sobre jueves y un poema de eunice odio...

y es jueves, y aprovechando que estoy en la caja he abierto este editor, para buscarme las palabras, una mañana más...

jueves y ayer conseguí (por fin) empezar a sentar las facturas del mes de marzo... y no sólo empecé, sino que senté todas las facturas "normales" que tengo hasta el momento... para hoy me he dejado unos cuantos abonos, las intracomunitarias que tengo, y los gastos (mira que odio sentar gastos)... pero teniendo en cuenta que hoy, además, habrá que facturar, no confío en poder hacer todo lo que pretendo...

y es jueves y te contaré que me estuve leyendo una antología de eunice odio, que encontré trasteando por internet, en una librería de alemania... y es que desde que me leí sus elementos terrestres (publicados por la torremozas) quería volver a leerla...

y como no sé hablar de poesía, te voy a copiar un poema... uno de los poemas publicados en zona franca...




aprisionada por la espuma



I



aprisionada en cárceles de espuma,

en la medida de tu cuerpo,

no veo pasar la noche,

sólo veo el día

que entra por tus axilas transparentes

y te desnuda.



veo, amor mío,

el lecho donde estamos

y compartimos

las dádivas,

los cielos...

todo lo que nos negó y afirmó como lo que somos:

mil años de alegría corporal

y materia sin sombra

y palabras

que se dicen diurnamente porque vienen del aire

y hay que oírlas y decirlas

a través de los árboles

y en lo que no se escribe porque aún no se inventa su nombre;

porque su júbilo

todavía no ha sido descubierto

y las flores de su alrededor

aún no son cosas del viento

(aún no han ido a un invierno ni regresado a la primavera).

eunice odio



y es que me encantó el último verso... eso de que aún no han ido a un invierno ni regresado a la primavera...  

corto y cierro... 


sobre el reverso del music-hall

y es miércoles y te escribo desde la caja (again), porque ya he abierto el correo electrónico y no podré hacer nada más hasta que llegue a mi mesa en el despacho (o hasta que consiga que el informático me instale aquí la contabilidad nueva, cosa que no descarto, ya que paso aquí tanto tiempo, que así al menos podré ir adelantando algo...)

así que como no puedo hacer nada (pese a tener todas (toditas, todas) las facturas del mes de marzo encima de mi mesa esperando que las siente), abro el editor de lda y tiro del hilo de mis lecturas una mañana mas...

y tirando del hilo de mis lecturas me encuentro con que después de la puertade magda szabó, me leí el reverso del music-hall de colette... 

el reverso del music-hall que no es una novela ni tampoco un libro de relatos, sino una curiosa mezcla entre ambos... y es que colette nos irá mostrando ese reverso del music-hall que ella tan bien conoció, como a retazos, mostrándonos distintos personajes y situaciones, siempre con esa voz tan suya que hace que sea, siempre, un placer leerla...

y hoy no te voy a copiar el principio, sino un pedacito de este libro en el que colette se describe a sí misma tras verse, de refilón, en el escaparate de un relojero...




y yo misma, ay! he pasado tan poco aprisa frente al escaparate del relojero, que el espejo me ha mostrado mis secos cabellos opacos, las dos sombras tristonas debajo de los ojos, la boca seca de sed, el cuerpo flojo bajo el traje de chaqueta castaño cuyos ajados faldones se levantan y caen... tengo todo el aspecto de un abejorro desanimado, azotado por la lluvia de una noche estival. parezco un pájaro desplumado. parezco una institutriz en desgracia. parezco, dios mío! parezco una cómica de la legua, y ya es decir más que suficiente.

colette (el reverso del music-hall)



una maravilla... claro que, cuándo no lo es leer a colette?...

corto y cierro... 

sobre la puerta de magda szabó...

martes (aunque hay que admitir que es clavadito a un lunes) y te escribo desde la caja, después de casi dos semanas de baja... así que entre la neumonía y el cambio de hora, la verdad es que no ha sido nada fácil salir de la cama esta mañana... 

