jueves, 23 de octubre de 2025

y después de la segunda entrega del volumen del tiempo de solvej balle, me leí "veo una vara de almendro. veo una olla que hierve" de angélica liddell... porque nonó me mandó un enlace en el que nuestra querida alana s. portero decía que le haría ilusión que le dieran el nobel a ángelica liddell, así que si alana s. portero cree a angélica liddell merecedora del nobel, yo busco a angélica liddell (que admito que me tenía intrigada hace tiempo) y me la leo...

y aunque me costó más de lo habitual entrar en el libro (en los libros de poesía suelo entrar con facilidad), en cuanto le pillé el ritmo y el tono (creo que lo importante es el tono) me encantó angélica liddell...

y como muestra un botón (o un poema), éste que dice:

Tú, que estás más cerca del vuelo de los grajos. 
No ves que te llamo desde lo diminutivo?
Una sola hoja soy, estremecida en mitad del árbol.

(poema que también he copiado en mi pequeña antología de pájaros...)


y después de conocer a angélica liddell (de la que ya tengo un par más de títulos en mis listas de deseos virtuales), me leí "historias que olvidé contarte" de dorothy gallagher...

y juro que no sabía que era de duelo, aunque también admito que no me importó que lo fuera... que lo compré simplemente porque el de "cómo recibí mi herencia" me gustó tantísimo, que me compré los otros dos (éste y el de "extraños en la casa") sin pararme a leerme de qué iban...

juro que no sabía que era de duelo, pero lo supe en seguida, ya que el libro empieza así:

"Ben murió repentinamente una soleada mañana de junio de 2010. En octubre vendí el apartamento en el que habíamos vivido durante nuestros treinta años de matrimonio, metí a nuestra vieja gata en su transportín y nos mudamos las dos a unas pocas manzanas, al estudio en un cuarto piso sin ascensor que había sido mi oficina."

y continúa un poco más adelante:

"Nunca tuve intención de escribir sobre el matrimonio, la viudedad y el duelo. El duelo es el duelo, no hay vida inmune a él, y un sinfín de viudas se han explayado a gusto al respecto; pero me di cuenta de que cuando estaba sola no paraba de hablar con Ben. Le contaba lo que hacía, lo que pensaba; le informaba de sucesos ocurridos después de su muerte; rememoraba los años previos a conocerlo; le describí el apartamento nuevo que había encontrado; le comuniqué que había muerto nuestra gata; evocaba nuestras vidas; le mencionaba aquel albornoz amarillo que me ponía a menudo; reanudaba discusiones antiguas, sacaba a relucir viejos agravios; le pedía disculpas por esto y por lo otro y también por lo de más allá; le hablaba de nuestros amigos: quién seguía vivo, quién había muerto, a quién le había perdido la pista. Pasaron cinco años y seguía hablando con él. Una mañana nevada de febrero, ya que a fin de cuentas estaba sentada en la silla del escritorio, me puse a escribir."

y yo le agradezco dos cosas, que se pusiera a escribir, y que me haya contado que cinco años después seguía hablando con ben...

y esta cita podría ser el resumen perfecto del libro de dorothy gallagher: en él le va contando a ben (y a nosotros de paso) como es su apartamento, la muerte de su gata, partes de su vida juntos, como se conocieron, como se fueron a vivir juntos, la historia del albornoz amarillo con el nombre de julie bordado... 

mis partes favoritas, son cuando dorothy gallagher habla directamente con ben, como cuando le dice:

"A ver, dime: tú crees que en los años que han pasado desde tu muerte mi vida ha seguido siendo como antes? Crees que aún entro y salgo de nuestras habitaciones, que mi ropa cuelga en los armarios, que nuestros cuadros abarrotan las paredes, que las estanterías están llenas hasta los topes, que todas nuestras cosas continúan en su sitio? Imaginas que cuando se hace de noche enciendo las lámparas y vienen de visita nuestros amigos?
No, nada de eso. Ya no estoy allí."

conozco esa sensación de tener que informar pese a todo...

también me sentí reconfortada cuando cuenta que:

"Tras mudarme aquí pasé mucho tiempo pensando que se había producido un equivoco, como si me hubiera montado en el autobús que no era y hubiese acabado en la vida de otra persona. Todos los días te enviaba un email, siempre con el mismo mensaje:
«Ojalá estuvieras aquí ojalá estuvieras aquí ojalá estuvieras aquí»."

y cuando poco después aclara:

"Escúchame, niño mío, no he perdido la cabeza: los muertos, muertos están, eso lo sé. Pero qué hay de mí? Quién, si no tú, sabrá jamás que una vez pasé un verano en Yalta?"

