sigo leyendo "vida y destino", ha muerto tolia, el hijo de liudmila nikoláyevna... ella recibió una carta en la que le decían que su hijo estaba grave en el hospital y para allá que se fue, en un barco donde se mezclaban las familias de altos funcionarios de camino a moscú con los soldados camino de stalingrado (lo que no les hace demasiada gracia a las familias de los funcionarios, todo sea dicho), pero al llegar ya no había nada que hacer, su hijo había muerto y a ella todo lo demás le daba igual...
lo complicado de la operación, la situación del hospital... la pena de la enfermera, la tristeza del médico... su hijo ha muerto, y ella tendrá que volver a su casa...
liudmila nikoláyevna pasa una noche en el cementerio, y después vuelve a su casa, pero ya no es la misma... no puede ser la misma, pobreta... y su marido y su madre lo notan...
y después?... he vuelto varias veces al campo de concentración alemán con mostovskói, y también he estado en el campo ruso con abarchuk, el primer marido de liudmila, padre de tolia... y en el frente de stalingrado, y en la casa 6/1, con seriozha, el hijo de mitia, el hermano internado en un campo de liudmila y de zhenia, y he vuelto a moscú con liudmila y su familia, y he visto el ascenso y la posible caída en desgracia de su marido, shtrum... y he asistido al encuentro entre zhenia y su amante, nóvikov, y he estado en la retaguardia con los tanquistas, y con los pilotos, con víktorov, el novio de vera, la hija de marusia, que era la hermana de liudmila y de zhenia, que murió en un bombardeo al principio de la guerra, y con ella también he estado en la central eléctrica y en la barcaza del volga, donde acaba de tener un bebé... y he estado en el cáucaso, y en el frente alemán, y en los trenes que van a los campos, con sofia levinton, y en un despacho de las ss, y con eichmann (aunque no en jerusalén) y en una cámara de gas, mientras la proyectaban y mientras la usaban... y ahora me he quedado en la lubianka con el pobre krimov, que es el ex marido de zhenia, que no sabe qué está pasando (o que sí que lo sabe pero no lo asume, pobre...)
es que el fin de semana he tenido tiempo de leer (ni visita a la abuela, ni comida familiar, ni cafés, ni nada...) pero no me quejo... seguramente esta es la solución para sobrevivir a este invierno: novelones (que decía él) y seguir leyendo...
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