así que es martes y en mi intento de recuperar la normalidad perdida, y visto que ya he hecho lo que podía hacer desde aquí, he decidido abrir el editor y retomar mis tecleos justo en el punto donde los dejé, así que hoy te hablaré dela puerta de magda szabó, una maravillosa, dolorosa e impresionante novela...




rara vez sueño. pero cuando lo hago, me despierto sobresaltada y con el cuerpo bañado en sudor. entonces vuelvo a acostarme y, mientras espero a que mi corazón se calme, me pongo a meditar sobre el irresistible poder mágico de la noche. de niña y de jovencita nunca soñaba, ni cosas buenas ni malas; es la edad madura la que arrastra y me trae en una masa compacta los horribles sedimentos del pasado, lo que resulta aún más atroz porque esos acontecimientos, sin haberlos vivido nunca en la realidad, en los ensueños se me presentan en una forma aún más concentrada y trágica. entonces me despierto entre gritos de terror.

magda szabó (la puerta)



y así empieza la szabó a contarnos esta historia, la historia de su relación con emerence, su señora de la limpieza... y es que ya desde las primeras páginas descubrimos a una emerence cuanto menos curiosa... una emerence que no busca trabajo, sino que decide ella misma para quien trabaja, y cuando... una emerence que aparece y desaparece según sus obligaciones, que no admite regalos, y que lleva muy mal que los suyos no sean valorados... una emerence de la que, a retazos, como la propia autora, iremos conociendo su historia... una historia dura y complicada que nos hará entender porque es como es, y porque reacciona como reacciona...




en ocasiones cometemos un acto imperdonable sin querer; sin embargo, cuando lo hacemos, algo en nuestro interior intuye que es así.

magda szabó (la puerta)



y un acto así comete la autora... un acto que no te contaré, pero que tiene que ver con esa puerta que da título a esta historia... una historia dolorosa, maravillosa e impresionante, como ya te he dicho al principio de este post... 

que ha sido un placer volver a leer a magda szabó... y que corto y cierro...


sobre otro estudio de mujer...

y es martes y te escribo desde la caja (que parece ser el único lugar desde el que te puedo escribir tranquilamente) con la calle cortada desde el sábado por la mañana e intentando trabajar mientras empiezan oficalmente las fallas (y digo oficialmente porque pa’mí que empezaron el viernes...)

y es martes y yo en realidad lo que venía a contarte es que siguiendo con el segundo volumen de la comedia humana de balzac, me leí otro estudio de mujer... 

y nos explica balzac que... 




en parís hay siempre dos soirées en los bailes o en las fiestas mundanas. primero una soirée oficial a la que asisten las personas invitadas, un gran mundo que se aburre. cada una de ellas adopta una postura estudiada ante el vecino.

balzac (otro estudio de mujer)



una primera soirée que nos lleva a la segunda, donde (siempre según balzac...) "después de haber lanzado frases epigramáticas, que causan un placer efímero y heridas duraderas, los grupos se diseminan, los indiferentes se marchan, las velas siguen ardiendo en sus arandelas, y entonces la dueña de la casa retiene a algunos artistas, a gentes alegres, a amigos, diciéndoles: "quedaos, vamos a cenar en la intimidad." se reúnen en un saloncito. y entonces es cuando la verdadera soirée tiene lugar: soirée en la que, igual que bajo el antiguo régimen, cada uno oye lo que se dice, la conversación es general, y todos se ven obligados a hacer gala de ingenio y a contribuir al público entretenimiento. allí todo está a la vista, y una risa franca sucede a las actitudes reprimidas que, en sociedad, ensombrecen las caras más lindas. en una palabra, el placer da comienzo donde la fiesta acaba.

y es a una de esas segundas soirées a la que asistiremos en casa de la marquesa de espard, donde de marsay nos contará la historia de un amor que acabó mal; donde los comensales nos explicarán que es exactamente una mujer de clase; y donde el general montriveau nos contará la tragedia que una risa puede provocar...

