amory

amory... el protagonista de a este lado del paraiso de fitzgerald. admito que al principio no me caía bien... no me preguntes porque, pero lo tenía cruzado. un niño bien que se cree especial porque si, un niño mimado, algo repelente que se cree algo sin ser nada.
el estilo de fiztgerald está en el libro, su manera de escribir, esa que me enamoró cuando me leí el gran gatsby... pero la historia no me enganchaba. igual porque leo menos que antes, porque me lo llevaba en el bus, pero mis viajes en bus ya son lo que eran, que eso de pasar una hora y media al día para ir y volver a la facultad ya se ha perdido y ahora solo cojo el bus para ir a tomar el café con las amigas... en fin, que el libro no me enganchaba.
amory niño no me caía bien, amory adolescente... menos. ese ambiente de college americano me es tan ajeno que no lograba empatizar con el personaje, demasiado trivial, demasiado ligero... no sé si se me entiende.
despues amory se enamora y ahí ya le pillé el punto, ese niño bien venido a menos al que le rompen el corazón me llegó al alma, quizás porque en sus anteriores historias de amor lo había visto tan frío y calculador que no me llegaba.
el caso es que ahora, una vez terminado el libro te digo que puede que me haya enamorado un poquito de amory blaine. quizás porque me pasa lo mismo que me pasó con proust, que amory se pasa el libro pretendiendo ser escritor pero sin escribir nada, y siempre he creido que si alguien quiere escribir nada tan fácil como hacerlo, que al principio debería quemar sus escritos, y tomarlo como prácticas, nada mas. pero puede que me haya reconocido en esa inseguridad, en esa necesidad de soñar... no lo sé, que una vez terminado el libro me ha encantado, por eso no me dejo libros a mitad porque hay algunos que hasta que no los terminas no entiendes la genialidad que hay en ellos. solo quería contaros eso

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