(quién sabrá que yo pasé once veranos a orillas de un ancho mar que son de mentiras que son de verdad?)

sonreí cuando dorothy gallagher me contó que en una de sus primeras citas (incluso puede que en la primera) ella le dijo que estaba investigando para un libro, y él le preguntó si era investigadora, y cuando ella le aclaró que el libro lo estaba escribiendo ella, él le dijo que entonces debería decir que era escritora, y entonces ella dice:

"Hace muchos años dijiste que yo era escritora. Decidí creerte. Desde entonces tú fuiste siempre mi primer lector. Aguardaba tu opinión. La aguardo ahora."

(seguramente porque hace muchos años wne me dijo algo así... que yo era escritora (que tenía voz) y ahora, quince años después de que me lo dijera, cuatro años y medio después de su muerte, estoy empezando a querer creérmelo... aunque de momento no solo no me lo creo, sino que lo niego cuando alguien lo pronuncia en voz alta...)

una maravilla volver a leer a dorothy gallagher... la única pena es que ya no (nos) quedan libros traducidos de ella... 


y me pregunto porque este encadenar libros de duelo cuatro años y casi medio después, y me respondo que me encantan, que he descubierto el que podría ser mi nuevo género preferido... y que (como diría anna ajmátova: "Otra vez se avecina el día de los muertos"... para mí que podría ser eso... otra vez se avecina el día de los muertos, y sigo necesitando ritos y ceremonias y apoyo de mi grupo imaginario/literario de apoyo al duelo, del que ya forma parte dorothy gallagher...


y después del maravilloso libro de memorias de dorothy gallagher, retomé la poesía completa de olga orozco, y me releí los "cantos a berenice" (que podrían ser un duelo por una gata), y me volvieron a encantar...

como este poema que dice:

VI

No comiste del loto del olvido
-el homérico privilegio de los dioses-,
porque sabías ya que quien olvida se convierte en objeto inamimado
-nada más que en resaca o en resto a la deriva-
al antolojo del caprichoso mar de otras memorias.
Y así escarbaste un día en tu depósito de sombras congeladas
y volviste a anudar con tiernos ligamentos huesecitos dispersos,
tejidos enamorados del sabor de la lluvia,
vísceras dulces como colmenas sobrenaturales para la abeja reina,
dientes que fueron lobos en las estepas de la luna,
garras que fueron tigres en la profunda selva embalsamada.
Y lo envolviste todo en ese saco de carbón constelado
que arrojaste hacia aquí, como hacia un tren en marcha,
y que en algún lugar dejó un agujero por el que te aspiran
y al que debes volver.

(y un par más que he copiado en mi antología de pájaros (es curioso la de pájaros que encuentro al releer a mis poetas favoritas ya leídas hace años... es curioso cuando buscas como vas encontrando las cosas que vas buscando y que la primera vez te pasaron desapercibidas...))

un placer releer a olga orozco (a la que no sé si lo he contado, juraría que sí, pero como no estoy segura, ante la duda lo cuento (o lo vuelvo a contar), conocí gracias a alejandra pizarnik...)


y ahora me estoy leyendo "cuando éramos hermanas" de sheila kohler... otro libro de duelo, pero es que otra vez se avecina el día de los muertos...


martes, 21 de octubre de 2025

y pasé la tarde del sábado leyéndome "en la distancia", las memorias de josefina aldecoa (porque, como ya dije, él me regaló hace años un libro de cuentos de ella, y también porque creía haber leído no recuerdo dónde que en el libro, josefina aldecoa hablaba de la pérdida de su marido ignacio aldecoa, y aunque de eso no estaba yo muy segura, e incluso pensé que podría estar inventándomelo, resultó que sí...)

