y como decíamos ayer, después del libro de siri hustvedt, me leí "el jardinero y la muerte" de gueorgui gospodínov... otro libro de duelo...
y es que este libro llevaba tiempo saliéndome en instagram... en concreto hay un chico muy majo que recomienda libros, que lo suele recomendar de una manera que hace que de verdad te apetezca leerlo...
así que aprovechando le fin de semana largo me leí "el jardinero y la muerte" que es una maravilla de libro...
y me ha encantado, fascinado, enternecido y hecho llorar... qué maravilla de libro, de verdad...
(así que gracias desde aquí al chico simpático de instagram que recomienda este libro, porque ha sido un placer leerlo...)
y gospodínov empieza diciendo en la dedicatoria que:
"Cualquier historia, hasta la que ha ocurrido y es personal, cuando pasa a través del lenguaje, cuando se reviste de palabras, deja de pertenecernos, ya forma parte tanto del ámbito de lo real como del de la ficción."
y continúa:
"Mi padre era jardinero. Ahora es jardín."
y es que gospodínov en este libro me ha contado la enfermedad y muerte de su padre... que era jardinero...
leyendo a gospodínov se me han removido muchas cosas, pero sobretodo he recordado como la escritura me sostuvo el primer año... la importancia que tenía contar la historia, contarlo todo...
seguramente por eso sonreí al leer:
"No sé por dónde empezar. Que este sea el inicio. Estamos hablando de un final, por supuesto, pero dónde empieza el final?"
complicado saber por dónde comenzar en estas cosas... y me dice gospodínov un poco más adelante que:
"Tal vez por eso narramos. Para abrir otro pasillo paralelo donde el mundo y todos los que lo habitan estén en su sitio, para desviar la narración hacia otra hilera cuando la cosa se ponga peligrosa y la muerte se desborde, como el jardinero desvía el agua hacia la siguiente hilera de la huerta."
me gusta eso de otro pasillo paralelo... como me gusta también cuando dice:
"Me gustaría que hubiera luz en estas páginas, la luz suave de la tarde. Este no es un libro sobre la muerte, sino sobre la tristeza por la vida que se va. Es diferente."
y me gusta también cuando dice:
"De qué hablamos cuando hablamos de la muerte? De aquel que se ha ido o de nosotros? De la ausencia misma? Está tan ausente que llena cada minuto libre con su ausencia."
seguramente porque es totalmente cierto...
me cuenta también gospodínov que:
"Hacía un día gélido y soleado, la gente salía en la pausa del trabajo para comer algo rápido, algunos paseaban a sus perros, gesticulaban, se reían... El fin del mundo no llega para todos al mismo tiempo."
y no es sólo la sensación (yo también la tuve), sino la elección de las palabras... el fin del mundo... sí, claro... es que es precisamente eso... el jodido fin del mundo...
me cuenta también gospodínov que:
"Uno de los mitos populares sobre el cáncer (Susan Sontag lo menciona) es que la enfermedad viene desencadenada por una represión excesiva de las emociones. Aunque él no tenía forma de saberlo, oí a mi padre decir por primera vez que vaya tontería eso de no haber abrazado nunca a su propio padre, que le habían educado para no mostrar los sentimientos, y que también había sido severo con nosotros, esta última parte la masculló un poco..."
(creo que esa es una de las cosas que más me joden entorno al cáncer... es una de las pocas enfermedades en las que se culpa al enfermo, no tanto de hábitos que perjudican la salud, sino de sentimientos (o falta de expresión de sentimientos) como causantes del cáncer y de la posterior muerte...)
complicado de leer fue el momento en el que gospodínov escribe:
"Por favor, que mi padre no sufra mucho.
Por favor, que mi padre no sufra mucho.
Por favor, que mi padre no sufra mucho.
Por favor, que mi padre no sufra mucho.
Por favor, que mi padre no sufra mucho.
Por favor, que mi padre no sufra mucho.
Por favor, que mi padre no sufra mucho.