así que no creo que haga falta que te diga que me ha encantado este otro estudio de mujer de balzac...

corto y cierro... mañana, si las fallas lo permiten, vuelvo...


sobre vita nova...

y es viernes (por fin!) y te escribo desde la caja... y es que son las once y cuarto, ya he hecho lo que tenía que hacer esta mañana y ahora te escribo tranquila, feliz y relajada...

y es viernes, y tirando del hilo de mis lecturas, hoy te contaré que me leí vita nova de louise glück (el tercer libro que encargué en esa librería que está en la esquina de parís con valencia).

y como no sé hablar de poesía, me vas a dejar que te copie uno de los poemas de este precioso poemario... el poema la reina de cartago... porque dido es uno de esos personajes que me tienen fascinada desde hace años... en este caso concreto desde cou, cuando tradujimos trozos de la eneida en clase de latín y después de que eneas intentase rodear tres veces tres, el cuerpo de creusa entre sus brazos, sin conseguirlo, yo decidí leerme la obra de virgilio (parte de aquella colección de clásicos de grecia y roma que mi madre me regaló por entregas), para saber como acababa... y fue así como encontré uno de esos momentos en que la literatura te conmociona, al leer la muerte de dido mientras las naves se alejan... 




la reina de cartago



brutal, amar,

más brutal morir.

y brutal más allá del alcance de la justicia

morir de amor.



al final. dido

convocó a sus damas de honor

para que vieran

qué duro destino le habían impuesto las parcas.



dijo: «eneas

vino a mí sobre las resplandecientes aguas;

yo le pedí a las parcas

que le permitieran corresponder a mi pasión

aunque fuera por un tiempo breve. qué diferencia

entre aquello y toda una vida: en verdad, en esos momentos,

es lo mismo, ambas cosas son la eternidad.



recibí un espléndido regalo

que intenté aumentar, prolongar,

eneas vino a mí sobre las aguas: el principio

me cegó.



ahora la reina de cartago

aceptará el sufrimiento como aceptó la gracia:

que las parcas te hagan caso

es una distinción, después de todo.



o habría que decir: honrando el deseo,

ya que las parcas también se llaman así».

louise glück (vita nova)



y al cerrar los ojos no puedes evitar ver la pira y a dido clavándose la espada que eneas se dejó olvidada en cartago...

corto y cierro...


sobre los cuentos escogidos de shirley jackson...

y es jueves y te escribo desde la caja... y la verdad es que estoy empezando a acostumbrarme a las nuevas rutinas; lo que no quiere decir que me gusten más que antes...

y es jueves y hoy querría terminar ya con el mes de febrero y empezar a sentar marzo... pero eso no podrá ser hasta que llegue a mi mesa del despacho...

así que mientras estoy aquí, abro el editor hoy para contarte que me leí hace unos días los cuentos escogidos de shirley jackson (otro de los libros que encargué en esa librería que está en la esquina de parís con valencia, junto con la hora de la estrella y vita nova, del que te hablaré mañana, si no pasa nada...) 

y es que no sé que estaba buscando yo por estos mundos de internet cuando llegué a un artículo que hablaba de la publicación en castellano de estos cuentos escogidos, y de la publicación en su día en the new yorker, del relato la lotería y del revuelo que se organizó (incluyendo cancelación de suscripciones y cartas de todo tipo a la redacción de la revista y a la autora...)

así que la curiosidad pudo más que yo, una vez más, y encargué el libro, si he de ser sincera por leer este relato en concreto que tantas iras e indignación levantó en el momento de su publicación...




la mañana del 27 de junio amaneció clara y soleada. traía el calor reciente de un día de pleno verano; las flores brotaban profusamente y el césped era de un verde intenso. hacia las diez, la gente del pueblo comenzó a reunirse en la plaza, entre la oficina de correos y el banco; en algunas ciudades había tanta gente que la lotería duraba dos días y tenía que iniciarse el 26 de junio, pero en este pueblo, donde solo había unas trescientas personas, la lotería entera duraba menos de dos horas, así que podía empezar a las diez de la mañana y acabar a tiempo para que los lugareños se fueran a comer a casa.

