el sábado por la tarde retomé los diarios de virginia woolf, y seguí con el verano de 1921, y con los cotilleos de virginia... lo que dijo clive, lo que dijo roger, la visita de eliot, lo que hace leonard... y virginia terminó de escribir el cuarto de jacob y yo ya lo he localizado... la verdad es que al final no estaba lejos de donde yo pensaba que iba a estar... pero de momento abandono a virginia y retomo la lectura de los episodios nacionales...
(fui a ver a mi abuela, que está bien gracias... un poquito torpona, y un pelín despistada, pero se alegró mucho de vernos, y la vi bastante animada...)
así que el sábado por la noche empecé a leerme "la primera república" de pérez galdós...
galdós es uno de los escritores que le debo a él... antes de empezar, cuando lo nuestro aún era sólo virtual, hicimos una apuesta, que perdí, según la cuál yo debía leerme "fortunata y jacinta"... tardé un tiempo, pero pagué la apuesta un día en que por casualidad encontré los dos tomos de alianza en una librería, recordé la apuesta perdida, y decidí que no tenía más excusa. y me los leí... y aluciné... y me enamoré de galdós... y once años después, aquí estoy, a puntito de acabar sus episodios nacionales (que empecé, lo he mirado en mis archivos, hace siete años...), aunque no sé si los acabaré o no... como me quedan dos, tengo tiempo de pensármelo...
el caso, que el sábado por la noche y el domingo por la mañana galdós me estuvo contando lo de la primera república... las crisis, que de momento van varias, las votaciones, el quién es quién y de fondo, los líos de tito, el extraño narrador de parte de esta serie...
el domingo no leí mucho, porque ahora todos los domingos hay comida familiar, y llegue a casa tan tarde, tan cansada y con tanto llanto atrasado (durante las comidas familiares no lloro, pero en cuanto me quedo sola el dique se rompe y no puedo parar...) que vi un rato la tele y me fui a dormir pronto...
y esta mediodía el libro ha dado un giro tan fantástico y tan inesperado, que de momento no sé cómo tomármelo... quiero decir que yo si hay que creer en diosas y en ninfas y en esas cosas, estoy dispuesta, pero no en medio de un episodio nacional que me está contando como fue la primera república (mucho más movidita, por cierto de lo que yo creía), así que esperando a ver si todo es un sueño, una alucinación o una alegoría... porque como sea de verdad lo de la diosa y las ninfas no sé qué va a ser de mí y de mis convicciones...
iremos viendo...
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