y aunque mi propósito para el fin de semana era retomar a "la señora potter" y saber porqué "no es exactamente santa claus"... como ya creo que anticipé, no lo cumplí... porque aunque el sábado por la tarde (el primer día sin comida familiar desde el lunes pasado...) me leí un capítulo, en una de las pilas de pendientes que han ido creciendo en el puf que se supone que es un reposapiés, pero que ha pasado a ser mesita suplementaria, porque en la mesita oficial ya hay tres pilas de pendientes, estaba "en la naturaleza las cosas crecen" de yiyun li... que es el libro que me ha regalado (o que me he autoregalado, al final es lo mismo, lo sé, pero no puedo (ni quiero) evitar estas cosas en estas fechas, que ya bastante complejas son de transitar como para ponerme a plantearme si tiene sentido seguir pensando en qué me regalaría y qué le regalaría yo a él (sí, también le he comprado un par de libros yo a él...), y si es bueno, malo o simplemente inevitable...)
el caso, que me leí un capítulo de "la señora potter no es exactamente santa claus", pero no paraba de pensar que yo lo que quería era leerme el de "en la naturaleza las cosas crecen"... y como al final yo leo porque quiero y para entretenerme y en general no me gusta putearme a mí misma, pues volví a abandonar a "la señora potter" que "no es exactamente santa claus" y pasé la tarde del sábado leyendo a yiyun li...
y voy a copiar el principio del libro que igual aclara un poco porque tenía yo tantas ganas de leerme precisamente el sábado... y es que dice yiyun li:
"No hay una buena manera de decir esto: cuando llega la policía es inevitable que introduzcan las malas noticias con esa frase, como si su sola presencia no fuese lo suficientemente siniestra. La primera vez que oí esa expresión ya sabía lo que me iban a comunicar. Sin embargo, presté atención a la manera en que me transmitían la noticia: el detective insistió en que primero me sentara. Me senté a la mesa y él colocó otra silla a la distancia adecuada y se sentó. No cabía duda de que estaba siguiendo el protocolo, pero aun así la frase -no hay una buena manera de decir esto- me sonó a la vez acertada y efectiva. Aunque es casi un cliché, no se la suele usar en la conversación diaria, y su precisión se me ha quedado grabada.
La segunda vez, ya suponiendo las noticias que estaban a punto de darme, no pensé en la frase ni por un instante. Tampoco esperé a que el detective me pidiese que me sentara. Señalé una silla para mi marido y me senté en la otra. Mi corazón empezó a experimentar esa sensación para la cual no existe ningún nombre. Podemos llamarla dolor, podemos llamarla desgarro, podemos llamarla devastación, pero son todas palabras incorrectas, inútiles en su familiaridad. Esta vez los cuatro policías se quedaron de pie.
No hay una buena manera de exponer estos hechos, que deben ser aclarados antes de poder seguir con el libro. Mi marido y yo tuvimos dos hijos y los perdimos a ambos. A Vincent en 2017, a los dieciséis años; a James en 2024, a los diecinueve. Los dos eligieron el suicidio y los dos murieron a poca distancia de casa: James, cerca de Princeton Station; Vincent, cerca de Princeton Junction."
sí... otro libro de duelo... y sobre el suicidio... ideal para estas fechas (y no es una coña, ni una ironía, ni nada por el estilo... creo sinceramente que yo el sábado necesitaba este libro que me leí del tirón, porque el sábado era el primer día que bajaba la marea navideña, el primer día (ya lo he dicho) sin comida familiar, sin regalos y sin sobremesa... y aunque cierto es que ya estaba empezando a cansarme de tanta comida familiar, también lo es que la tarde del sábado se me antojaba quizás demasiado larga... y leer lo que yiyun li me contó, la verdad es que me ayudó a pasar la tarde...)
y es que como dice yiyun li:
"No hay una buena manera de decir esto. Los hechos son la parte más dura y más severa de la vida, y sin embargo los hechos, inalterables, traen consigo cierto orden y lógica.
Escribiendo y leyendo ficción he aprendido que esta tiende a tratar sobre lo que es inexplicable o ilógico."
y un poco más adelante me cuenta que:
"Unas semanas después de la muerte de James le escribí a Jane, una colega que se dedica al teatro: "Nuestras vidas parecen haber entrado en el terreno de los dramas de Shakespeare o de las tragedias griegas". Y ella me respondió: "Su pérdida es épica e inmensamente difícil; ningún lenguaje mío puede estar a la altura".
Y sin embargo hay que seguir viviendo, dentro de las tragedias, fuera de las tragedias y a pesar de ellas. Escribir este libro es al mismo tiempo una manera de separarme de ese terreno extraño y de instalarme en él de forma permanente."
y un poco más adelante añade:
"He decidido escribir este libro empezando por un único hecho verificado: estoy en un abismo.