y el libro empieza así:

"Durante los últimos años, me he visto con frecuencia sumergida en las aguas remansadas del pasado. Buceando hasta un fondo submarino, emergen, encadenados, rostros, paisajes, luces y sombras, olores y colores, sonidos, voces, músicas, sentimientos e ideas.
La memoria, como un buen arquitecto, ordena los hallazgos para reconstruir un todo armónico. En el fondo siempre quedan materiales preciosos. Misteriosas claves que nunca recuperaremos. Sin embargo, la memoria ha hecho el milagro. Ante nosotros, a saltos, a fragmentos, aparecen, fulgurantes o grises, los días del pasado. En un orden marcado por las huellas que han dejado personas y lugares, momentos históricos vividos, a veces sin saberlo, con pasión o tristeza, con rabia o entusiasmo."

y josefina aldecoa nos cuenta su infancia (antes y después de la guerra), y su adolescencia y juventud... recuerdos de sus abuelos, del principio de la guerra civil, del traslado a madrid, de sus años de estudiante, frecuentando cafés y tertulias... 

"En alguno de aquellos «establecimientos» empezó mi diálogo con Ignacio, un diálogo que ya, desde ese primer día, fue una discusión interminable. Una discusión en la que cada uno quería tener razón y que casi siempre versaba sobre literatura. Una discusión, un diálogo apasionado que duró desde ese día hasta el 15 de noviembre de 1969, el día más terrible de mi vida."

y cuenta también josefina aldecoa sus años felices, su matrimonio, su maternidad, sus viajes, la publicación de los libros de ignacio... y su muerte, claro (y yo me he vuelto a descubrir a mí misma leyendo a josefina aldecoa y pensando: sí, sí, sí, josefina, muy interesante, la estancia en londres, lo de la primera mujer de bertrand russell, y lo de nueva york, y lo de varsovia, lo de los veranos en ibiza (en la misma cala en la que un amigo de mi padre tiene un restaurante) y demás, pero qué sentiste cuando murió ignacio?...)

y josefina aldecoa me contesta:

"En las vidas que se prolongan durante cierto tiempo, hay un «antes y un después». Las circunstancias que provocan ese corte son muy variadas. El punto de inflexión que marca esa división viene dado a veces por un acontecimiento histórico -por ejemplo, una guerra- que incide decisivamente en la vida personal de cada individuo. De tal modo que lo que llega después es consecuencia de ese momento crucial y altera las previsiones, los proyectos, las esperanzas anteriores. Pero, en muchos casos, el corte lo provoca un suceso inadvertido para la mayoría, un suceso que influye en la vida de un determinado ser humano y decide, de forma inexorable, su futuro.
Dice Bertrand Russell en su autobiografía: «Es peligroso dejar que nuestro afecto se centre demasiado en una persona».
Muchas veces he recordado esta cita en los años que siguieron a la muerte de Ignacio que cambió mi vida para siempre."

(ay! sí a todo...)

y continua:

"Al principio, todo fue una nebulosa cargada de dolor."

una nebulosa cargada de dolor me parece una imagen muy acertada...

y continúa:

"Ignacio murió un sábado y yo me incorporé al colegio el miércoles siguiente. Creo en el trabajo como terapia, la única terapia psicológica eficaz. Dormía mal y el despertar por la mañana era horroroso."

yo no sé si creo en el trabajo como terapia, creo que más que nada yo lo que tenía era la sensación de que si paraba sólo un día, no sería capaz de volver a salir de la cama en meses... lo mío más que disciplina o terapia, fue una mezcla de dejarse llevar y de miedo... pero la entiendo...

también cuenta que:

"Cuando murió Ignacio yo aparté de mi vida todo proyecto literario. Sólo permanecí fiel a la lectura, alimento imprescindible para seguir viviendo. La pasión que nos unía a Ignacio y a mí tenía profundas raíces en la literatura. La literatura fue desde el principio nuestro lazo de unión. Comentar lecturas, bosquejar proyectos de escritura, discutir, pedir crítica y consejo sobre lo escrito, y luego rechazarlo ambos."