shirley jackson (la lotería)



y así empieza este incómodo relato, del que no diré nada de nada, porque merece ser leído sin tener idea de su argumento... pero además de la lotería, este libro contiene cuentos increibles, como el amante demoníaco, o de como jamie pasó el día de su boda buscando al novio; la bruja, o porque no hay que dejar que los niños hablen con desconocidos en un tren; después de usted, mi querido alphonse, o de como una madre no sabe asumir una metida de pata; charles, y la sorpresa de una madre en la reunión de padres; siete tipos de ambigüedad, o de lo desagradecido (o extrañamente envidioso) que puede llegar a ser un comprador de libros; la muela, o de lo que te puede pasar al ir a sacarte una a la ciudad... y además, tres conferencias y un cuento: experiencia y ficción, en el que la jackson intenta explicar de donde salen las historias; la noche que todos tuvimos gripe, que es una maravilla de cambios de cama y almohadas; biografía de una historia, que incluye algunas de las cartas que los lectores del new yorker tuvieron a bien enviarle para decirle lo que pensaban de su relato más famoso; y notas para un joven escritor, en las que le da a su hija, que quiere ser escritora, consejos sobre como escribir ficción...

así que sí... me ha encantado conocer a shirley jackson, y después de haber leído algunas de las cartas que los lectores le enviaron para quejarse de su relato la lotería, si tuviera que escribirle yo, cosa imposible porque murió hace años, creo que lo único que le diría sería gracias... porque sus relatos son de esos que no lees cómodamente en el sofá; porque sus relatos son de esos que te incomodan, que te hacen contener la respiración, y plantearte preguntas que entiendo que a algunos no les guste hacerse, pero que (y más en los tiempos que corren) necesitamos plantearnos para saber como somos y hacia donde vamos...

una maravilla... y ahora corto y cierro... que aunque no tengo nada que hacer, habrá que disimular, porque digo yo que no es serio que una secretaría como yo esté tecleando alegremente en la caja un jueves por la mañana...


sobre la hora de la estrella...

y es miércoles y te escribo desde el despacho... y llevo una mañana tan loca que he pensado que me vendría bien parar y teclear un rato...

así pues tecleo y hoy te cuento que me leí hace unos días la hora de la estrellade clarice lispector...

y aunque cuando terminé de leerme la pasión según g.h. a dios puse por testigo de que jamás volvería a leer a la lispector (que ya sabes que mi ateismo jamás me ha impedido tener arranques a lo escarlata...), el caso es que en mi último pedido a esa librería que está en la esquina de parís con valencia por la que paso a veces de camino a la residencia, incluí este libro del que te hablo hoy; y como precisamente el día que pasé a recogerlo, al salir de la residencia estaba tan cansada que no me apetecía volver andando a casa y las combinaciones de autobuses que antes usaba, desde que han empezado las obras en el centro, no me llevan a casa; decidí coger el ochenta en la plaza del temple, que aunque da mucha vuelta, me deja en la puerta... pero claro, ir en autobus, con libros en el bolso y no empezar ninguno, es algo superior a mis fuerzas... así que aunque tenía a medias el de zola, me empecé éste, que retomé en cuanto terminé de leerme los cuentos a ninón de los que te hablé antes de ayer...




todo en el mundo comenzó con un sí. una molécula dijo sí a otra molécula y nació la vida. pero antes de la prehistoria existía la prehistoria de la prehistoria y existía el nunca y existía el sí. siempre lo hubo. no sé qué, pero sé que el universo jamás tuvo comienzo.

que nadie se engañe, solo consigo la simplicidad con mucho esfuerzo.

mientras tenga preguntas y no tenga respuesta continuaré escribiendo.