Estamos -mi marido y yo- en un abismo. Pero su participación en este libro será mínima. Es la única otra persona que ha experimentado estas pérdidas, pérdidas que la gente describe con los adjetivos "inimaginable" o "inconmensurable". Pero mi marido es una persona reservada y yo creo en las palabras de Marianne Moore: "El sentimiento más profundo siempre surge en el silencio / no en el silencio, sino en la mesura".
La cuestión es esta: estoy en un abismo. No llegué a él por haberme perdido. No caí en el abismo. No me empujaron ni me persiguieron ni me tiraron al abismo. Más bien, de modo inexplicable, increíble, simplemente estoy aquí."
(yo decía (digo (me digo)) que estaba (estoy) en un pozo... aunque entiendo lo del abismo... y sobretodo entiendo lo de que de un modo inexplicable, increíble, simplemente estoy aquí...)
me gustó la advertencia a queridos lectores en la que yiyun li dice:
"Entonces, querido lector, si una madre que usa las palabras "murió" o "muerte" ofende vuestra sensibilidad (un periodista de China mencionó mi elección de palabras en un perfil que escribió sobre mí, lo cual derivó en la desaprobación de los lectores chinos), si creéis que "amor" es la palabra mágica que lo arreglará todo (como uno de mis lectores que me increpó en una gira y me preguntó cómo es que había intentado suicidarme si es que amaba a mis hijos), si creéis que me he equivocado al no poner mi vida en las manos amorosas de vuestro dios (como cree una examiga, que después de la muerte de Vincent me dijo que él había sido enviado por Dios y que Dios se lo había llevado, y que por eso no había razón para estar tan triste), si creéis que el suicidio es un tema demasiado deprimente, si os parece demasiado desolador que todas las cosas irresolubles de la vida queden sin solución, y si preferís que la aceptación radical siga siendo un concepto extraño para vosotros, entonces este es un buen momento para dejar de leer."
(y por supuesto, no dejé de leer... claro... es precisamente eso lo que tengo claro, si es que algo tengo claro...)
y continúa:
"Este libro no brindará el arco narrativo pulido que algunos lectores tal vez añoren: de la adversidad al triunfo, de la incomprensión a la sabiduría y a un entendimiento nuevo, del sufrimiento a la trascendencia. Este libro no brindará la satisfacción fácil de la plenitud, la inspiración y la transformación."
lo sé... así escribí (así sigo escribiendo) yo... y eso, quieras que no, reconforta...
hay un momento del libro, cuando cita a rebecca west (o más bien a richard quinn, uno de mis personajes favoritos de la familia audrey, que me hizo sonreír (seguramente porque yo tengo muy asociado a lo mío la trilogía de la west...)
""Creedme cuando os digo que estaré bien. En el mismo sentido estricto y verdadero en qué es cierto que son iguales los dos ángulos de la base de un triángulo isósceles. Sin adornos, sin florituras. No de un modo simbólico ni místico. Simplemente estaré bien". Richard Quinn, de la trilogía de Rebecca West, le dice esto a su familia antes de partir a Francia durante la Gran Guerra, en la que lo matan al instante, cuando todavía es un adolescente."
recuerdo la muerte de richard quinn, es uno de esos momentos de la literatura que se quedan contigo y que no olvidas con el tiempo...
y me gusta también cuando yiyun li dice que:
"El límite entre estar muy bien y muy mal, como el límite entre la vida y la muerte, no es sólido. Durante los últimos meses he respondido a los mensajes de mis amigos con esta frase: "Nuestra vida nunca volverá a estar bien, pero estamos bien"."
seguramente porque sé que mi vida tampoco volverá a estar bien, pero estoy bien (al menos estoy bien la mayor parte del tiempo, aunque la sensación que tengo es que nunca nada volverá a estar bien, no del todo... pero estoy bien...)
me cuenta también yiyun li que:
"La muerte es una realidad, la vida es otra. Las dos realidades rara vez son compatibles. A veces una realidad anula a la otra, o peor, destierra a la otra al reino de lo irreal."
ay, sí...
dice también yiyun li que:
"Al perder a un hijo por segunda vez, ya sabía que algunas cosas eran importantes: dormir, hidratarme, comer poco y con frecuencia, hacer ejercicio todos los días. Levantarme de la cama a la misma hora y nunca quedarme tumbada rumiando. Hacer el esfuerzo de preparar un café decente por la mañana. Leer: un acto de Shakespeare es suficiente, lo mismo que una página de la geometría de Euclides, un capítulo de la biografía de Henry James o un poema de la obra completa de Wallace Stevens."
y también que:
"No hay ninguna prisa, pues tendré todos los días por el resto de mi vida para pensar en Vincent y en James, fuera del tiempo, fuera de las muchas actividades de la vida cotidiana.
