sobre tiempo de espera (o la segunda parte de las crónicas de los cazalet...)

y después del maravilloso libro de claudia rankine, que te recuerdo que me terminé la primera tarde de las vacaciones de pascua, decidí retomar las crónicas de los cazalet de elizabeth jane howard, y me leí "tiempo de espera", porque quería un libro que me durase lo que quedaba de semana santa...

así que volví a home place, a septiembre de 1939 (justo un año después de donde terminaron "los años ligeros"...) y aunque creía que me iba a costar un poco entrar en la historia, ya sabes, recordar quién está casado con quién, quién es infiel y quién está locamente enamorado, de quién es cada hija y cada hijo, cuál era la que era más mayor, y cuál la huérfana y cuál la que acumulaba cosas para su futura casa, la verdad es que elizabeth jane howard, en el pequeño prólogo que hace a modo de introducción, de apenas dos páginas y media, consiguió llevarme de vuelta como por arte de magia a home place, y que me sintiese como en casa...


"Alguien había apagado la radio, y, a pesar de que el salón estaba lleno de gente, reinaba un silencio absoluto, un silencio en el que Polly sentía, y casi oía, los latidos de su corazón. Mientra nadie hablase, mientras nadie se moviese, la paz no habría llegado aún a su fin..."


y si "los años ligeros" terminaba con la familia cazalet escuchando por radio la no declaración de guerra, "tiempo de espera" empieza en esa misma habitación de home place, un año después, con la declaración de la segunda guerra mundial...

y home place pasará de ser el lugar de vacaciones a la residencia permanente de la familia... porque los niños no pueden estar en londres... rupert y edward se alistan en el ejercito, y hugh se hará cargo del negocio familiar, mientras se quedan todos en casa del brigada y de la duquesita (me encanta la duquesita), y rachel traslada el hospital de los niños al squash, y villy y sybil cuidan de sus bebés, william y roland, y de sus hijos mayores, porque ahora lydia también estudia con la señora miliment junto con polly y clary... teddy y simon se van a sus colegios internos, y louise quiere ser actriz, y a neville también lo mandan al colegio interno... y christopher sigue siendo pacifista, aunque no sé si por el electroschock o por el ataque de pearl harbour,  empieza a tener dudas... ah! y zoë está embarazada, yo creo que porque creía que a los hombres con mujeres embarazadas no los mandaban al frente...

y además la madre de villy y de jessica se pone enferma, y ellas dos creo que se enamoran del mismo músico casado, y angela se enamora de un hombre también casado y encuentra trabajo, y nora deja la escuela de cocina, y sid trabaja en el servicio de ambulancias... 

y además aparecen nuevos personajes como stella, la nueva amiga de louise, y toda su familia, y michael, el pintor del que louise se enamora, y su curiosa madre, y archie, un amigo de rupert, que pasa con ellos la convalecencia, y un pequeño francés que aparece casi al final de la novela...

que me ha encantado!... de hecho me ha encantado mucho, hasta el punto de que me costó un triunfo no sacar de la estantería la tercera parte y seguir unos días más en home place... pero ya sabes que yo tengo mis manías y si a mi edad no respeto mis extrañas manías no sé que voy a respetar... así que haciendo un verdadero esfuerzo me empecé otro libro, pero llevo dos noches soñando con los cazalet, y repasando mentalmente su árbol genealógico (ya sabes, recordar quién está casado con quién, quién es infiel y quién está locamente enamorado, de quién es cada hija y cada hijo, cuál es la que quiere ser actriz, cuál la que quiere ser escritora, y cuál la que no sabe que quiere ser cuando la guerra acabe...) para cuando dentro de un mes (más o menos) me permita a mí misma volver a home place...


***


hoy es mi cumpleaños... que después de lo raro que fue mi cumpleaños el año pasado, este es raro pero no tanto... y no sé si es que me pasa como dice lorrie moore y "cuento demasiado con los cumpleaños, aunque sé que no debiera" y que "inevitablemente, en ellos empiezo a evaluar mi vida, calculando lo bien que me va según la cantidad de gente que se acuerda"... si fuera así, no me podría quejar, porque a las once de la mañana me han felicitado los que esperaba y algunos que no me esperaba, la verdad... además este año sí que ha habido regalos (el año pasado hubo bombones, tés y unas flores de plástico preciosas que todavía tengo en el pasillo, las flores que más me han durado jamás, y que espero que me duren aún un poco más, pero este año ha empezado con una preciosa pulsera de pandora, y promete algún que otro libro, que todo el mundo sabe que es lo mejor que te pueden regalar...), hay café, y creo que habrá incluso tarta... así que no me quejo... quiero y soy querida, y creo que poquito más se puede pedir en esta vida... bueno, sí, buenos libros, pero como te decía creo que alguno que otra caerá...

por cierto, son ya cuarenta y tres los años que cumplo...








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