clarice lispector (la hora de la estrella)



y así empieza esta novela en la que clarice lispector en la voz de un narrador que no llega a darnos su nombre, nos cuenta la historia de macabea, la norestina, una historia que quizás sería triste si la propia macabea fuera consciente de como es su vida en realidad... o tal vez lo triste es eso... que macabea ni siquiera sabe la vida que lleva y lo triste que es... 

aunque macabea a veces lo intuye, como cuando escucha una furtiva lacrimaen la radio (que había sido la única cosa bellísima de su vida...) y llora, pero no por la vida que le había tocado: como no había conocido otras formas de vivir, aceptaba que para ella era «así»... sino porque, a través de la música, adivinaba que quizá había otros modos de sentir, que había existencias más delicadas y hasta con cierto lujo en el alma...

macabea que lo que más querría en la vida es ser artista de cine, ella que sólo va al cine el día que el jefe le paga, y que va a los cines de barrio porque son más baratos... y que dice que marilyn era toda de color de rosa... 

macabea, que se echa novio, aunque no entendamos muy bien como, pero que... mejor no te lo cuento, por si quieres leerlo...

sí te diré que casi al final aparece un personaje que me encantó: madama carlota, y que después de darle muchas vueltas aún no sé si es que es una mala adivina, o una buena persona...

así que sí, me he reconciliado con la lispector, y puede que vuelva a leerla en breve...

corto y cierro... ahora desde la caja... porque aquí una sabe donde empieza a hacer las cosas, pero nunca donde las acaba...


sobre ochos de marzo...

dice virginia woolf en su obra tres guineas que "las hijas de los hombres con educación siempre han ejercido el pensamiento sobre la marcha; no bajo verdes lámparas en mesas de estudio, no en claustros de aisladas universidades. han pensado mientras vigilaban el puchero, mientras mecían la cuna. así conquistaron para nosotras el derecho a nuestra flamante moneda de seis peniques. a nosotras corresponde seguir pensando."

a nosotras corresponde seguir pensando, y a nosotras corresponde seguir luchando... y digo luchando,  porque en pleno siglo veintiuno sigue siendo necesario celebrar este día, sigue siendo necesario luchar por lo que nos corresponde, que no es ni más ni menos que la mitad de todo... 

y es ocho de marzo y este año me pilla ya cansada... porque estoy cansada de ver como hemos retrocedido en la lucha (y digo lucha siendo plenamente consciente del término que utilizo), porque estoy cansada del machismo con el que convivimos día tras día, y que si ponemos en palabras nos hace parecer locas paranoicas... 

pero cansada y todo, quiero celebrar este día... quiero celebrar que soy mujer, que soy feminista, y que muchas mujeres como yo, están comprometidas en esta lucha... y que por mucho que pretendan hacernos pasar por locas, sabemos que no lo estamos, y que lo que pedimos es justo y necesario... 



y antes de cortar y cerrar, me vas a permitir que te copie el poema de hikmet que te decía el viernes que me había guardado para copiarlo hoy... porque no estamos solas en la lucha, y este poema nos lo recuerda de una manera preciosa...

   


carta de berlín



I


berlín, es de día y hace sol,

8 de marzo de 1963.

felicidades, mujer.

he olvidado decírtelo por teléfono esta mañana,

olvido el mundo cuando oigo tu voz.

muchas felicidades, mi amor.

nâzim hikmet 



feliz día de la mujer a todas...  


sobre los cuentos a ninón...

y es lunes y te escribo (cómo no?...) desde la caja... y en vez de ponerme a pensar en todo lo que dejé preparado el sábado a última hora para hacer hoy, como ya he abierto el correo,  y desde aquí poquito más puedo hacer, pues he abierto el editor para ver que te cuento...

así que tiro del hilo de mis lecturas y hoy te cuento que me estuve leyendo hace unos días los cuentos a ninón de zola...




he aquí por fin, amiga mía, aquellas narraciones de nuestra juventud que te contaba en las campiñas de mi querida provenza y que tú escuchabas con atención mientras seguías vagamente con la mirada las extensas líneas azules de las lejanas colinas.