Y esta, entre otras razones, explica por qué estoy en contra de la palabra "duelo", que en la cultura contemporánea parece indicar un proceso que tiene un punto final: cuanto más rápido lleguemos allí más rápido nos demostraremos a nosotros mismos que podemos aceptar las pérdidas que nos presenta la vida, y los demás se sentirán menos incómodos en nuestra compañía. A veces la gente me pregunta en qué punto del proceso de duelo estoy, y yo me pregunto si entienden algo acerca de lo que significa perder a un ser querido. Qué solos se sentirían los muertos si los vivos se levantaran de la sombra de la muerte, batieran palmas, se sacudieran los pantalones y se dijeran a sí mismos y al mundo: ya he terminado mi duelo, de ahora en adelante la vida será como siempre, todo volverá a la normalidad.
No quiero un punto final para mi tristeza."
yo tampoco...
me reconforta también cuando dice:
"Palabras, palabras, palabras. Las palabras construyen castillos en tierra firme y en las nubes, las palabras se convierten en armaduras y en los muros de una prisión, las palabras agitan las aguas y crean arenas movedizas. Nunca se pueden dar por sentadas las palabras, no siempre se puede confiar en las palabras, y sin embargo, dónde más que en las palabras puede vivir mi mente?"
y cuenta también que su hijo Vincent (el mayor) una vez le preguntó:
"Por qué una mujer que conocía el sufrimiento dio a luz a sus hijos? Nunca tuve una buena respuesta para esa pregunta de Vincent."
y que:
"Cuando murió Vincent, algunas amistades desaparecieron de mi vida. "No quiero molestarla", y "No quiero ponerla más triste hablándole de Vincent" eran, según entendí, los sentimientos de algunas personas. Como si alguno de ellos pudiera ganarle a la vida y hacerme daño, como si algo de lo que dijeran pudiese ponerme más triste!"
y también:
"Y acerca de la gente que intencional o involuntariamente hace daño a otros: he llegado a la conclusión de que no pueden evitarlo y de que no tienen remedio. Esto es solo un reconocimiento, no es comprensión ni perdón, y no daré ninguno de los dos."
(me encanta)
así que ahora yiyun li forma parte (una parte importante) de mi grupo de apoyo al duelo imaginario/literario... y me ha gustado tanto leerla que ya tengo tres de sus libros pedidos, y dos más en mi lista de deseos... porque de verdad que con todo lo jodido que es de leer el libro, en realidad no lo es... en realidad es un libro precioso y maravilloso que acompaña y reconforta, y en estas fechas tan señaladas, la verdad es que necesitaba acompañamiento y sentirme un poco reconfortada...
que me encantó...
y aunque el plan era retomar "la señora potter" y saber de una vez porque "no es exactamente santa claus", yiyun li me contó en su libro que:
"En el servicio fúnebre de Vincent leí dos poemas, uno de Elizabeth Bishop y otro de Marianne Moore. El poema de Bishop, "Discusión", hablaba de mis pensamientos como madre de Vincent. "Días que no pueden acercarte / o no quieren...". El poema de Moore, "Silencio", fue leído en nombre de James (aunque hablaba de la esencia de toda la familia): "El sentimiento más profundo siempre surge en el silencio / no en el silencio, sino en la mesura"."
y yo llevaba tiempo dándole vueltas a releerme la poesía completa de marianne moore, porque últimamente me he acabado varias de las poesías completas que tenía empezadas (y a mí me encanta tener poesías completas empezadas), y el libro de poesía completa de marianne moore fue uno de los primeros regalos que me hizo wne (en los primeros reyes que celebramos juntos), y siempre he tenido la sensación de que leérmelo del tirón (que era como yo me leía los libros de poesías completas en aquella época) no fue una buena idea, y que para apreciar bien a la señora moore, debería volver a leérmela poemario a poemario... pues consideré una señal encontrarla en el libro de yiyun li, así que lo saqué de la estantería donde tengo los libros que wne me regaló, y el domingo por la mañana, me releí sus "poemas escogidos" con los que empieza su poesía completa... y sí... el último de los poemas escogidos es precisamente el de "silencio" que yiyun li pidió que fuera leído en nombre de james en el servicio funebre de vincent... y dice:
El silencioMi padre solía decir:
"Las personas superiores jamás hacen visitas largas;
no hay que enseñarles la tumba de Longfellow,
ni las flores de cristal en Harvard.
Autosuficientes como el gato
(que se lleva la presa a su rincón,
con el rabo flácido del ratón colgándole de la boca como un cordón de zapato),
a veces disfrutan de la soledad,
ya que se pueden quedar sin habla
al oír palabras que les hayan encantado.
El sentimiento más profundo se expresa, siempre, en silencio;
no en el silencio, sino con discreción".
Tampoco dejaba de ser sincero cuando decía: "Haz de mi casa tu posada".
Las posadas no son domicilios.
uno de mis poemas favoritos de marianne moore...
y ahora ya debería retomar en serio el de "la señora potter no es exactamente santa claus"... pero el domingo hubo comida familiar (y la sobremesa se alargó hasta pasadas las seis de la tarde) y ayer también... y después del trabajo quedé a cenar con una amiga... y hoy ya he quedado a tomar café, y creo que tengo yoga, y mañana cierro el año... total que no sé si retomaré (cuando tenga un rato) a la señora potter o si me leeré algo más ligero...
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