5 de enero...

el día treinta y uno, quería hacer balance de lecturas, pero no puedo... este año la sensación de que se cierra un ciclo y se abre otro, no la tengo... de hecho hace años que no la tengo... pero este año la tengo menos... sé que esa noche no va a cambiar nada, a parte del número, y de ese lío que supone poner la fecha al principio del día para confirmar facturas y hacer listados...


se acaba dos mil veinte, y aunque no ha sido mi año favorito, sé que el dos mil veintiuno no va a cambiar las cosas... el día dos seguiremos llevando mascarillas, lavándonos las manos con gel hidroalcohólico y manteniendo la distancia de seguridad, los que lo hemos hecho hasta ahora... y los que no lo hacen (los que llevan las mascarillas por debajo de la nariz o de la barbilla, los que miran el dispensador de gel con malos ojos y no se lo ponen, los que van por la calle fumando o simplemente hablando por el móvil sin mascarilla, y los que se acercan demasiado a los demás) seguirán igual... porque las doce campanadas no van a cambiar nada... además tengo la casi certeza de que antes de que esto mejore, va a empeorar... nos esperan meses complicados, y la verdad es que no veo al personal preparado para lo que va a pasar...

en fin, explicado el porqué me salto este año el balance de lecturas, pero dejando claro que si la lectura ha sido importante en mi vida, seguramente este año lo ha sido más... porque los libros, durante el confinamiento se convirtieron en una de las pocas cosas a las que una podía agarrarse para no caer en la desesperación y en la locura... quizás también por eso me resulta complicado hacer balance este año...


así que como te contaba en mi último post, me leí una preciosa antología de adrienne rich, que me regaló para navidad mi hermana la mediana: "galaxia de mujeres" que me ha encantado...
 
 
te contaré también que acabé y empecé el año con las "obras completas" de paul celan... porque necesitaba poesía... y porque hacía tiempo que no leía a celan... 

así que entre la tarde de fin de año y la mañana de año nuevo, me leí esta maravilla de libro que incluye todos los poemas de celan y sus pocas prosas...

y te voy a copiar uno de los poemas de amapola y memoria que dice...

 

   Álamo temblón, tu follaje es blanco en lo oscuro. 
   El cabello de mi madre nunca llegó a ser blanco.

   Diente de león, tan verde es la Ucrania.
   Mi rubia madre no volvió a casa.

   Nube de lluvia, te demoras en los pozos?
   Mi dulce madre llora por todos.

   Estrella redonda, tú enroscas la cola dorada.
   El corazón de mi madre fue herido con plomo.

   Puerta de roble, quién te sacó de los goznes?
   Mi tierna madre no puede venir.

 

una maravilla volver a leer a celan...

 

y después (o durante, porque he terminado y empezado el año rarita, haciendo algo que hacía años que no hacía: leerme dos libros a la vez...) me leí "autoayuda" de lorrie moore...

libro de relatos, que como su título indica parece de autoayuda, y que incluye consejos sobre cómo ser la otra mujer, un aviso sobre que los hombres fríos se apoderan de lo que es hermoso, una guía de divorcio para niños, y otra sobre cómo empezar y cómo acabar una relación de amor, sobre maneras de irse, notas sobre cómo hablar con tu madre, una guía para relacionarse con el tenor del amor, consejos sobre cómo hacerse escritora, y por último el relato: llenar, o como conseguir un precioso final contra todo pronóstico... 

así que sí... me ha encantado volver a leer a lorrie moore... 


y ya estamos a día cinco, sólo queda mañana y volveremos a la realidad... a esa realidad cada vez más gris y extraña... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario