lunes 5 de julio...

el sábado después de comer, seguí leyendo el libro de natalia sosa, que es una maravilla, y me lo terminé, así que he empezado el segundo volumen del diario de virginia woolf (el que va de 1920 a 1924).

el sábado por la tarde también fui a mi librería favorita (esa que está en la esquina de parís con valencia) a recoger un pedido de varios libros y allí me recogió mi hermana la mediana y nos tomamos un café en la calle de paz...

mi hermana la mediana, que después de mi madre creo que es la persona que más pendiente de mí está ahora mismo, y que se puso a llorar porque dice que no sabe qué hacer por mí en este momento... imagino que no es fácil para los demás sentir que no pueden hacer nada... aunque en realidad creo que el simple hecho de tomar café conmigo ya es algo (que es mucho), el simple hecho de estar pendiente, quieras que no, reconforta... pero entiendo que le duela... y le agradezco todos los cafés que lleva tomados conmigo en estos últimos meses...

volví andando... constatando que la gente no ha entendido lo de ir sin mascarilla por la calle... de hecho, cada vez que alguien sin mascarilla se cruzaba conmigo sin guardar la distancia de seguridad, yo musitaba: "metro y medio"... lo que hacía que la gente se girase... 

(dicen mis amigas que en un momento dado me van a partir la cara... pero es que de verdad no lo puedo evitar... porque si bien es cierto que ya no es obligatorio llevar la mascarilla puesta, la norma creo que dice algo de guardar esa famosa distancia de seguridad, ergo si ves que no la vas a poder guardar (como en el caso de todos aquellos a los que les susurré lo de "metro y medio") deberías ponértela... no?... es que a veces dudo de si soy yo que entiendo mal las cosas, sobretodo cuando estoy en un semáforo y tengo a una familia entera (de la que yo, obviamente no formo parte) todos sin mascarilla a mi lado...)


ayer hubo comida familiar... que por un lado es genial, porque estoy acompañada y entretenida... entre poner el picoteo, la mesa, las sillas, tíamírame,  quitar la mesa, poner el lavavajillas, cafés, tíamiraloquehago y demás, pues la verdad es que no te da mucho tiempo para pensar en tus cosas... los contras son que todo el día conteniendo el llanto acaban en un llanto desconsolado y descontrolado cuando por fin estoy sola en casa... que no es malo... pero es inevitable... 

ya en casa, duchada, llorada y agotada, estuve leyendo el diario de virginia, que ya ha empezado a escribir el cuarto de jacob y que me cuenta cotilleos varios de sus amigos y conocidos... creo que leeré el año mil novecientos veinte y lo dejaré unos días... no quiero leerme del tirón los diarios... son un lugar seguro, me reconfortan, así que quiero que me duren... eso y que sólo tengo los tres primeros volúmenes, que el cuarto acaba de salir (o está a punto) y que del quinto no hay noticias aún... 

(vale, sé que tengo los diarios completos en varias ediciones, así que queriendo me los podría releer todos, pero como me estoy leyendo la edición de tres hermanas (que es una preciosidad y que me han ido regalando mis hermanas) pues eso, que sólo tengo tres volúmenes, me tengo que comprar todavía el cuarto y no sé cuándo publicarán el quinto, y eso, siendo como soy, me crea cierta inseguridad...)


hoy he seguido con los diarios de la woolf, y me ha dado pena cuando me ha contado que se ha empezado a leer el quijote, porque he parado de leer, he cogido el móvil, le he hecho una foto a ese trozo, y entonces... entonces he recordado aquella cita de la propia virginia woolf, de las olas si no recuerdo mal que tanto me gustaba, aquella que le repetí más de una vez y que decía algo así como que "cogeré flores. formaré con ellas un ramo, lo tomaré en la mano y lo ofreceré… oh! a quién?"...

ya no lo sé... 


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