y aunque yo no aparté de mi vida todo proyecto literario, sí que es verdad que sobretodo permanecí fiel a la lectura (y estoy convencida de que la literatura, si no me salvó, sí que me ayudó a respirar mejor y a llenar el tiempo vacío que dejó su ausencia), en parte porque ha sido así siempre (si vienen mal dadas leo más), y en parte por lo que dice josefina aldecoa: la literatura fue desde el principio lo que nos hizo encontrarnos (nuestro lazo de unión), y sin duda, nuestro tema de conversación favorito... 

dice también josefina aldecoa un poco más adelante que:

"La década de los setenta encierra para mí una serie de recuerdos poco claros. La sensación de vivir en una nebulosa día tras día, avanzando casi a tientas con la inseguridad del convaleciente de una grave enfermedad."

y me gusta esa analogía (esa metáfora), lo de avanzar casi a tiendas con la inseguridad del convaleciente de una grave enfermedad...

y también sonreí cuando leí que: 

"La visión superficial y rápida de países complejos, lejanos en el espacio y en la cultura, me distrajeron de una indiferencia generalizada en la que se había sumergido mi vida desde la muerte de Ignacio."

seguramente por lo de la indiferencia generalizada, que creo que empieza a disipárseme, pero que creo que no se me ha disipado aún del todo...

y me gustó la cita que comparte cuando dice que:

"Ninon de Lenclos dice que los que viven mucho tiempo tienen «el triste privilegio de quedarse solos en un mundo nuevo»."

que inevitablemente me hizo pensar en mi abuela paqui...

y casi al final, cuando hablando de su hija, cuenta:

"Susana fue mi protectora desde el primer momento, desde la primera noche, cuando todo había terminado e Ignacio se había ido para siempre de nuestra casa y de nuestras vidas. Hasta el día de hoy."

quizás porque yo también uso eso de "cuando todo había terminado"...

que me han encantado las preciosas memorias de josefina aldecoa (que está fuera de toda duda y de toda discusión que él me descubrió), y que ahora ella también forma parte de mi grupo de apoyo al duelo imaginario/literario...


y después de las memorias de josefina aldecoa, retomé la poesía completa de jorge luis borges (que él me dijo al principio de lo nuestro que debería leer, y quince años después le hago caso y me la estoy leyendo) y me leí su "elogio de la sombra" el domingo por la mañana...

y me encantó (él tenía razón, y de borges a mí lo que más me está gustando es su poesía, como él decía al principio de lo nuestro...) y me quedé con los dos primeros versos de un poema que dicen:

Que otros se jacten de las páginas que han escrito;
a mí me enorgullecen las que he leído.

seguramente porque a mí también me enorgullecen sobretodo las páginas que he leído (como las de borges...)


y después de los poemas de borges, me leí "el volumen del tiempo II" de solvej balle, que empieza así:

#368

Qué me había creído? Que el tiempo era un tiovivo y podía subir y bajar a mi antojo? Que el año corría bajo mi dieciocho de noviembre como una corriente subterránea?

la verdad es que yo sí que me había creído algo así... 

total, que he vuelto al dieciocho de noviembre con la pobre tara selter que sigue atrapada en ese día sin remedio...

y si la primera parte me encantó, la verdad es que la segunda me ha encantado aún más... incluso le perdono el final inesperado (y casi diría abrupto), y ya estoy esperando que traduzcan la tercera parte...





sábado, 18 de octubre de 2025

y ayer terminé de leerme el poemario "amarilla" de marta sanz (porque marta sanz era una de las suyas, y hace años me regaló un libro suyo, y desde entonces tengo pendiente leerla más para saber porqué a él le gustaba tanto...) que me ha encantado, y como muestra comparto este poema que dice:

Me sumerjo en la perfección de copo de nieve de
párrafo
frase
palabra
  
cristalización.
   
Podría ser otra,
pero, hoy, dentro del invernadero,
la máscara de los cristales,
dentro de la palabra,
me acurruco contra
el fuera y la intemperie.
  
El dentro es más oscuro.
   
Me encierro en esta perfección
-amatista, diamante, esmeraldita de plástico-
y acallo al monstruo.
  
Le echo de comer.
Ortigas
y paparajotes.


y después de los poemas de marta sanz, me leí "la chica del pelo revuelto" de akiko yosano (porque leí a akiko yosano por primera vez cuando ya estábamos juntos, y muchos de sus poemas me hablaron de nuestro?... podría ser), que es una preciosa colección de tankas (veintidós de ellos he copiado en mi pequeño palacio de vocabulario, diez en mi pequeña antología de pájaros (de la marta sanz también me he quedado con un par (o tres), e incluso he copiado poemas en mis distintos tonos de color negro...)

como éste que dice: 

cuando seamos estrellas
volveremos a vernos,
hasta entonces
olvida la voz del otoño
que está llamando a la puerta

y ahora estoy leyendo "en la distancia", las memorias de josefina aldecoa (porque él me regaló hace años un libro de cuentos de josefina aldecoa?... yo diría que podría ser... y también porque creo haber leído que en el libro, josefina aldecoa habla de la pérdida de su marido (aunque de esto no estoy segura, y podría estar inventándomelo...)

vuelvo el lunes, o el martes... 


sobre lo del planeta no me voy a pronunciar porque no me leo los premios planeta, y eso creo que me inhabilita para opinar, simplemente necesito compartir una duda existencial: si el premio ya está dado (y creo que eso es algo más allá de toda duda, que no es una opinión, ni un presentimiento, sino algo que dicen por ahí tantos expertos y desde hace tanto tiempo, que creo que ya todos lo sabemos y que no hace falta que hagamos como que no es cierto...) qué sentido tiene eso de que el ganador se presentó con un pseudónimo femenino?... en serio, qué significa (que quiere el premiado que signifique) fingir que te has presentado a un concurso con un pseudónimo femenino, cuando sabemos que no te has presentado porque el premio ya te lo habían dado de antemano?... yo tengo varias teorías y ninguna buena... 



viernes, 17 de octubre de 2025

anoche terminé de leer "ahora" de brigitte giraud... sí, otro libro de duelo... sí, sigo enganchada a los libros de duelo, me vienen bien, me sienta bien leerlos, me reconfortan, me acompañan, me enseñan cosas y hacen que me sienta menos sola...

y aunque ayer ya copié el principio, lo vuelvo a copiar para poner en contexto el libro... y que dice brigitte giraud:

"Esta noche se ha muerto Claude. Yo lo quería.
Mi vida se detiene y empieza al tiempo. Para no nombrar el suceso digo «antes» y «ahora»... Antes, como si se tratase de un país, de un extenso territorio exuberante, mi continente. Antes, por supuesto, era algo blanco, luminoso, ingrávido, evidente. Antes era algo terso, emocionante a veces; éramos inmortales y cínicos. Estábamos vivos. La muerte de los demás no nos transtornaba"

entiendo lo que dice de que su vida se detiene y empieza al tiempo... yo también digo antes y ahora (y antes de y después de también...), y la entiendo... ay, cómo la entiendo...

brigitte se fue a parís a firmar unos libros y cuando volvió, su marido estaba en un quirófano porque había tenido un accidente de moto... en "ahora" brigitte giraud nos cuenta los primeros días, desde el accidente y la sala de espera al funeral...

"Está una de pie y mira. No puedo decirle que estoy aquí. No supo que yo iba a estar aquí, viva; y él, muerto. Así que no sabe una cuánto tiempo se tiene que quedar. Si toda la noche o tres minutos. Por primera vez una no le pilla el sentido a las cosas. Ya no existe el sentido. Quedarse, irse, todo da igual. En adelante está una sola para tomar decisiones. Hace lo que los demás esperan que haga. Y en vez de ponerse a chillar, a destrozarlo todo, a partirles la cara a los médicos -que ya se han ido-, se queda ahí, sin reaccionar. Da las gracias, se disculpa, es un cúmulo de esos buenos modales que le han inculcado toda la vida."

el sinsentido, la incomprensión, la búsqueda de sentido cuando ya nada tiene sentido, cuando las preguntas han dejado de tener respuestas correctas o incorrectas... y la educación... claro...

dice también brigitte giraud, en un momento que me hizo llorar:

"Claude no me ha esperado. No me ha dicho adiós. No me ha esperado y no salgo de mi asombro. Se ha muerto mientras yo no estaba, cuando yo había dado media vuelta. No lo entiendo. No lo entiendo. Ni una palabra, ni una última palabra para mí, un ademán, un abrazo."

mi amor tampoco me esperó... es esa la sensación... yo no estaba en el hospital, yo estaba trabajando, abriendo correos, haciendo la caja... sobretodo entiendo eso que dice la una última palabra... nadie sabe la de veces que he estado a punto de llamar a su hermano (que fue el último que lo vio consciente) para preguntarle (cuatro años después) si de verdad, de verdad, de verdad, no le dijo algo para mí, no sé, un dile que la quiero... claro que de sobra sé que no, que él no sabía lo que iba a pasar, y si no sabía lo que iba a pasar no pudo haber unas últimas palabras... pero aún así yo tampoco lo entiendo... lo siento, pero sigo sin poder entenderlo...

dice también brigitte giraud un poco más adelante que:

"Si te paras por el camino la has jodido. Seguir adelante, aunque no se sepa ya en qué dirección. Seguir moviéndose con lo que se mueve. No detenerse, nunca, para no pudrirse. A eso se le llama instinto de supervivencia. De repente, se le viene a una encima el instinto de supervivencia. Sí, de él se trata. Nos toma a su cargo, nos impide morirnos. Trabaja en la sombra; no le hemos pedido nada. Es algo automático. Y, no obstante, no vemos razón alguna para levantarnos por la mañana. Pero nos levantamos pese a todo, hilvanamos los minutos no tenemos más ambición que la de llegar a la noche. Y, por la noche, la de llegar a la mañana. No somos ya sino una unidad de tiempo que la actividad obnubila."

conozco la sensación... esa voz que te dice que no te pares, que sigas, lo de seguir trabajando el día de su muerte, lo de respetar los horarios más allá de todo sentido de la lógica... lo de levantarse de la cama sin no verle la razón, pero aún así levantarnos de la cama... cada día, todos los días de la semana, incluso los domingos... y me gusta eso de una unidad de tiempo que la actividad obnubila... 

la fase de negación fue una de las cosas que más me fascinó en su momento... esa negación pura aún sabiendo la verdad... esa esperanza como dice brigitte giraud...

"Todavía seguimos con la esperanza de que podemos despertarnos de este sueño? Vamos a despertarnos, verdad? Nos hemos portado bien hasta ahora, hemos interpretado nuestros papeles de forma impecable. Que nos digan que ya se acabó." 

y ese portarse bien, hacerlo bien, hacer lo que toca, para ver si así, al final, hay un premio y todo es mentira y solo era una prueba absurda y macabra y todo vuelve a la normalidad... sí, conozco esa sensación, ese pensamiento de que si lo haces todo bien, igual todo este desaparece y no es verdad y me despierto...

me cuenta también brigitte giraud:

"Pienso en el funeral. Quiero hablar. Quiero decir algo ante la asistencia. Tengo que hacerlo, contar ante testigos lo que fue mi vida con él. Decir a la familia, a sus padres, a mis padres, decir delante de nuestro hijo que teníamos una vida feliz. Ahora que soy la única que lo sabe, si desapareciera, si perdiera la cabeza, si me diera una amnesia, quién lo sabría? Parece ridículo hablar de felicidad cuando ya no existe, aceptar su realidad a posteriori. Descubro hoy que era feliz. Siento vértigo."

yo ya he contado en algún sitio la locura que me supuso tener que encontrar las palabras que quería que dijeran en su funeral... yo sabía que en ese momento no las tenía, lo tuve claro desde el principio, ni me plantee escribir yo misma nada porque hasta varios días después de su muerte fui completamente incapaz de escribir nada... yo buscaba una cita, un poema, algo de lo leído que dijera lo que sentía (que al final es uno de los motivos por los que leemos...), además yo buscaba una cita concreta, un poema de auden que joan didion quería que leyeran en el funeral de john (el mismo poema de auden que ni joan ni yo pedimos que leyeran, pero que leyó julia coria (me enteré hace poco en su libro "todo nos sale bien"), en el funeral de fabián... pero luego, cuando encontré el poema de auden no era eso, bueno sí que era eso, pero era demasiado eso, no sé cómo decirlo... así que estuve buscando un poema de cummings, el de llevo tu corazón (lo llevo en mi corazón), pero no, tampoco... solo meses después traduje el poema por mi cuenta y entonces dijo lo que quería que dijera, pero no en la traducción de la que disponía en ese momento, y en ese momento yo no estaba para ponerme a traducir nada... al final pedí que leyeran un poema corto de karin boye, el último poema que yo le había leído a él unos días antes en el hospital, y que me sigue pareciendo perfecto y acertado (y del que me sigo queriendo tatuar un verso, pero aún no sé en qué parte del cuerpo).