emile zola (cuentos a ninón)



y así empiezan estos cuentos a ninón... cuentos como el de simplicio, que era un principe de un país lejano, y lo que pasó cuando conoció a una ondina; el tarjetero de baile, y las historias que le cuenta a su propietaria; el ideal de amor, y lo que pasa cuando lo encuentras en la calle; el hada amorosa, y la solución que encontró para unos enamorados que querían estar juntos pero no podían estarlo; sangre, y la decisión que cuatro soldados tomaron después de una noche de sueños extraños; los ladrones y el asno, o porque es mejor no decir de este agua no beberé; hermana de los pobres, o como hacer bien un milagro; y las aventuras de sidonio el grande y del pequeño mederico, o de como un gigante y un enano se complementan y acaban consiguiendo su sueño, pero no exactamente como ellos habían imaginado...

así que sí... me han encantado estos cuentos que zola le contaba a ninón...

y ahora corto y cierro, que a mitad escritura me he trasladado de la caja al despacho... así que ya no me quedan excusas para no hacer todo lo que tengo que hacer, y teniendo en cuenta que las próximas semanas van a ser muy raras, en vez de no dejar para mañana lo que pueda hacer hoy, voy a ver si puedo hacer hoy lo que debería hacer mañana y pasado... por aquello de que mujer prevenida vale por dos... 


sobre la segunda entrega de los últimos poemas de hikmet (los poemas finales...)

viernes (por fin!) y te escribo desde la caja... y aunque te parecerá increíble que no me haya dado cuenta hasta ahora, ha sido esta mañana cuando me he dado cuenta de que estoy esperando que las cosas mejoren, y en realidad no lo van a hacer... me refiero a que esto es lo que hay, estas son las cartas que me han tocado, y me voy a tener que acostumbrar a estar en la caja teniendo mil cosas que hacer en el despacho, y a hacer las cosas del despacho en los ratos que consiga sacar... no hay más... no van a llegar refuerzos, no van a cambiar las cosas, no van a mejorar ni mi horario ni mi situación, y este esperar que las cosas cambien, sabiendo como sé que no van a cambiar, no es bueno... así que cambio el chip, e intentaré hacer lo que pueda... no me queda otra...

y es viernes y yo en realidad venía a contarte que me leí la segunda entrega de los últimos poemas de hikmet (sus poemas finales) que vinieron a reafirmar lo que sé hace años: que hikmet es uno de mis poetas favoritos...

y aunque lo he intentando, me ha sido absolutamente imposible quedarme sólo con uno de sus poemas... así que con tu permiso te voy a copiar tres...

el primero porque me pillo en un momento parecido... 




tengo que escribir algo

tengo que escribir algo cien por cien verdadero

tengo que escribir algo

sin pensarlo

el humo de mi cigarro

amor mío no me hagas sufrir

tengo que escribir algo

no de lo que veo encima de mi mesa

tampoco de mis dedos

tengo que escribir algo

encontrar algo dentro de mí

tengo que echar un cubo al pozo que llevo dentro y sacar agua

nâzim hikmet (poemas finales



el segundo porque muchas veces opto por la misma solución...




todas las cortinas echadas todas las puertas cerradas

dónde están en dónde en dónde

en algún lugar al que no se va ni se viene

los mudos susurran a los sordos desde lejos desde muy lejos

la mirada no tiene ojos el correr no tiene pies

estoy cansado de perseguir lo inalcanzable

me voy a fumar un cigarro.

nâzim hikmet (poemas finales



y el tercero porque me pareció impresionante... 




me acostumbro a envejecer



me acostumbro a envejecer, es el oficio más difícil del mundo,

llamar a las puertas por última vez,

la separación para siempre.

horas que corréis, corréis, corréis...

trato de comprender a costa de dejar de creer.

te iba a decir una palabra pero no pude.

en mi mundo el sabor de un pitillo por la mañana con el estómago vacío.

la muerte antes de llegar me envío su soledad.

envidio a los que no se dan cuenta de que envejecen,

tan ocupados están con sus cosas.

