué rechazado de mi lecho que ardía por alcanzar; y sin embargo, mostrará la verdad de mis vaticinios, y alguno comprendiendo con su daño, cuando ningún medio haya de ayudar a la patria, encomiará a la inspirada golondrina.
es el final de la alejandra, de licofrón...
una de esas rarezas inconfesables... si... me encantan los griegos... casi tanto como los rusos... pero hacía muchos años que no leía literatura griega... muchos, muchos, muchos años...
busqué la alejandra de licofrón porque auster lo nombra en su invisible... uno de los personajes pretende traducirlo al francés y cuenta que habla de las predicciones de cassandra (alejandra) y entre tú y yo, cassandra siempre ha sido uno de mis personajes favoritos...
eso de estar condenada a predecir el futuro y que nadie la crea porque apolo (lepsieo) quiso acostarse con ella y ella no quiso, es de un cruel digno de los dioses griegos y romanos...
y pensarás que estoy un poco loca (o muy loca, da igual) pero la verdad es que hacía tiempo que no leía este tipo de literatura y volver a ella ha sido un poco como volver a las primeras tragedias que leí de sofocles en el instituto... a las clases de latín traduciendo la guerra de las galias de cesar y la eneida de virgilio... y mas adelante la iliada, y la odisea (para poder leer el ulises), las tragedias de euripides, las de esquilo... y es que me compré incluso una colección de esas de kiosko entera (creo que es la única colección de kiosko que compré entera... aunque si he de ser sincera no la compré... me la compraron, porque en aquellos tiempos de los que hablo mi economía no me permitía semejante inversión, y mi madre era mi mecenas... la que me compraba los libros por aquel entonces... y que me sigue comprando libros de vez en cuando, porque hay cosas que nunca cambian y una de esas cosas son las madres... por suerte)
el caso es que al leer la alusión a la obra de licofrón estuve buscando en las estanterías, entre aquella colección de cien títulos de clásicos griegos y romanos, esperando encontrarlo... pero no... yo que creía que estaría... así que san google, que para eso lo inventaron y encontré una edición en la casa de libro que me llegó una tarde de agosto a la hora de la siesta...
y que quieres que te diga... que como decía ya al principio ha sido divertido volver a ese tipo de literatura... esa manera de contarte la guerra de troya y todas sus consecuencias, que aún no han pasado... que solo cassandra sabe que están por venir, igual que sabe que no tienen remedio porque nadie la escuchara por mucho que grite y repita lo que va a pasar...
pobre golondrina... condenada a saber que nadie creerá sus profecías...
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