y es lunes y te escribo (cómo no?...) desde la caja... y en vez de ponerme a pensar en todo lo que dejé preparado el sábado a última hora para hacer hoy, como ya he abierto el correo, y desde aquí poquito más puedo hacer, pues he abierto el editor para ver que te cuento...
así que tiro del hilo de mis lecturas y hoy te cuento que me estuve leyendo hace unos días los cuentos a ninón de zola...
he aquí por fin, amiga mía, aquellas narraciones de nuestra juventud que te contaba en las campiñas de mi querida provenza y que tú escuchabas con atención mientras seguías vagamente con la mirada las extensas líneas azules de las lejanas colinas.
emile zola (cuentos a ninón)
y así empiezan estos cuentos a ninón... cuentos como el de simplicio, que era un principe de un país lejano, y lo que pasó cuando conoció a una ondina; el tarjetero de baile, y las historias que le cuenta a su propietaria; el ideal de amor, y lo que pasa cuando lo encuentras en la calle; el hada amorosa, y la solución que encontró para unos enamorados que querían estar juntos pero no podían estarlo; sangre, y la decisión que cuatro soldados tomaron después de una noche de sueños extraños; los ladrones y el asno, o porque es mejor no decir de este agua no beberé; hermana de los pobres, o como hacer bien un milagro; y las aventuras de sidonio el grande y del pequeño mederico, o de como un gigante y un enano se complementan y acaban consiguiendo su sueño, pero no exactamente como ellos habían imaginado...
así que sí... me han encantado estos cuentos que zola le contaba a ninón...
y ahora corto y cierro, que a mitad escritura me he trasladado de la caja al despacho... así que ya no me quedan excusas para no hacer todo lo que tengo que hacer, y teniendo en cuenta que las próximas semanas van a ser muy raras, en vez de no dejar para mañana lo que pueda hacer hoy, voy a ver si puedo hacer hoy lo que debería hacer mañana y pasado... por aquello de que mujer prevenida vale por dos...
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