el caso, que la entiendo... la entiendo porque yo escribí, sigo escribiendo, precisamente por eso, para contar lo nuestro ahora que soy la única que lo sabe... ahora que soy la única que queda para contarlo...

y también la entiendo cuando un poco más adelante dice:


"Pero en realidad a quien quiero dirigirme es solo a él, con quien llevo varios días sin hablar; es a él a quien tengo que decirle cosas, cosas concretas." 

ay! sí, un montón de cosas concretas...

y sigue diciendo:

"Tengo esa responsabilidad. No decir algo convencional, algo cojo, algo fuera de lugar. Estar a la altura de nuestra historia de amor, a la altura del dolor. No contar el dolor, aprender a escribir de forma sencilla, sobretodo muy sencilla." 

creo que yo estoy intentando algo parecido...

y me encanta cuando dice:

"Esa es la pregunta. Se presenta como una evidencia. La hacemos cuando ya es demasiado tarde. Quién es de verdad ese hombre que acaba de dejarme? Me tomé el trabajo de entender? Si hubiera entendido, habría podido evitar? No pude evitar lo que ha ocurrido. De qué vale pasarse veinte años queriendo a alguien si no es una capaz de evitar algo así? Está muy bien eso del amor, pero por lo visto no protege de nada. Así que eso quiere decir que el amor no es nada del otro mundo: no impide la muerte. Da la impresión de que estoy haciendo un descubrimiento. Pues sí; estoy descubriendo algo inconcebible y obsceno." 

yo tampoco pude evitar lo que ocurrió... yo también lo descubrí con auténtico estupor: mi amor no lo salvó... y es jodido (muy jodido) seguir viviendo después de semejante descubrimiento...

que me ha encantado conocer a brigitte giraud, que me la dolido y reconfortado mucho su precioso libro... que ahora ya forma parte de mi grupo de apoyo al duelo imaginario/literario y que ya tengo localizados otros dos libros de ella traducidos al castellano...


y después de "ahora", aunque lo me pedía el cuerpo era seguir con algún otro libro de duelo (tengo varios por casa, como confesé hace unos días), al final me empecé "amarilla" de marta sanz (porque marta sanz era una de las suyas?... probablemente) y de momento me está gustando... 



jueves, 16 de octubre de 2025

y terminé de leerme "al norte la montaña, al sur el lago, al oeste el camino, al este el río" de lászló krasznahorkai (el nuevo nobel de literatura) así que ya me he leído a todos los galardonados, y quieras que no, estoy más tranquila...

el libro?... demasiado onírico para mí... me gustó que el protagonista fuera el nieto del príncipe genji (porque yo soy muy fan de murasaki shikibu), y me gustó muchísimo el capítulo en el que habla del libro que el nieto del príncipe genji se encuentra en una habitación (y que está lleno de números), pero creo que no es el libro por el que empezar a este señor (en mi defensa diré, que era el libro más barato de él que encontré, y que a los desconocidos me gusta empezarlos a conocer, a ser posible, con libros cortos...), así que ya tengo su tango satánico y su melancolía de la resistencia (mi primo el que trabaja conmigo me los regaló el día que dieron el nobel, porque sabe cuánto me gusta que den el nobel...), para conocerlo mejor...


y después de conocer al último señor que ha ganado el nobel, retomé "una autobiografía" de assata shakur (el libro que estaba leyendo cuando empezó octubre, y me puse a leer nobeles como loca...) y había dejado a assata shakur en la cárcel, y ahí me reencontré con ella...

