en la primavera es el alba. cuando la luz se desliza sobre las cumbres, sus
perfiles se tiñen de rosado y hebras de neblina de púrpura se extienden sobre
ellos.
en el estío, lo mas bello son las noches, no sólo cuando hay luna
sino también en la oscuridad, cuando las luciérnagas vuelan de un lado a otro y
hasta cuando llueve, que hermoso es todo!
en el otoño, lo más bello son las
tardes, cuando el sol resplandeciente se hunde cerca del filo de las cumbres y
los grajos vuelven volando a sus nidos en bandadas de tres, de cuatro y de dos.
aún más encantadora es una línea de gansos salvajes como manchas en el cielo
lejano. cuando el sol se ha puesto, el corazón se conmueve con el rumor del
viento y con el zumbido de los insectos.
en el invierno, lo más bello es la
alborada. es muy bello, por cierto, cuando durante la noche ha nevado; pero es
espléndido también cuando la tierra está blanca de escarcha.
es el principio del libro de la amohada de sei shonagon.
sei shonagon era una dama de la corte de la emperatriz sadako en el japón del siglo X... a su libro se le llama el libro de la almohada por ser un libro de notas informal que se guardaba posiblemente en los cajones de las almohadas...
en la última anotación la autora cuenta como la emperatriz le enseña unos cuadernos que han llevado, que en principio debían ser para transcribir las crónicas del historiador, pero como el emperador ya había encargado a quien debía transcribirlas la emperatriz no sabía que hacer con los cuadernos, así que ella se los pide para hacer una almohada...
tenía ahora gran catidad de papel a mi disposición y me puse a llenar los cuadernos con hechos raros, historias del pasado y toda suerte de cosas.
el libro es una delicia, y lo digo consciente del adjetivo que empleo, ya que no está entre mis palabras comunes, pero delicioso es el adjetivo que te viene al leerlo...
a mi personalmente me gustó la prosa poética con la que nos cuenta anécdotas, costumbres y sobre todo, me encantaron las listas que hace: cosas que deprimen, cosas odiosas, cosas que hacen latir deprisa el corazón, cosas que despiertan una querida memoria del pasado, cosas elegantes, cosas incovenientes...
y como en el texto que he colgado, esa manera de mirar la vida intentando ver lo maravilloso de cada cosa, de cada estación... con una delicadeza abrumadora...
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