nâzim hikmet  (poemas finales)



hay un cuarto poema guardado en mis borrarores que con tu permiso me guardo para la semana que viene... que por qué?... el martes que viene te lo contaré...

y ahora corto y cierro... que la verdad verdadera es que no hay manera de escribir tranquila aquí en la caja...


sobre el perturbador...

y es jueves (o casi viernes, por aquello de seguir intentando encontrarle el lado bueno a las cosas) y te escribo desde la caja... y te contaría todo lo que tengo que hacer en mi intenso día de jefecilla en funciones... pero no tengo ganas de agobiarme pensando en todo lo que debería estar haciendo pero que desd aquí no puedo hacer, así que mejor tiro del hilo de mis lecturas a ver que te cuento hoy...

así que tiro del hilo de mis lecturas, y hoy te cuento que me leí el perturbadorde richard yates... 

  


todo empezó a ir mal para janice wilder a finales del verano de mil novecientos sesenta. y lo peor, dijo ella después, lo terrible, era que las cosas parecían ocurrir inesperadamente.

janice tenía treinta y cuatro años y su hijo, diez. el declinar de su juventud no la inquietaba -de todos modos, no había sido una juventud despreocupada y aventurera-, y le parecía bien que su matrimonio hubiera sido más un arreglo que la culminación de un amor. nadie lleva una vida perfecta. janice gozaba con la ordenada rotación de los días; gozaba con los libros, que tenía en gran cantidad; y gozaba con su piso alto y claro, desde el cual se veían las torres de manhattan. no era un piso lujoso ni elegante, pero sí cómodo, y la palabra «cómodo» era una de las que más le gustaban; como le gustaban también «civilizado», «razonable», «arreglo» y «relaciones». pocas cosas la alteraban o la asustaban; las que algunas veces la ponían al borde del miedo eran las que no comprendía.

richard yates (el perturbador)



y así empieza esta novela, y lo que alteró a janice wilder, lo que la asustó o la puso al borde del miedo fue una llamada de su marido john, en la que le decía que no podía volver a casa aquella noche porque tenía miedo de matarla, y matar también al hijo de ambos... y ya te veo murmurando que te he contado demasiado... pero lo cierto es que no... lo cierto es que sólo te he contado el primer capítulo de esta novela...

una maravillosa y angustiosa novela de la que no te cuento más cosas, por si algún día quieres leértela...

y ahora corto cierro (siento que el post sea tan corto) pero es que ya ha vuelto la jefa y yo me tengo que ir corriendo...


sobre dos poetas (dos) de la escuela de wallace stevens (mark strand y charles wright)

miércoles (por la tarde) y te escribo desde la caja (y es la mañana ha sido tan caótica y rara, que sólo ahora he encontrado la paz y la tranquilidad necesarias para abrir este editor, y teclear...)

y es que, a mi edad, estoy aprendiendo a hacer cosas nuevas (que remedio!... el nuevo programa de la contabilidad, para solucionarme un problema me ha creado tres que no tenía... y aunque a mí tampoco me salen las cuentas cuando lo pienso, la verdad es que circunstancias mandan... así que de momento voy solucionando los problemas como puedo...)

así que tecleo, hoy para contarte que volví a coger de la estantería la escuela de wallace stevens... esta vez para conocer a mark strand y a charles wright...

y como no sé hablar de poesía, te voy a copiar dos poemas más de esta antología... el primero de mark strand, porque me encantó...




mapas negros



ni la presencia de las piedras,

ni el viento que aplaude,

te dejará saber

si has llegado,



ni el mar que únicamente

celebra los adioses,

ni las montañas,

ni las ciudades en su agonía.



nada te dirá

en donde estás.

cada momento es un lugar

en el que nunca has estado.



puedes caminar

creyendo que irradias

luz a tu alrededor.

y cómo podrías saberlo?



el presente siempre es oscuro.

sus mapas, negros,

salidos de la nada,

solo son descripción,



en su lento ascenso

hacia sí mismos,

su propio viaje,

su vacío,



la desolada, atemperada

necesidad de plenitud.

mientras se alzan al ser

son como aliento.



y si acaso se les estudia,

solo se descubre,

demasiado tarde, que aquello

que te interesaba



ya no existe.

en ninguno de ellos

aparece tu casa,

ni tus amigos,



esperando tu aparición,

no están tus enemigos,

enumerando tus faltas.

solo tú estás allí,



diciendo hola

a aquello que serás,

y una hierba negra

sostiene la oscuridad estelar.

mark strand



y el segundo de charles wright...  por el mismo motivo que el primero...




el arte menor de la defensa personal



el paisaje no es el tema sino la técnica,

un medio para la medida,

el andamio de la estructura.

me apropié de sus silencios, me demoré en su tono y su llanto.



el lenguaje es el tema, la idea de dios

el fantasma que sobre mi pequeño mundo

merodea, el breve balbuceo del significado,

mi garra es el brillo de mi pico...

charles wright


una maravilla esta antología de la que aún me quedan poemas y poetas por descubrir...

y ahora voy a cortar y cerrar...

sobre tres senderos hacia el lago...

martes y te escribo desde la caja (porque mi mesa en este momento está tan llena con las facturas y los albaranes de la postfacturación, que no podría escribirte desde allí aunque quisiera...), aprovechando que me han castigado a estar aquí un rato (por aquello que dicen de encontrar el lado positivo a las cosas...)

así que martes, y hoy te contaré que me leí hace unos días tres senderos hacia el lago de ingeborg bachmann, una preciosa novela corta... 

(y hay un cliente que no deja de hablarme, pese a que pa’mí que es de mala educación hablarle a alguien mientras está tecleando...)

y dice ingeborg bachmann que... 




en el mapa de rutas y senderos de la zona del kreuzhergl, editado por la oficina de turismo en colaboración con el instituto topográfico de la capital del estado federal de klagenfurt, reimpresión de 1968, señala diez senderos. de estos diez senderos, tres conducen al lago: el höhenweg 1 y los senderos 7 y 8. el origen de esta historia reside en lo topográfico, pues el autor tenía fe en ese mapa.

ingeborg bachmann (tres senderos hacia el lago)



y esos tres senderos serán los que elizabeth intentará recorrer, para llegar al lago... y es que elizabeth (fotografa reconocida de unos cincuenta años) ha vuelto a casa de su padre a pasar unos días... y es esa vuelta a casa (y ese intentar llegar al lago) lo que la bachmann nos cuenta en esta novela... además de la vida que elizabeth irá recordando en sus paseos...

y me ha encantado volver a leer a esta mujer que no deja de sorprenderme (la conocí gracias a la jelinek, y me enamoré de sus poemas, después de sus ensayos, más tarde de sus relatos y ahora de esta novela...)

y antes de cortar y cerrar (el cliente pesado ya se ha ido, lo que me ha dado un pequeño respiro, pero la tienda se va llenando, y al parecer no hay nada que provoque más indignación en los clientes que esperan, que alguien que teclea, porque he perdido la cuenta de las interrupciones que he sufrido mientras te escribía este post... y estarás pensando que quizás no debería dedicarme a estos tecleos dispersos en horario laboral; pero el caso es que los clientes no saben si mis tecleos son lúdicos o de trabajo... así que me sigue pareciendo una falta de educación dirigirse a una persona que teclea alegremente, porque además, aunque no estuviera escribiendo este post, tampoco podría atenderles...), te voy a copiar otro pedacito de esta novela de la bachmann...




quién me pregunta a mí, quién pregunta alguna vez a personas que piensan por sí mismas y se atreven a vivir, y en qué me habéis convertido, a mí y a tantas otras con esta absurda actitud comprensiva ante cualquier problema, acaso no se le ha ocurrido a nadie que también se asesina a las personas cuando se les priva de la palabra y con ello de la posibilidad de vivir y de pensar.

ingeborg bachmann (tres senderos hacia el lago)



corto y cierro...