y es que me enteré hace unos días de la muerte de assata shakur, y me acordé de que yo tenía su autobiografía hace tiempo entre los libros que guardo en el ebook, así que pensé que había llegado el momento de leerla, pero entonces empezó octubre y a mí me dio una especie de fiebre del nobel, y me leí diez premios nobel en diez días, y entonces me acordé de que yo tenía a medias el libro de assata shakur, y que además me estaba gustando (aunque también es verdad que lo he pasado bastante mal leyendo a assata y todo lo que le hicieron en las distintas cárceles en las que estuvo encerrada), así que, como decía, retomé la autobiografía de assata shakur, que para quien no la conozca, además de activista, y miembro de los panteras negras, fue una de las delincuentes más buscadas por el fbi, que llegó a ofrecer más de un millón de dolares de recompensa por ella... 

y la autobiografía de assata empieza así:

"Había luces y sirenas. Zayd estaba muerto. Mi mente sabía que él estaba muerto. El aire era como cristal frío. Se alzaban enormes burbujas y estallaban. Cada una parecía una explosión en mi pecho. Me sabía la boca a sangre y a tierra. El coche daba vueltas a mi alrededor. Poco después, se apoderó de mí algo parecido al sueño. De fondo, me parecía oír algo como disparos. Pero perdía la conciencia y soñaba."

el libro empieza con su detención, y mezcla presente con pasado... porque assata nos va contando en capítulos alternos, su infancia, su adolescencia, su juventud y como entró en los panteras negras, con su ingreso en prisión y los distintos juicios (estaba acusada de atraco a varios bancos y de haber asesinado a un policía) a los que fue sometida... 

un libro jodido, porque tiene momentos muy, pero que muy desagradables, pero que terminé llorando y no de pena... pero no digo más que merece la pena llegar al final...

una maravilla conocer a assata shakur...


y después del libro de assata, me leí "un desayuno para bárbaros" de gwendolyn macewen (el último libro que me ha llegado de la suscripción a la torremozas)

y de gwendolyn macewen dice margaret atwood: 

"Lo que le cautivaba no era el lamento, sino la exuberancia: no el descenso, sino el ascenso: no el fuego, sino el fuego ascendente."

toda una invitación a leerla...

y el poemario de gwendolyn macewen empieza con el texto reproducido en la solapa de la edición original en inglés, que dice:

Estos poemas nacen de un hambre
intencionada, de un profundo compromiso con el ser
y con el mundo, de la creencia de que vivir
con conciencia es algo sagrado, mientras que limitarse a
existir es un sacrilegio. El bárbaro,
que vive en conexión con sus apetitos originales,
no ha perdido su capacidad para la alegría;
es algo intencionado.
   
Aquí tenéis un libro de poemas - o, si lo preferís, 
un menú. Un menú de desayuno, siendo el desayuno
una comida más profunda y sacramental 
que la cena, pues no en vano
es la primera del día, el pacto
que una hace consigo misma para afrontar 
la jornada.
  
Me gusta pensar que estos poemas 
tienen el valor de lo que yo llamo
un «optimismo» esencial, en contraste 
con mucha de la poesía terriblemente cínica, tan
genial como desapegada, que se escribe hoy en día. Yo escribo 
en primer lugar para transmitir alegría, misterio,
pasión... no la alegría que, en su ingenuidad,
existe sin conciencia alguna del
dolor, sino la que se sobrepone 
a él y lo vence. Quiero 
construir un mito.
y si quería construir un mito como ella misma dice, lo consigue... porque el poemario es una maravilla...


y después del poemario de gwendolyn macewen, me he empezado a leer "ahora" de brigitte giraud... que empieza así:

"Esta noche se ha muerto Claude. Yo lo quería.
Mi vida se detiene y empieza al tiempo. Para no nombrar el suceso digo «antes» y «ahora»... Antes, como si se tratase de un país, de un extenso territorio exuberante, mi continente. Antes, por supuesto, era algo blanco, luminoso, ingrávido, evidente. Antes era algo terso, emocionante a veces; éramos inmortales y cínicos. Estábamos vivos. La muerte de los demás no nos transtornaba"

creo que no hace falta que explique porqué me lo estoy leyendo...

en cuanto me lo acabe vuelvo...