Lo he escrito siete veces en mi cuaderno, como un amuleto, ese número debería ayudar. Ya no pido nada más, solo que no sufra mucho."
me recordó una hoja de mi cuaderno en la que escribí "no puedo con esto", en bucle, como si estuviera castigada escribiendo en la pizarra... y me recordó también una plegaría parecida recitada mentalmente durante ese mes de hospital... (que no sufra, que no sufra, por favor, que no sufra...)
sonreí también cuando gospodínov me contó que:
"Ahora puedo decir, por extraño que suene, que mientras estaba a su lado, sobre todo cuando el dolor remitía, pensaba en lo bonito que era estar juntos. Incluso en esa situación."
yo me preguntaba si podía escribir que fui feliz en el hospital, en la planta de oncología sabiendo como sabía cómo iba a acabar la cosa... se puede ser feliz en medio de un miedo atroz y de una pena que aún no te posee pero que ya te ronda?... y lo jodido es que sí... lo jodido es que entiendo a gospodínov... incluso en esa situación...
me dice también:
"No grité, no aullé, solo dejé que las lágrimas cayeran en silencio."
yo tampoco... y es algo que me obsesionó durante mucho tiempo... como si haber gritado en el momento justo me hubiera liberado de tantísimo dolor... ahora sé que no...
"Adónde van los que se van? Entraba dócilmente en esa buena noche, contrariamente a aquel No entres dócilmente en esa buena noche... Me doy cuenta de lo hermoso que suena ese verso de Dylan Thomas y luego este enfurécete ante la muerte de la luz..."
ay! yo también me recité en silencio esos versos de dylan thomas (esos y aquellos en los que dice que la muerte no tendrá señorío...)
lloré con el momento en el que me cuenta que:
"Al día siguiente del entierro, ya de vuelta en Sofía, llamo a mi hermano. Qué haces?, le pregunto. Acabo de llevarle un café, me dice. Todas las mañanas, durante cuarenta días, mi hermano va a la tumba, le lleva un café y le enciende un cigarrillo. Un ritual extraño, pero en lo más hondo de mi interior le agradezco que lo haga."
quizás porque me recordó a uno de los poemas que escribió donald hall tras la muerte de jane kenyon, en el que cuenta que al día siguiente del entierro fue a desayunar con ella y le llevó un café...
y volví a llorar cuando me contó que:
"No he borrado en número de mi padre de mi teléfono. Todavía no. Tampoco sé si lo haré."
seguramente porque yo tampoco he borrado su teléfono... y ya que estoy confesando, tampoco he borrado los teléfonos de mi abuela, ni el fijo, ni el móvil, ni los de las dos residencias donde estuvo... todavía no... y tampoco sé si lo haré... para qué engañarnos...
"Y de nuevo la descarga repentina de tristeza por culpa de pequeñas cosas.
La mandarina que cojo y que de repente me recuerda que lo último que comió con tanta dificultad antes de dejar de comer del todo fue un gajo de esa fruta. La mandarina también ha dejado de ser solo una mandarina."
(yo no soporto ni el zumo de naranja (aquel que pidió y no pudo beberse, ni las galletas maría...)
y también sonreí cuando me contó que:
"A veces se me olvida que no está, y es un momento feliz, cojo el teléfono para llamarle y solo entonces me acuerdo."
y aunque ese es un tema que creía más o menos superado, eso de coger el teléfono para llamar y esos segundos no te diré de felicidad pero si de ausencia de pena, la verdad es que el día de la presentación me lo pasé cogiendo el teléfono y dejándolo... porque sí, aún me pasa, quiero contarle algo y el pensamiento mágico me hace creer que podría llamarle y hablar con él...
"Es una larga tristeza, dice un amigo. Suena bonito, pero yo aún estoy en el dolor. Primero es un largo dolor. La tristeza viene después..."
y aunque creo que estoy ya en esa larga tristeza, sigo en el dolor... aún hay momentos en los que la desesperación me atrapa y de verdad que no lo soporto, y de verdad que duele mucho, y de verdad que no quiero y creo que no puedo...
y me vuelvo a reconocer en las palabras de gospodínov cuando me cuenta que:
"Intento localizar este dolor en mi cuerpo, de dónde brota exactamente. Ahora está debajo del pecho, donde el diafragma, es oclusivo, me impide tomar aire. En realidad, el dolor es migrante. Ahora está arriba, en la garganta, donde se ubica el centro del llanto. Ahora es pastoso, como el pan medio crudo, difícil de tragar."
seguramente esa fue una de las cosas que más me sorprendió del duelo (que me sigue sorprendiendo), su fisícidad (no sé si la palabra existe pero es la única que me sirve)... la parte física del duelo no me la esperaba... ese dolor real, localizado y cambiante que iba del pecho y a la garganta y de vuelta al pecho... y sí, tiene razón gospodínov: es difícil de tragar...
y ya para terminar, copio una última cita en la que gospodínov copia una cita a su vez, que dice:
"Las personas soñadas son más que nosotros. / Pero no ocupan lugar..., escribe Thomas Tranströmer en un poema titulado «Seminario de sueños».
