ya las veo, ya las oigo, ya las siento

otra vez se avecina el día de los muertos.
ya las veo, ya las oigo, ya las
siento..
y aquélla, que no pudo soportar el sufrimiento,
y aquélla, que
ya no pisa el suelo materno,.
y a la que sacudiendo su hermosa
cabellera
dijo: "vengo aquí como quien va a su casa"..
quisiera, una a
una, llamarlas por sus nombres,
mas me han robado la lista, ya nunca podré
hacerlo..
para ellas he tejido este amplio manto
con sus propias
palabras, con su llanto inconsolable..
las recuerdo siempre, dondequiera que
me encuentre,
jamás las olvidaré, aunque me asalte una nueva desgracia..
y si algún día silencian esta boca atormentada
por la que gritan cien
millones de almas,.
que también me recuerden como yo a ellas
hoy en
vísperas del día de muertos.
es el epílogo del requiem de anna ajmatova. estos días he vuelto a estos versos varias veces... me parecen apropiados para estos días en los que mi parte reivindicativa no sabía como expresar un sentimiento que anna ajmatova ya había puesto en palabras hace años...
el poema entero, el requiem, es una maravilla, pero a parte de estos versos, que como digo, he ido releyendo estos días, me encanta el principio cuando la ajmatova a modo de introducción explica de donde sale el requiem...


en los terribles años de la yezhovzhina pasé diecisiete meses en las filas
frente a las cárceles de leningrado. un día, alguien me reconoció. entonces, una
mujer de labios morados que ocupaba su lugar detrás de mí y que, por supuesto,
jamás había escuchado mi nombre, pareció despertar del letargo en el que
permanecíamos sumidas y me preguntó al oído (porque allí todos hablaban en voz
muy baja):
- y usted podría describir esto?
yo repuse:
- sí,
puedo.
entonces una especie de sonrisa se deslizó por lo que alguna vez había
sido su rostro.

y pudo... puso en palabras, no solo su dolor, sino que consiguió dar voz a las otras, a aquellas que compartieron su dolor durante aquel tiempo... y a las que sufrieron y sufrirán después... porque al fin y al cabo... ciertas palabras siempre definen el dolor...

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