y terminé de leerme "el intenso calor de la luna" de gioconda belli, que empieza así:
"De un momento a otro puede cambiarle a uno la vida. Es algo sabido que preferimos ignorar. Suficiente lidiar con las incertidumbres cotidianas. Si encima nos mortificáramos con la idea de cuánto puede suceder de forma inusitada, viviríamos titubeando. Sin embargo, algo de embriaguez tiene la noción de que todo lo que nos parece seguro y sólido puede desaparecer en un instante. Se vive a ras de esa percepción leve que aletea como pequeño insecto en la conciencia. Uno prefiere la engañosa certidumbre con que la vida dispensa mañanas y noches iguales; prefiere creer que la existencia es un manso y predecible río. Cuando oímos las historias de súbitos sobresaltos nos anclamos en la fe de que a nosotros no nos sucederá lo mismo, pero quiénes somos para estar seguros?"
nadie... y es que a la protagonista de esta novela no le viene la regla... ella que es un reloj, tiene un retraso, y no es por un embarazo no deseado... porque la protagonista de esta novela tiene cuarenta y ocho años, dos hijos ya criados que se han ido de casa y un marido encantador, pero no le ha venido la regla, y en eso va pensando mientras conduce, y como va pensando en sus cosas, pues atropella a un carpintero que va camino de la farmacia a ver a la farmacéutica...
hay calores, sofocos, calentones, escenas subiditas, y cariño, y dos amores, y no diré más...
sí que voy a copiar aquí el poema con el que gioconda belli cierra el libro, que dice:
MenopausiaHasta ahora,las mujeres del mundo la han sobrevivido.Sería por estoicismoo porque nadie les concediera entoncesel derecho a quejarse;que nuestras abuelasllegaron a la vejezmustias de cuerpopero fuertes de alma.En cambio ahorase escriben tratadosy desde los treinta,empieza el sufrimiento,el presentimiento de la catástrofe.El cuerpo es mucho más que las hormonas.Menopáusica o no,una mujer sigue siendo una mujer;mucho más que una fábrica de humoreso de óvulos.Perder la regla no es perder la medida,ni las facultades;no es para meterse cual caracolen una conchay echarse a morir.Si hay depresión,no será nada nuevo;cada sangre menstrual ha traído sus lágrimasy su dosis irracional de rabia.No hay pues ninguna razónpara sentirse devaluada.Tirá los tampones,las toallas sanitarias,Hacé una hoguera con ellas en el patio de tu casa.Desnudate.Bailá la danza ritual de la madurez.Y sobrevivícomo sobreviviremos todas.
un placer compartir calores (sic) con gioconda belli...
y después de los calores de la luna, retomé la poesía completa de idea vilariño y me releí sus "poemas de amor" (título que confieso que siempre me ha encantado dentro de su poesía), y me reencontré con uno de mis antiguos poemas favoritos (me sigue gustando, pero ya no me lo puedo repetir a modo de plegaria como hacía en el hospital, ya que éste era uno de los poemas que yo me repetía sin parar aquellos días, junto con el de alejandra que dice que el tiempo tiene miedo...), ese que dice: "Yo no te pido nada / yo no te acepto nada. / Alcanza con que estés / en el mundo / con que sepas que estoy / en el mundo / con que seas / me seas / testigo juez y dios. / Si no / para qué todo."
(ya no...)
pero también encontré poemas para mi antología de pájaros... y éste que dice:
Escribo pienso leoEscribopiensoleotraduzco veinte páginasescucho las noticiasescriboescriboleo.Dónde estásdónde estás.
que me parece una preciosidad...
un placer como siempre leer a idea vilariño...
y después de los poemas de idea vilariño, me leí "el camino inesperado" de rebecca solnit, su nuevo libro de ensayos...
y dice en el prólogo la solnit:
"Cómo vemos el mundo condiciona absolutamente qué podemos hacer en el mundo. Nuestras acciones está determinadas por nuestra visión -los marcos a través de los cuales entendemos el mundo-, o eso me parece a mí desde hace tiempo. Ese es el motivo de que, en los libros y los artículos que he escrito en las últimas décadas, haya intentado ofrecer no solo mi visión de las cosas, sino lo que espero que puedan ser herramientas para cualquiera que esté reflexionando sobre la historia, el poder, el cambio y las posibilidades. Esta antología se compone de artículos que pretenden hacer exactamente eso, y al recopilarlos me he dado cuenta de lo mucho que mi propio credo (o arsenal) se compone de alabanzas de lo indirecto."
y es que después del libro de caitlin moran (que ayer estuve comentando con nonó, y que tuvo las mismas sensaciones que yo...) necesitaba leer a otra feminista para ver si era yo o el movimiento (o caitlin moran), y ha sido muy reconfortante (a la vez que inspirador) leer a rebecca solnit... que me ha dicho, por ejemplo que: "El feminismo es un movimiento de derechos humanos que intenta cambiar cosas que tienen no ya siglos, sino, en muchos casos, milenios de antigüedad; que le quede mucho por hacer y que se enfrente a reveses y a resistencia no es ninguna sorpresa ni un motivo para parar."
una maravilla los nuevos ensayos de esta mujer, que casi al final del libro me hizo dar un respingo en el sofá (un momento de esos en los que un libro te mira a los ojos y te habla directamente a ti) cuando me dijo:
"Quieren que te sientas impotente, que te rindas y que les dejes pisotearlo todo, y no vas a permitírselo. Tú no vas a abandonar y yo tampoco. Que no podamos salvarlo todo no significa que no podamos salvar nada, y todo lo que podamos salvar merece la pena."
sí, merece la pena... por eso seguimos... por eso sé que seguiremos... una maravilla, siempre, leer a rebecca solnit...
y después de los ensayos de la solnit, retomé la poesía reunida de piedad bonnett, y me leí "las herencias"... donde además de algunos poemas para mi antología de pájaros, encontré éste poema que dice:
Vocación de quietudY de repente, esta vocación de quietud,de mariposa que quiere regresar a la crisálida,de ser viento apresado entre una caracola.Este deseo locode parar,de envolverse en la neblina,de ignorar el llamado, la proclama,de que los días seanapenas una música,una conversación en la penumbra,un nombre que regresa navegandoentre el vaho calinoso de la sopa,un no ser siendo hacia la gran caída.
sí, últimamente tengo esa vocación de quietud de la que habla la bonnett...
un placer, como siempre, leer a esta mujer...
y ahora he retomado las historias de terramar de la gran ursula k. le guin, y estoy con la cuarta parte: "tehanu"... y de momento ya sé quién es la viuda de la granja que se ha quedado con la niña quemada... ogion ha muerto y ged ha vuelto a lomos de un dragón... ahora han ido a buscarlo los hombres del rey, pero él no quiere que lo encuentren... pero ya pasaban las doce y media de la noche y hoy tenía que madrugar, así que tuve que dejar ahí la lectura...
y es que lo malo de las novelas de la le guin, es que enganchan... y ahora estoy me que duermo por los rincones...
pero encantada... y deseando llegar a casa para seguir leyendo...
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