Los muertos también son más que nosotros, pienso mientras leo estas líneas. Y a pesar de que no ocupan lugar, pueblan otras habitaciones, atraviesan otras puertas invisibles en el tiempo donde nos cruzamos por un instante."
y me quedo en ese instante...
una preciosidad "el jardinero y la muerte"... buscaré más libros de gospodínov, porque ha sido un verdadero placer conocerle, y ahora ya forma parte de mi grupo de apoyo al duelo imaginario/literario...
y después del precioso libro de gospodínov, estuve rebuscando por mis estanterías, y encontré y me leí "el adiós de stella" de linn ullmann...
y es que hacía tiempo que no leía a linn ullmann (que también forma parte de mi grupo de apoyo al duelo imaginario/literario...) y me apetecía leerla...
lo que pasa es que una novela después de una autoficción me provoca una sensación extraña... últimamente prefiero leer autoficción o ensayo o poesía (por la parte que tiene de autoficción la poesía...)
pero salvando esa sensación de que prefiero que me cuenten su vida a que inventen vidas para personajes inventados, la verdad es que "el adiós de stella" es una buena novela...
stella cae desde el tejado de un edificio de nueve plantas... en el tejado con ella está su marido y padre de su segunda hija... hay tres testigos (tres señoras que estaban en el parque), pero ninguna de ellas está segura de si el marido de stella intentó impedirle que se tirara o si la tiró...
en la novela hay una grabación de video casera de stella y su marido, una detective que investiga la muerte de stella, la hija mayor de stella y un amigo, que nos van contando como era stella... y si creen que se tiró o que fue tirada... incluso stella nos contará parte de su historia...
de lo más entretenida...
un placer volver a leer a linn ullmann...
y después de la novela de la ullmann (que yo creía que me iba a durar todo el lunes que como era festivo pasé en pijama, pero que terminé de leer antes comer...), volví a la autoficción y me leí "astillas" de leslie jamison (a la que conocí hace poco por sus ensayos...)
y en "astillas", leslie jamison me ha contado su maternidad y la ruptura de su matrimonio (en sus ensayos, yo la había dejado felizmente casada, así que este libro ha sido un poco complicado...)
y el libro es jodido pero maravilloso... esa maternidad a solas, primero casada y después separada... lo desgarrador de la custodia (que no es compartida, pero casi, ya que su hija duerme fuera de casa dos días a la semana), que me ha recordado una conversación de hace algunos años con una amiga que se estaba planteando separarse, pero que no podía soportar la idea de dormir sin su hija dos noches seguidas... ni siquiera una noche, para qué nos vamos a engañar...
además, a leslie jamison se le juntan sus traumas infantiles con el sentimiento de culpa por haber roto un matrimonio que creía eterno (a la hijastra apenas la nombra, pero recuerdo su precioso ensayo sobre madrastras y se me encoge el alma...), y la vuelta a las relaciones, y seguir escribiendo, y promocionando sus libros, y la pandemia y el confinamiento, y el coronavirus (porque la pobre leslie jamison pilló hasta el coronavirus...)
que ha sido un placer leerla... y conocerla con todas sus contradicciones...
y después de las "astillas" de leslie jamison, me leí "que no me asfixie de hacer tanto silencio" de inge müller... poeta recomendada por herta müller en su libro "en la trampa"...
y antes de copiar y cerrar copio tres poemas (tres...)
el primero porque me encantó...
Rendez-vous 44FrantičekCuando llegaste ya me había idoCuando llegué ya te habían trasladadoFrantiček! La tierra gira.Será que sólo vivimosPara enterrar a los amigos?Cuándo se dará lo que queremos?Cuando llegué ya te habían trasladadoCuando regreses ya me habré idoTe buscaré, Frantiček.
el segundo, creo que no hace falta decir porqué me lo he quedado...
Bajo los escombros IDormía bajo el chirrido de las tuberíasEn las garras de la tierraMetiendo al niño Moisés en la canastaEntre el junco y la mareaDesperté en el corazón de los continentesCuando en algún lugar del mar abiertoUna humareda se elevó, más caliente que mil solesMás fría que un corazón de mármolCargada sobre dieciséis pies logré llegar al centroDi mi primer paso entre el polvo.
y el tercero porque también me encantó... y porque tiene pájaros...
La noche anda en pantuflasUnas son de piel y otras de oroEl día da pasos marcialesAnticipándose a nuestra noche.Si mañana temprano al amanecerEl estornino chilla en el tejadoQuedarán tu poema y mi poemaNosotros y la noche somos la vastedad.
un placer, también, leer a inge müller...