tengo el lector dando vueltas por casa unos cuatro o cinco años... me lo regaló un gran amigo, con el que hablo mucho de literatura, y al que le respeto mucho el críterio literario... es de los que se leen lo que escribo para ver si está mas o menos bien o si no merece la pena intentarlo, y es la persona que me convenció en su día de enviar algo mío a algún concurso con las consiguientes consecuencias en mi vida... así que solo le puedo estar agradecida (aunque últimamente nos vemos poco)
lo que decía (que al parecer me he levantado hoy dispersa) es que me regaló el lector y por casa estaba... iba de montón en montón y yo no encontraba el momento de leerlo, siempre había algo que leer...
el otro día en la casa del llibre iba yo de una estantería a otra... cogiendo un libro, dejando otro, calculando de cabeza cuando dinero me iba a costar lo que llevaba en las manos y si me podía comprar algo mas... cogí el lector... había oído hablar de la película, y me intrigaba la historia... entonces me fijé... schlink? el lector? lo dejé en la estantería de la que lo había cogido... que no será aquel libro que javi me regaló hace un millón de años y que yo (quina vergonya) no he encontrado el momento de leer?
pues si, era ese libro... han tenido que adaptarlo al cine para que lo rebusque entre los montones y lo lea en dos noches...
un libro increible... con todo lo que la palabra increible conlleva... la historia de amor ¿?, las lecturas... pero sobretodo me ha fascinado algo de lo que la historia se suele olvidar... que fue de aquella generación posterior al nazismo, de los nacidos después de la segunda guerra mundial... como se enfrentaron a los horrores de esa herencia? el libro habla de eso pero con una sensibilidad abrumadora...
os dejo un párrafo que resume muy bien (a mi parecer) ese sentimiento...
al mismo tiempo me pregunto algo que ya por entonces empecé a preguntarme: cómo
debía interpretar mi generación, la de los nacidos más tarde, la información que
recibíamos sobre los horrores del exterminio de los judios? no podemos aspirar a
comprender lo que en si es incomprensible, ni tenemos derecho a comparar lo que
es en sí incomparable, ni a hacer preguntas, porque el que pregunta, aunque no
ponga en duda el horror, sí lo hace objeto de comunicación, en lugar de asumirlo
como algo ante lo que sólo se puede enmudecer, presa del espanto, la vergüenza y
la culpabilidad. es ése nuestro destino: enmudecer presa del espanto, la
vergüenza y la culpabilidad? con qué fin? (...) solo me pregunto si las cosas
debían ser así: unos pocos condenados y castigados, y nosotros, la generación
siguiente, enmudecidos por el espanto, la vergüenza y la culpabilidad.
yo me pregunto lo mismo que schlink... es ése nuestro destino: enmudecer presa del espanto?
hay días es los que parece que no nos queda otra que enmudecer...
Hacia mucho tiempo que no entraba a curiosear en tu blog. Espero tener mas tiempo par vistarlo más a menudo porque leerte hace que me vuelvan las ganas de leer otra vez mis clasicos franceses. Me asombra ver que tienes tiempo para leer tanto o ver tantas peiculas. Como lo haces? (Josiane)
ResponderEliminarTengo la mala costumbre de escribir sin revisar y veo que te he enviado un mensaje con algunos errores. Mi teclado no funciona muy bien. !Lo siento¡
ResponderEliminarJosiane